Icono del sitio aviNews, la revista global de avicultura

Las cinco preguntas sobre bioseguridad en una sala de incubación

PDF

Con David García Páez, de Bioplagen

¿Qué hay que tener en cuenta en cuanto a la seguridad de los trabajadores?

Los productos desinfectantes en base a para formaldehído han sido ampliamente usados para la desinfección en salas de incubación, sin embargo, desde la salida el 29 de julio de 2014 de la directiva europea UE 605/2014 que lo clasifica en función de su seguridad directamente como cancerígeno, las empresas implicadas en incubación están a la búsqueda de un sustituto para la desinfección de las incubadoras, salas de expedición, nacedoras, salas de espera, pasillos entre salas limpias, etc. que sea seguro en el manejo así como en su utilización y a que su vez tenga ambas actividades (bactericida y fungicida) con el registro del Ministerio de Agricultura apropiado para ser usado en esas áreas.

No son muchas realmente las opciones que tienen los profesionales en este sentido, es por ello que debemos asegurarnos de su inocuidad para el personal que lo maneje, de su eficacia frente a los organismos que queremos eliminar, siendo muy importante que no sea un producto tóxico y sobre todo que esté registrado en el organismo correspondiente para este tipo de instalaciones para la actividad buscada.

¿Y en cuanto a la corrosividad?

Uno de los puntos fundamentales a la hora de hacer una buena desinfección en la incubadora es que el desinfectante no sea corrosivo con las instalaciones donde se aplique. Uno de los problemas que suele presentarse a medio-largo plazo es la alta corrosividad del producto empleado para tal fin.

A sabiendas de que las incubadoras son infraestructuras muy caras en su construcción y mantenimiento, el uso de productos que sean respetuosos con los materiales y la durabilidad de la misma también debe ser un punto fundamental a la hora de seleccionar el desinfectante adecuado. Por ello, debemos seleccionar de todos los desinfectantes el que menor índice de corrosividad pueda ofrecer.

Además debemos tener en cuenta el método de aplicación, así como la forma farmacéutica del desinfectante (solución líquida, con centrado emulsionable, polvo soluble, humo fumígeno, etc.). En este sentido, el humo fumígeno como medio de aplicación es el que menos corrosividad va a generar, ya que el desinfectante va vehiculizado en forma de humo seco sin aporte de humedad a la superficie a desinfectar, ya que no solo es instantánea, sino que además es muy eficaz porque se expande por toda la estancia donde se aplica, sin necesidad de aclarar posteriormente la superficie tratada, lo cual disminuye el aporte necesario de humedad que determinados organismos, como los hongos, necesitan para poder desarrollarse.

¿Cómo podemos probar su eficacia?

El desinfectante debe estar aprobado para la eliminación de los microorganismos más patentes en la incubadora. Como dato, si
tenemos en cuenta que en solo 24h., en condiciones ideales, teóricamente pueden generarse 4,7.108microorganismos, siendo el crecimiento exponencial de estos durante las primeras horas, tal como refleja el gráfico (International Hatchery Practice. Volumen 20 No 5) pasa de ser invisible para el ojo humano a hacerse visible completamente la colonia de bacterias.

Los patógenos bacterianos que con más seguridad hay que controlar en incubadoras son Salmonella typhimurium, Staphylococcus aureus, Pseudomonas spp. y por supuesto Escherichia coli. Por otro lado y no menos importante cabe controlar hongos tan importantes como Aspergillus spp. y Candida albicans.

En definitiva, el desinfectante usado debe ser bactericida y fungicida, ya que las dos actividades deben estar consideradas
en la misma acción desinfectante. La combinación de glutaraldehído conjuntamente con o-fenifenol ha demostrado en gran medida la eficacia de este tipo de producto en base a humo.

¿Es importante la facilidad de manejo?

Uno de los puntos importantes no solo por seguridad para el personal, sino como por la productividad de los empleados por la
facilidad de uso en la incubadora es que el producto a utilizar para la desinfección sea fácil en su manejo y que no deje residuos que puedan comprometer la trazabilidad del huevo incubable.

Debemos tener en cuenta también que a las características inherentes a la eficacia del producto hay que añadirle el tipo de formulado, así como el cómo aplicar el mismo. En este sentido disponer de un desinfectante en humo fumígeno de distinta capacidad en función del volumen de la estancia a tratar, así como una eficacia probada, son garantías suficientes del éxito no solo del producto sino también de su correcta aplicación, cuestión valorable con los responsables de las incubadoras a la hora de optar por uno u otro.

Hay que recalcar que el humo fumígeno no deja residuos, no mancha, no es corrosivo y no necesita de medios para aplicarse, de ahí la utilidad de este tipo de productos.

¿Qué otros aspectos entran en juego cuando hablamos de bioseguridad?

La bioseguridad es una cadena de la que participan muchos actores como son la propia granja de engorde, los camiones de transporte, los mataderos y las unidades de procesamiento de carnes, los puntos de venta, el personal que trabaja en cada eslabón, etc. pero con un origen común que es la incubadora.

El primer eslabón de la cadena de la bioseguridad radica en hacer una buena desinfección de los huevos incubables para evitar trasladar patógenos como Salmonella, al resto de la cadena alimentaria.

Por ello es importante la formación continua y continuada no solo de los trabajadores sino también de los responsables veterinarios, gerentes de zona, conductores de camiones, personal del matadero e incubadora, etc. debe ser constante.

Es fundamental tener en mente la importancia de la desinfección y de la higiene en todo el proceso productivo, entendiendo un corolario que de todos es bien sabido “La Bioseguridad no es un gasto, sino una inversión”.

PDF
PDF
Salir de la versión móvil