- Sin embargo, en la avicultura intensiva tradicional es impensable calcular parámetros de necesidades de ventilación sin tener en cuenta la renovación de metros cúbicos por hora.
Es evidente que para un gallinero con una instalación en aviario de cuatro niveles se requerirá una ventilación muy diferente a la que se requiere en ese mismo gallinero con una instalación de un solo nivel.
En el presente artículo nos centraremos en este último modelo mayoritario aún en la avicultura de puesta ecológica y muy presente en granjas camperas de pequeño y mediano tamaño.
También nos gustaría puntualizar que nos encontramos muchas veces instalaciones que han importado un modelo centroeuropeo sin haber tenido en cuenta las enormes diferencias climáticas que nos separan.
Cuando se nos plantea una instalación de este tipo, donde la densidad de gallinas por metro cúbico de nave es muy baja, tratamos siempre de buscar una solución en la que podamos optimizar al máximo la ventilación natural de la nave, más aún en el caso de las granjas ecológicas donde según el Reglamento Europeo 889/2008 que las regula, será obligatoria la dotación de un sistema de ventilación e iluminación natural permanente, donde en circunstancias climatológicas adversas podremos suplementarlo, pero nunca sustituirlo.
Conseguir un buen diseño de ventilación natural eficiente redundará en una evidente menor inversión y un menor gasto de energía.
Partiremos de la idea de que cada nave es un mundo y más aún si se trata de adaptar naves que previamente habían sido construidas para otro fin.
Para poder orientarnos, trataremos el caso de una instalación de nueva construcción en el que tenemos la libertad de elegir la orientación de la nave gracias a que el terreno sea relativamente llano.
En primer lugar estudiaremos cuáles son los vientos dominantes justo donde está la finca.
Aunque en la Península Ibérica los vientos predominantes son de componente Oeste, existen excepciones debido a la orografía, como canalizaciones del viento en el interior de valles donde encontramos componentes mayoritarias Norte o incluso Sur.
Una vez conocido este dato, diseñaremos la orientación de la nave colocando su eje longitudinal lo más perpendicular posible a la componente del viento dominante.
Esto es contrario en nuestro país a la mayoría de recomendaciones en cuanto a construcción de naves ganaderas para otros usos, sin embargo la avicultura alternativa, incluso para esto, termina siendo también alternativa.
Buscaremos de esta forma una ventilación natural transversal, ya que teniendo en cuenta la limitación que tiene la ventilación natural se llevará de un modo más eficiente si el viento debe renovar la nave en anchura más que si debe hacerlo en su longitud.
Sabemos que una de las peores cosas que le podemos hacer a nuestras gallinas es someterlas a corrientes de aire directas, sobre todo en estaciones frías.
Esto nos lleva a tener en cuenta dos nuevos factores:
- La colocación de las trampillas de salida al parque
- La altura de las ventanas, bien sean de guillotina o de compuerta basculante.
Las ventanas deberán ir colocadas a lo largo de ambos laterales de la nave en la zona más alta posible de la pared. No fijaremos una altura máxima de alero de la nave, porque cuanto mayor, mejor será, pero si recomendamos no fijar aleros por debajo de 2,5 metros de altura. En el caso de irnos al mínimo, será imprescindible la instalación de un sistema de redireccionado del aire hacia la cúspide, ya instalado de serie en el sistema de compuerta basculante.
Este sistema además tiene la ventaja de no permitir la entrada de luz solar directa en el interior de la nave, cuestión clave que deberemos evitar en el caso de instalar otro sistema, mediante la colocación de sombreretes o aleros más largos desde el tejado.
Otra instalación muy conveniente en cualquier tipo de nave abierta, es la colocación de una cumbrera en caballete que nos optimizará la ventilación natural en naves ubicadas en zonas con demasiado abrigo de vientos y nos permitirá tener las ventanas con una apertura mínima durante la noche en zonas frías. Tengamos en cuenta que las bajas temperaturas rara vez resfrían a una gallina de puesta adulta, si no es por corriente directa sobre ella.
La mayoría de patologías respiratorias en invierno sobrevienen al restringir la ventilación nocturna (momento en el cual las gallinas descansan además sobre la principal fuente de amoníaco) por miedo a la temperatura por parte del avicultor, ocasionando durante horas, niveles de amoniaco ambientales altamente irritantes para las mucosas de vías respiratorias altas.
La colocación de las trampillas es una decisión no menor, porque recordemos que su apertura será de obligado cumplimiento para la producción tanto de huevo ecológico como campero.
Es por esto que si tenemos la opción de poder elegir dónde colocarlas, lo haremos en el lateral contrario a los vientos dominantes, para así evitar corrientes de aire directas al nivel donde están las gallinas.
De este modo, si tomamos el ejemplo de una nave con orientación Norte-Sur y vientos dominantes de componente Oeste, las trampillas de salida al parque las situaríamos a lo largo del lateral Este de la misma.
Con esto ya tenemos casi garantizada una ventilación natural suficiente para este tipo de explotaciones incluso en climas fríos, pero ¿qué ocurre cuando las temperaturas son excesivamente altas durante largos períodos de tiempo?, ¿hemos hecho bien al importar soluciones de lugares donde rara vez al año se superan los 30 grados centígrados?
Conocemos muchas explotaciones en nuestro país donde la solución a las altas temperaturas planteada pasaba por una ventilación forzada por extracción combinada con la entrada del aire por depresión a través de paneles evaporativos
Este sistema plantea los siguientes problemas:
Para conseguir una depresión eficaz es necesario generar en la nave el suficiente hermetismo como para poder forzar al aire a que entre por los paneles evaporativos. Esto nos llevaría a suspender todo sistema de ventilación natural de nuestra nave, lo cual no permite el Reglamento europeo 889/2008 ni el nuevo Reglamento 848/2018 (en vigor a partir de enero de 2022) para la producción en ecológico.
- De igual modo, para la producción de huevo campero nos encontramos que tampoco podremos cerrar las trampillas durante el día y así perdemos la estanqueidad necesaria para un buen sistema de extracción.
- En el caso de este tipo de granjas, por suerte puede corregirse parcialmente compensando la capacidad de extracción fijada mediante una impulsión, de igual capacidad o mayor, acoplada directamente a los armarios de paneles evaporativos.
- Con esto evitaremos la entrada de aire cálido a través de las trampillas debido a la extracción, gracias a conseguir una depresión igual a cero. Este sistema y su inversión puede tener un sentido para granjas de gran capacidad y aviarios multinivel, pero para granjas de un solo nivel y de pequeño o mediano tamaño es, como poco, cuestionable
Y entonces, ¿cómo lo hacemos?, según nuestra experiencia, la mejor forma de conseguir mantener durante el día una temperatura que no supere los 30 grados centígrados en estaciones cálidas es mediante la colocación de cabinas de impulsión con paneles evaporativos, ya sean cenitales en cubierta o transversales en uno de los laterales de la nave.
Dentro de estas dos opciones, la colocación de estos dispositivos cenitales, es la opción más cara pero más versátil, ya que nos servirá para cualquier tipo de orientación de la nave.
En el caso de la transversal aconsejamos la colocación de estos equipos impulsores a lo largo del mismo lateral donde tengamos instaladas las trampillas, dejando una apertura mínima de ventana mientras estén funcionando.
De esta forma conseguimos una mayor permanencia del aire frío introducido en el interior de la nave.
Es evidente que no siempre nos podremos encontrar con la libertad de poder orientar nuestra granja como quisiéramos, por lo que es importantísimo, antes de hacer o comprar nada, sentarse a pensar con calma las particularidades de cada caso y buscar siempre la mejor solución posible dentro de la legalidad… porque SIEMPRE LA HAY.
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