La limpieza y desinfección en el proceso de transporte de pollitos desde la incubadora hasta las granjas de engorde es un punto de especial importancia para evitar futuros problemas que puedan alterar los resultados zootécnicos
- Bioseguridad
- Vehículos
- Agua
- Proceso de limpieza y desinfección
1.-BIOSEGURIDAD
Es fundamental tener un plan de Bioseguridad bien detallado en el que todas las personas implicadas tengan la formación necesaria para que no haya errores en ninguno de los pasos. La bioseguridad es un concepto global en el que se tienen que aplicar estrictas medidas de seguridad en todos los puntos de los procesos productivos. Obviamente estos puntos variarán y serán característicos de cada etapa de la producción.
Vamos detallar las características particulares aplicables al proceso de limpieza y desinfección de los vehículos de transporte siempre sin olvidar que el fin es salvaguardar la seguridad de la explotación frente a la entrada y diseminación de agentes potencialmente patógenos.
Lo primero que hay que tener en cuenta es el producto que se va a transportar y sus particularidades. Los pasajeros son pollitos de 1 día de edad, cuyo sistema inmune todavía no es maduro, que pasarán de un ambiente controlado (incubadora/nacedora), al exterior, por lo que tenemos que asegurarnos que las condiciones higiénico-sanitarias de ese ‘’exterior’’ sean las óptimas para proteger tanto los animales que van a ser transportados y a la granja de destino, ya que los vehículos pueden actuar como vector de transmisión entre diferentes explotaciones y su posterior diseminación dentro de la misma. Además este proceso de transporte supone un estrés que puede favorecer aún más un debilitamiento del estado de salud de los animales.
El objetivo es proteger el proceso de la entrada y diseminación de agentes potencialmente patógenos.
Como hemos comentado con anterioridad, el objetivo es proteger el proceso de la entrada y diseminación de agentes potencialmente patógenos. Por la naturaleza del proceso es posible que a veces el patógeno ya este dentro, por lo que es de vital importancia impedir esa diseminación. En este caso prestaremos especial atención a hongos (Aspergillus spp.) y bacterias (Salmonella spp, Pseudomonas spp., E.coli, Mycoplasma gallisepticum, Staphylococcus aureus).
Por estos motivos no podemos olvidar el transporte de animales dentro de nuestro plan de bioseguridad y arriesgarnos a cometer errores que comprometan nuestros resultados zootécnicos, ya que son muchos los peligros existentes en el medio que pueden afectarnos en este proceso.
2.- VEHÍCULOS
En cuanto al vehículo de transporte, vamos a encontrar una gran variedad de tamaños y marcas en el mercado, pero de forma ideal, buscaremos vehículos que presenten unas características comunes como son superficies y suelos lisos, de diseños sencillos, sin muchos recovecos, materiales no corrosivos, y equipos eléctricos (tipo ventiladores o radiadores) que sean resistentes al agua para poder llevar a cabo un proceso de limpieza y desinfección óptimo en el interior de los mismos.
Tenemos que tener en cuenta que en el transporte de pollitos muchas veces se emplean los mismos vehículos que transportan los huevos desde las reproductoras hasta la planta de incubación, por lo tanto el tipo de suciedad que vamos a encontrar en el interior son plumón y heces tras el transporte de pollitos, incluso a veces restos de productos destinados a aportar nutrición e hidratación a los pollitos (estos productos son utilizados en transportes de larga duración).
Restos de albúmina y yemas será lo que encontraremos tras el transporte de huevos. En el exterior, encontraremos la suciedad típica del transporte por carretera, como es polvo, grasa, residuos de combustibles, y restos de insectos. Es crucial el mantenimiento en condiciones higiénicas óptimas del vehículo para evitar contaminaciones cruzadas entre ambos procesos.
De igual forma, dentro de los vehículos vamos a encontrar las cestas y carros donde irán los pollitos. De forma ideal buscaríamos el mismo tipo de características mencionadas con anterioridad (superficies lisas, diseños sencillos sin recovecos, materiales resistentes, etc). Además hay que saber que en condiciones normales, tanto en estas cestas como en el suelo interior del vehículo será donde encontremos más suciedad.
Son diversos los lugares que ya disponen de túneles de limpieza automáticos. No vamos a hablar mucho de este tipo de equipos, simplemente mencionar que en estos casos es de vital importancia el correcto mantenimiento de estos túneles para asegurarnos que llevan a cabo su actividad de forma correcta. No es raro encontrar boquillas no operativas, bloqueadas o desviadas en este tipo de equipos. El correcto funcionamiento de estos sistemas es fundamental para un buen proceso de limpieza y desinfección.
Es crucial el mantenimiento en condiciones higiénicas óptimas del vehículo para evitar contaminaciones cruzadas entre ambos procesos.
3.-AGUA
Aunque parece algo obvio, no podemos olvidarnos de la calidad microbiológica del agua empleada para la limpieza. Durante años nos hemos encontrado plantas que realizaban la limpieza con aguas que al analizarlas presentaban elevada carga microbiana, incluso con marcadores fecales. Es fundamental tener una buena gestión del sistema de aguas que nos aporte un agua de calidad microbiológica óptima y que no suponga un riesgo durante el proceso de limpieza y desinfección.
Tenemos que tener en cuenta que el agua puede ser vector de diversos microorganismos, y no obviarla
Si tuviéramos líneas de agua separadas para la limpieza exterior, tendríamos que tratarlas de igual manera. Resulta ideal el tratamiento con productos en base a peróxido de hidrógeno, ya que no sólo va a conseguir una calidad microbiológica óptima en el agua, sino que va a ayudar a mantener los circuitos de agua en condiciones óptimas de limpieza y no se va a ver afectado por las propiedades físico-químicas del agua, como le ocurriría a otro tipo de tratamientos más comunes del agua como son los clorados (muy afectados por el pH).
4.-LIMPIEZA Y DESINFECCIÓN
Todo proceso de limpieza y desinfección va a constar de una serie de pasos comunes con las particularidades aplicables a cada punto del proceso.
PASO 1: LIMPIEZA EN SECO
Este paso permite eliminar todo tipo de restos sólidos visibles. Es cierto que este transporte no es como el transporte de animales de más edad o a un matadero, donde hay más presencia de suciedad, pero por ello no vamos a caer en el error de obviar, y siempre realizaremos una inspección visual para proceder.
Con este paso estamos buscando una primera eliminación de materia orgánica más grosera que facilitará el trabajo en los siguientes pasos.
PASO 2: LIMPIEZA CON DETERGENTE
Para el proceso de limpieza, que se basa en una remoción de la suciedad y materia orgánica presente, siempre recomendamos el uso de detergentes alcalinos con capacidad surfactante que reduzcan la tensión superficial y penetren bien entre la suciedad, facilitando el eliminado de cualquier tipo de materia orgánica que pueda estar presente y no hayamos eliminado en la primera limpieza en seco. Además para la limpieza del vehículo en sí, tanto interior como exterior, recomendamos el uso de detergentes con estas características y además con capacidad espumante. La espuma va a permitir cubrir de forma efectiva las superficies y permitirá al producto actuar durante mayor tiempo al permanecer adherido a las superficies y secarse más lentamente.
También es importante que usemos productos no corrosivos para no dañar equipos/vehículo. Recomendamos para la limpieza de cestas y carros un detergente con las mismas características mencionadas pero que no sea espumante.
Utilizaremos el detergente a la dosis indicada por el fabricante mediante equipos tanto de alta presión con lanzas espumantes, como de baja presión, siempre asegurando que cubrimos el total de las superficies a limpiar, incluso las partes móviles, si las hubiere desmontadas. En este paso, el uso de agua caliente (50-60ºC) ayudará al ablandamiento y eliminación de restos de materia orgánica, este proceso tiene que realizarse desde la parte inferior hasta las zonas superiores.
PASO 3: ACLARADO
El proceso de limpieza tiene que empezar en el exterior y continuar hacia el interior para así evitar contaminar de fuera hacia dentro.
Tras la aplicación del detergente de forma homogénea y asegurando que todas las superficies y rincones posibles quedan cubiertos, dejamos actuar el tiempo establecido por el fabricante para posteriormente aclarar con agua a presión asegurando que eliminamos la suciedad arrastrada por el detergente.
Como se ha comentado anteriormente, es fundamental contar con un agua con alta calidad microbiológica para realizar el aclarado. No podemos comprometer la bioseguridad por algo tan simple.
Como consecuencia del uso del detergente alcalino, además de eliminar materia orgánica, no siempre visible, ya va a eliminar parte de microorganismos presentes. La realización de este proceso de forma óptima puede reducir ya en un 80% la carga microbiana presente.
PASO 4: DESINFECCIÓN
Después de la limpieza es momento de una aplicación de un desinfectante específico, para dicha aplicación existen 2 opciones. Bien podemos dejar que se seque el interior (trabajaremos así de forma ideal) o bien, si necesitamos ganar tiempo, podemos aplicar el desinfectante tras el aclarado, sin que se haya llegado a secar, en este caso debemos tener en cuenta que para evitar una dilución del mismo y pérdida de eficacia en el proceso de desinfección tendremos que utilizarlo al doble de la dosis recomendada.
Utilizaremos siempre desinfectantes de amplio espectro (virucida, fungicida, bactericida y esporicida) y eficacia probada que nos aportarán seguridad en el proceso de desinfección. Es importante que estos desinfectantes no se vean afectados por las condiciones físico-químicas del agua (dureza, pH, etc) y que sean seguros y no perjudiciales tanto para operarios (sin elementos tóxicos, alergénicos ni cancerígenos) como para el medio ambiente (biodegradables).
Que no sean corrosivos será de gran utilidad para alargar la vida útil de nuestros equipos.
Estos desinfectantes se podrán aplicar dependiendo de la naturaleza del producto, de diferentes formas, bien sea en spray, atomizados, nebulizado o incluso en forma de humo, pero siempre atendiendo a las dosis recomendadas por el fabricante y asegurando que entra en contacto con todas las zonas del interior del vehículo o de las cestas/carros. En este paso es importante recalcar que ciertos desinfectantes sí se pueden ver afectados por la temperatura del agua, mientras que otros mantienen su efectividad intacta, por lo que para mayor comodidad se recomienda el uso de este tipo de desinfectantes, como pueden ser los basados en ácido peracético.
La desinfección del vehículo se realizará de forma inversa a la limpieza, aquí comenzaremos desinfectando el interior del mismo, posteriormente ensamblando si fuera necesario partes móviles, para posteriormente desinfectar el exterior, sin olvidar las partes menos visibles (parte inferior).
Dentro de nuestro protocolo establecido y detallado, podemos incluir la rotación de diferentes moléculas desinfectantes para evitar la generación de resistencias microbianas, siempre y cuando estemos utilizando productos con las características previamente establecidas y que nos aporten seguridad en la desinfección. Tenemos que tener por seguro que el producto que usamos va a lograr el objetivo buscado.
No debemos aclarar el desinfectante, dejaremos que actúe y se evapore, al contrario que hacíamos con el detergente que sí se aclaraba. Además así podemos conseguir cierto efecto de desinfección residual.
No debemos aclarar el desinfectante, dejaremos que actúe y se evapore, al contrario que hacíamos con el detergente que sí se aclaraba.
Además así podemos conseguir cierto efecto de desinfección residual.
FRECUENCIA
El proceso de limpieza y desinfección del vehículo ha de realizarse lo antes posible tras el vaciado del mismo, y en cualquier caso no tardando más de 24h tras el transporte. Tras esto recomendamos precintar el vehículo para tratar de que se abra antes de una nueva carga. Aún así, si hay un periodo largo tras la limpieza y desinfección y el siguiente uso, recomendamos siempre la realización de una segunda desinfección por nebulización o en forma de humo seco.
- El mismo proceso descrito tendrá que ser aplicado a las canastas de transporte donde introduciremos a los animales. Normalmente este tipo de equipamiento suele ser más difícil de desinfectar debido a la presencia de partes más pequeñas y partes móviles, que tendremos que desmontar por completo, por eso es de vital importancia la formación del personal en el correcto protocolo establecido para la limpieza y desinfección.
El éxito también se encuentra en las personas, en su formación y respeto a las normas de higiene establecidas.
Es fundamental que las personas en cargo de la limpieza y desinfección estén bien familiarizadas y concienciadas con el concepto de bioseguridad.
CONTROL
Los controles microbiológicos rutinarios son fundamentales para garantizar que el proceso de desinfección se está llevando a cabo correctamente, pero son más costosos en tiempo y dinero. A nosotros personalmente nos gusta mucho el uso de ATPmetros o luminometros, que en cuestión de pocos segundos nos va a proporcionar información sobre la efectividad de nuestro proceso de limpieza y desinfección.
Todo este proceso ha de ser documentado y los registros guardados para garantizar el cumplimiento constante de todos los pasos
MEDIDAS COMPLEMENTARIAS
En cuanto a las medidas de desinfección en el transporte destinadas a proteger la bioseguridad de nuestras explotaciones vamos a centrarnos principalmente en dos: arcos de desinfección y rodaluvios o vado sanitario a la entrada.
De forma general, hablaremos más de arcos de desinfección para zonas con alto tránsito de vehículos como podría ser un matadero o una incubadora, que la propia granja de engorde, pero debido a que los vehículos de transporte de animales, generalmente van a circular por carreteras cercanas a otras granjas, otro tipo de industrias avícolas (mataderos), al final es imposible evitar rutas transitadas por otros transportes de aves. Resulta útil dentro del plan de bioseguridad al menos una desinfección con agua a presión y desinfectante del exterior del vehículo, si no se dispone de un arco completo de desinfección
Es fundamental un correcto mantenimiento de los arcos de desinfección, ya que es común que algunas de las boquillas se bloqueen y fallen, impidiendo así una aplicación homogénea del desinfectante en toda la superficie externa del vehículo.
El vado sanitario es una medida fundamental de entrada en la explotación, no sólo de forma exclusiva al transporte de animales, es de aplicabilidad para todo tipo de vehículos y entradas a nuestra granja (personal, insumos, comerciales, etc…).
Estos han de disponer siempre de suficiente agua en buenas condiciones higiénicas, y han de tener la profundidad necesaria para realizar una desinfección completa de las ruedas. Así mismo es fundamental que la dosis de desinfectante sea adecuada y que siempre disponga de producto activo. Para ello y de forma general recomendamos que se cambie la dilución cada 4-5 días.
Puede darse el caso de contar con caminos de tierra/barro hasta la explotación, en cuyo caso resulta de gran utilidad un paso previo al vado sanitario de desinfección cuya misión será eliminar los restos adheridos para facilitar la posterior desinfección y alargar el tiempo de uso del vado sanitario.
En ambos casos, la elección del desinfectante resulta fundamental, siempre buscando un desinfectante de amplio espectro y eficacia probada. Resulta especialmente útil la elección de un desinfectante biodegradable que no requiera ningún tipo de acción especial en cuanto a la gestión de residuos ya que podremos liberar al medio sin mayor problema.
Además, en el caso del vado sanitario, resulta de gran utilidad el uso de un desinfectante de fácil medición (tenemos algunos que es tan sencillo como una tira reactiva). Hay que tener en cuenta que en muchos casos vamos a tener el vado al aire libre y expuesto al sol, por ello es fácil que el desinfectante vaya perdiendo actividad. Es fundamental tomar al menos una medición al inicio del día para no comprometer la bioseguridad, y si fuese necesario cambiar el agua del vado y el desinfectante.
Las personas son un elemento clave en todo el proceso. Como hemos comentado, el éxito de los protocolos se encuentra en ellas, el compromiso y concienciación son fundamentales para el éxito del programa de bioseguridad establecido.
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