Icono del sitio aviNews, la revista global de avicultura

Manejando el estrés por calor en gallinas ponedoras

Escrito por: Dr. Guillermo Díaz Arango - Consultor em Nutrição e Produção de Poedeiras
PDF
estrés por calor gallinas ponedoras

El estrés por calor es una de las causas más importantes de las pérdidas económicas de algunas empresas del sector avícola en climas tropicales y tiene un gran impacto sobre la productividad y la mortalidad.

CAMBIOS FISIOLÓGICOS PARA DISIPAR EL EXCESO DE CALOR

Cuando las aves empiezan a jadear ya se han iniciado cambios fisiológicos en el cuerpo para disipar el exceso de calor; antes de que las aves lleguen a este punto, cualquier cosa que se pueda hacer para ayudar a las aves a mantenerse cómodas ayudará a mantener el crecimiento, la incubabilidad, el tamaño del huevo, la calidad de la cáscara y la producción en un estado óptimo.

 

Tabla 1.: Temperatura ambiental y estrés por calor
13°C a 24°C Zona térmica neutral. El rango de temperatura en que las aves no necesitan alterar su metabolismo para mantener temperatura corporal.

 

18°C a 24°C Rango ideal de temperatura.
24°C a 29°C El consumo de alimento se reduce aún más. Las ganancias de peso son menores. El tamaño del huevo y la calidad de la cáscara se deterioran. La producción de huevo usualmente sufre. Procedimientos para el enfriamiento deben iniciarse antes de llegar a este rango de temperatura
29°C a 32°C El consumo de alimento se sigue reduciendo. Existe peligro de postración por calor en ponedoras, especialmente las más pesadas y en pico de producción. A estas temperaturas se deben llevar a cabo procedimientos de enfriamiento.
32°C a 35°C La postración por calor es probable. Se pueden necesitar medidas de emergencia. La producción de huevos y el consumo son reducidos severamente. El consumo de agua es muy alto.
Más de 38°C Medidas de emergencia se hacen necesarias para enfriar las aves. La sobrevivencia es el factor que

debe importar a estas temperaturas

 

En la Tabla 1. se expresan los diferentes sucesos fisiológicos en las aves a medida que la temperatura ambiental va variando.

El rango ideal de temperatura ambiental para las aves oscila entre 18 y 24°C y el neutral entre 13 y 24°C; temperaturas arriba o abajo de este implican para las aves encender su mecanismo de termorregulación para compensar dichas variaciones.

 

SENSIBILIDAD DE LAS AVES A LOS BROTES DE CALOR

Las aves son muy sensibles a los brotes de calor, y no pueden soportar las temperaturas extremas por mucho tiempo; esto se debe a que no pueden sudar y no tienen las glándulas para sudar; adicionalmente, están cubiertas con plumas, lo que les dificulta disipar el calor que se genera dentro de su cuerpo y el que viene de afuera.

 

Las ponedoras pueden sufrir más que otras aves, ya que la mayoría de las instalaciones en las granjas de hoy, son automáticas o generalmente son alojadas en jaulas.

Las gallinas en las jaulas dependen totalmente del funcionamiento correcto de los equipos de ventilación para disipar el calor de su cuerpo.

 

 

A medida que la temperatura corporal del ave aumenta, el consumo del alimento, crecimiento, eficacia alimenticia, viabilidad, calidad de la cáscara del huevo disminuyen; esto es particularmente severo cuando la temperatura ambiental sube en extremo, ya que la posibilidad de perder calor por medios no evaporativos (pérdida de calor a través de la piel) se reduce notablemente.

La combinación del calor con la humedad puede ser mortal; esta sumatoria no debe sobrepasar de 106,7 cuando nos expresamos en °C.

Por ejemplo, cuando la temperatura es de 26,7°C, y la HR de 80% o sea 26,7+80= 106,7 a partir de allí comienza el estrés de calor.

Es muy importante saber manejar estos factores, es decir cuando hay mucha humedad en las áreas tropicales:

Cuando las aves se exponen al altas temperaturas, el calor corporal se incrementa por la combinación de las altas temperaturas externas y de la energía asociada con la activación del proceso metabólico requerido para la disipación del calor corporal; esta disipación del calor se ve incrementada por la posición que debe adoptar el ave para aumentar el área de la superficie vascular por vasodilatación causando un incremento en el consumo de agua y una aceleración en el ritmo respiratorio; esta aceleración respiratoria en las aves es particularmente importante ya que la evaporación de agua se vuelve un medio de disipación de calor; desafortunadamente, este enfriamiento evaporativo sólo logra reducir el calor corporal en una pequeña proporción.

La zona de comodidad de las aves disminuye a medida que avanzan en edad y crecen.

Tabla 2. Métodos de Perdida de Calor Sensible y Latente. Anderson, K. 1997
Método Definición Dirección del flujo de calor

MÉTODOS DE PÉRDIDA DE CALOR SENSIBLE

Radiación Flujo de energía térmica entre dos superficies sin la ayuda de un medio material. Todas las superficies irradian calor y lo reciben; el flujo neto de radiación de las superficies con altas hacia las con bajas temperaturas.
Conducción Flujo de energía térmica a través de un medio o entre dos objetos en contacto físico. La dirección de la transferencia de energía depende del gradiente de temperatura; el calor se mueve de las áreas de temperatura alta hacia las de temperatura baja.
Convección Flujo de calor a través de un medio fluido como el aire. La energía térmica se mueve por conducción entre una superficie sólida y la capa de aire próxima a la superficie y es removida por el flujo de aire sobre la superficie. La transferencia de energía hacia el aire dependo de la temperatura y del movimiento de aire a través de la superficie de la piel; el calor se transfiere al aire moviéndose a través de la superficie de la piel si el aire está a una temperatura más baja que la de la piel.

MÉTODO DE PÉRDIDA DE CALOR LATENTE

Evaporación Es la transferencia de calor en donde un líquido es convertido en un gas. Se utiliza calor. La transferencia de energía es influenciada por la humedad relativa, la temperatura y el movimiento del aire; el calor es transferido del cuerpo del animal al agua, convirtiéndolo en vapor de agua.

 

 

Las razas más pesadas tienden a tener más problemas con el estrés calórico ya que tienen menos área superficial para disipar calor por unidad de peso; otra variable que ejerce influencia sobre la susceptibilidad al estrés calórico es la exposición previa de las aves a este estrés.

 

En los meses cálidos las temperaturas pueden subir a 35°C y 38°C se hace crítico que las aves disipen el calor corporal al medio ambiente; como mencionamos anteriormente, las aves no sudan, entonces deben disipar el calor de otras maneras para mantener la temperatura corporal alrededor de 40°C a 41°C., el calor corporal es disipado al ambiente a través de radiación, conducción, convección y evaporación (ver Tabla 2).

 

Las tres primeras vías son conocidas como pérdida de calor sensible, estos métodos son efectivos cuando la temperatura ambiente está por debajo o dentro de la zona térmica neutral de las aves (13°C a 24°C) (ver Tabla 1). La proporción de calor perdido a través de radiación, conducción y convección depende de la diferencia de temperaturas entre el ave y el ambiente.

Las aves pierden temperatura en superficies como patas y zonas desemplumadas bajo las alas.

El propósito de la ventilación en los galpones avícolas es el de mantener una velocidad del aire lo suficientemente alta o una temperatura en el galpón lo suficientemente baja de manera que las aves puedan mantener la temperatura corporal por métodos de perdida de calor sensibles. (ver Tabla 2)

Una vez que la temperatura ambiente sube a 25°C, el método de pérdida de calor empieza a cambiar de sensible (radiación, conducción o convección) a evaporación o latente.

La disipación del calor corporal por un proceso de evaporación requiere un gasto de energía por el jadeo (hiperventilación), el cual empieza a ocurrir a una temperatura aproximada de 26.5°C.; jadear entonces, es respirar con la boca abierta para refrescarse a través de la evaporación; esta es una reacción normal de las aves que quieren sobrevivir el brote de calor.

 

Las gallinas cuando están en su zona normal y en un ambiente termoneutral, respiran 25 veces por minuto, sin embargo, cuando la temperatura pasa su límite, sienten mucho calor, respiran mucho más y esto puede llegar a 250 veces por minuto y perecer.

El jadeo remueve calor por evaporación de agua de la humedad en el tacto respiratorio, sin embargo, el jadeo genera calor corporal y causa eliminación de agua del cuerpo de las aves.

 

Las ponedoras afectadas por el estrés por calor ponen huevos de cáscaras muy delgadas debido al desbalance acido-base de la sangre lo que se traduce en que empiecen a jadear (hiperventilarse).

A medida que las aves jadean pierden en exceso el gas CO2 de sus pulmones. Es importante entender que, por la hiperventilación y el jadeo, la ponedora pierde una gran cantidad de iones bicarbonato (HCO3 )-1 que deberían ir a formar parte de la cáscara como cristales carbonato de calcio, esta es una de las razones por las que se recomienda en esta época, reemplazar por lo menos un 30% de la sal adicionada por bicarbonato de sodio o por lo menos suministrar en el agua suplementos que contengan iones bicarbonato y/o que mejoren el balance electrolítico de las aves. Para ver cómo los efectos del golpe de calor o estrés calórico pueden ser disminuidos aplicando un plan integral que involucre todos los aspectos en podrían influir en mejorar las condiciones de las aves para afrontar dicho suceso, continué leyendo el artículo completo aquí

 

A observar que esta esta estrategia debe incluir: Un plan completo de bioseguridad; Un plan de manejo de ventilación y manejo del agua en términos de calidad y temperatura y; Un plan de alimentación y de nutrición adecuados.

PDF
Salir de la versión móvil