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De nuevo llega el calor una visión actualizada (PARTE II)

Escrito por: Gonzalo Arellano Peche
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Ventilación longitudinal tipo túnel para obtener confort térmico

El presente artículo es la segunda parte del contenido publicado en la revista aviNews España edición abril 2023. Este trabajo está realizado sobre pollos de carne de más de 4 semanas de vida, cebados en una época calurosa, situados en una nave de producción de más de 20-25.000 pollos y utilizando ventilación longitudinal tipo túnel.

FISIOLOGÍA DE LOS POLLOS PARA CARNE

C.- Respuesta de los pollos de carne ante un medio ambiente caluroso:

La Zona de Confort Térmico (ZCT) o termoneutral, ya vista en la parte 1 de este artículo, es aquella en la que la tasa metabólica mínima y la homotermia se mantienen con el menor gasto energético, produciendo confort de los pollos, mejora de su bienestar y maximización de la producción de carne.

El estrés calórico aparece y va aumentando conforme lo hacen la humedad relativa (Hr) y la temperatura del aire (T), sobrepasando la ZCT, dificultando la disipación de calor y aumentando la temperatura corporal del pollo. El esquema de actuaciones del pollo según la temperatura ambiental podría ser el siguiente:

A continuación, veremos las medidas con las que podemos ayudar a combatir el estrés calórico:

VENTILACIÓN

El medio más efectivo, por no decir el ÚNICO medio con el que podemos luchar contra el estrés térmico en una granja de pollos y ayudarlos a mantenerse lo más cerca posible a la zona de confort térmico es la ventilación, y ésta de tipo túnel, acompañada de refrigeración evaporativa, tipo cooling (mejor que con foggers o nebulizadores, de manejo más complejo y con posibilidad de mojar la cama).

Aunque las naves están preparadas con sistema de ventilación para todas las épocas del año y para todas las edades (ventilación mínima, de transición y de túnel) sólo nos referiremos a la ventilación tipo túnel, apropiada para las épocas en que se sobrepasa la zona de confort térmico en el pollo.

La ventilación de túnel utiliza la corriente que se forma al circular el aire a lo largo del eje longitudinal de la nave como si fuera un túnel de viento.

Al contactar con el pollo disipa el calor corporal por convección, pero para ello necesitamos impulsar el aire a velocidad controlada dependiendo en líneas generales de la edad de los pollos:

 

Estas velocidades son indicativas, variando según el comportamiento del pollo.

Este efecto viento (Wind-Chill) o temperatura de sensación térmica refresca al pollo, dependiendo de la velocidad (para pollo de 49 días:

Esta temperatura no aparece en el termómetro, pero es la temperatura efectiva, aunque no se puede medir con exactitud, por eso es muy importante observar el comportamiento de los pollos.

Cuando el pollo se encuentra en un ambiente cálido y sale de su zona de confort térmico comienza a poner en marcha los mecanismos de termorregulación:

La ventilación (que comenzaría con temperaturas ambientales de 25-26 ºC) baja la temperatura efectiva y el pollo deja de jadear, aumenta consumo de pienso, etc.

Cuando trabajamos la ventilación de túnel observamos que cuanto mayor sea la temperatura del aire menor será la disminución de la temperatura efectiva por el efecto Wind-Chill (hasta ser nulo a partir de 37,5 ºC),

 

El descenso de temperatura producido por la puesta en marcha de los paneles evaporativos sí se ve reflejada en el termómetro, por lo que se llama temperatura real.

A este descenso de temperatura hay que sumarle el descenso por viento (temperatura efectiva),

Es importante que el gradiente de temperatura no supere los 2,5 ºC (2,2 – 2,7) entre la entrada de aire y los ventiladores, ya que de no ser así indicaría un número incorrecto de extractores conectados, por lo que éste es un dato que hay que monitorizar y controlar constantemente. Si se utiliza menos del 50% de los extractores, es mejor pasar a ventilación de transición.

FACTORES A TENER EN CUENTA EN EL USO DE LA VENTILACIÓN DE TÚNEL

Como hemos explicado antes, el uso de la ventilación de túnel requiere un aprendizaje importante y una aplicación adecuada de los parámetros de ventilación más convenientes en cada momento.

Según lo anterior, el ganadero debe observar el comportamiento de los pollos, tener en cuenta la edad y el peso de los animales, así como su grado de emplume y la densidad a la que se encuentran los pollos en la granja en cada momento.

Por tanto:

1.- Hay que observar el comportamiento de los pollos más que el termómetro.

Es importante ver si los pollos disminuyen el jadeo o dejan de hacerlo, si aumentan el consumo de pienso, extienden o no las alas, normalizan el consumo de agua, buscan las zonas más frescas, etc. para ver si los pollos están confortables o incómodos con la temperatura efectiva que tienen.

2.- El calor generado por los pollos depende del peso y por tanto de la edad

Por lo cual las necesidades de ventilación son diferentes entre pollos de asadero y pollos estándar, o entre pollos de 5, 6 o 7 semanas, ya que, a mayor edad, mayor peso, mayor producción de calor y por tanto mayor necesidad de ventilación y mayor velocidad de aire requerida.

Si los pollos tienen la sensación de frío entonces evitarán situarse en las zonas más ventiladas, tendrán las alas pegadas, se tumbarán y se agruparán intentando protegerse de la sensación de frío, etc.

3.- También a mayor edad menor ratio de superficie corporal en relación con el peso del pollo

ya que va disminuyendo, pero la producción de calor corporal va aumentando, lo cual incrementa las necesidades de ventilación.

4.- Además, hay que tener en cuenta el grado de emplume.

Si consideramos que el pollo de carne está emplumado con 5 o 6 semanas de vida (antes las hembras que los machos y antes en verano que en invierno, quizá debido a la mayor circulación periférica y por tanto mayor aporte de nutrientes a los folículos),

Por otro lado, si consideramos que solo un 25% de la superficie corporal está libre de plumas (debajo de las alas, la quilla y la parte central de la pechuga) las dificultades para la disipación del calor de los pollos de mayor peso aumentan,

ya que estas zonas son muy importantes para la termorregulación por medio de la pérdida de calor sensible (fundamentalmente a través de la convección, también de la radiación y la conducción).

También la densidad medida en pollos/m² hace variar el emplume de los pollos, manifestando una reducción del emplume cuando aumentamos densidad desde 10 a 16 pollos/m², siendo más acentuada cuando pasamos de 12-13 a 16 pollos/m².

Además de estos factores a tener en cuenta cuando ponemos en marcha la ventilación túnel hay otras acciones que se deben tomar a la hora de limitar los efectos de las altas temperaturas, y que serán expuestas en la última parte de este artículo.

A saber: el manejo del agua de bebida, la instalación de vallas antimigratorias, la densidad aplicada a la camada en relación al destino de los pollos (asadero o pollo estándar), la ventilación nocturna, el plan de iluminación a aplicar, la exposición en edad temprana a altas temperaturas, la restricción de pienso durante las olas de calor y los cambios nutricionales en la dieta.

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