El estrés por calor es un problema siempre recurrente que recibe nueva atención cada año cuando se acerca el verano. A pesar de ello, no debemos cansarnos de hablar de estrés por calor puesto que las aves de corral son especialmente susceptibles, pudiéndose ver gravemente afectadas por el mismo.
Aplicando la estrategia adecuada, estará bien preparado para afrontar este reto para sus animales.
En las zonas de clima subtropical y tropical, el estrés por calor es un factor de estrés más o menos permanente para las aves de corral. Pero incluso en los climas moderados, el estrés por calor se está convirtiendo en un fenómeno cada vez más frecuente durante los meses de verano.
Se prevé que el cambio climático siga desempeñando un papel importante en el desencadenamiento de los fenómenos meteorológicos extremos y que continúe contribuyendo al estrés por calor en los animales de producción.
SENSIBILIDAD AL CALOR
Las aves de corral son especialmente sensibles a las altas temperaturas.
En combinación con la alta humedad, las temperaturas más cálidas se convierten rápidamente en perjudiciales para el bienestar de los animales.
Al carecer de glándulas sudoríparas y de plumas aislantes, poseen una capacidad limitada para disipar el exceso de calor. Además, las altas tasas metabólicas de las genéticas de alto rendimiento contribuyen también al problema.
Los pollos tratan de refrescarse sobre todo mediante evaporación, a través de la respiración, lo que conduce rápidamente a un aumento de la frecuencia respiratoria.
TERMORREGULACIÓN
El mantenimiento de una temperatura corporal constante requiere un equilibrio entre la producción de calor corporal y la emisión de calor. El metabolismo de los animales homeotermos «quema» la energía de los alimentos y la convierte en energía utilizable, necesaria para todas las funciones fisiológicas, produciendo calor.
El nivel de demanda de energía y, por tanto, de producción de calor, aumenta con el rendimiento de los animales: se necesita energía adicional para la producción de carne y huevos.
El término «estrés por calor» se refiere a situaciones de alta temperatura ambiental en las que no se puede emitir suficiente calor corporal mediante un comportamiento normal. El aumento del calor es perjudicial para la salud del animal y en función de las condiciones climáticas, pueden distinguirse dos categorías de estrés por calor:
- Estrés por calor agudo: aumento breve y rápido de la temperatura
- Estrés por calor crónico: temperatura ambiente elevada durante períodos prolongados.
Además del aumento de la mortalidad, los efectos indirectos de ambas formas de estrés por calor pueden provocar:
- Reducción de la ingesta de pienso y del rendimiento
- Síndrome de intestino permeable
- Inmunodepresión
- Reducción de la calidad de la canal
- Impacto económico
ENTENDER EL ESTRÉS POR CALOR
Para mitigar con éxito estos efectos, tenemos que comprender las reacciones fisiológicas subyacentes causadas por las altas temperaturas.
Incluso un breve periodo de estrés por calor extremo puede desencadenar problemas metabólicos en el animal.
Al aumentar el calor, se activan los mecanismos de enfriamiento. El flujo sanguíneo se desvía, dirigiendo la sangre hacia los vasos sanguíneos dilatados que se encuentran bajo la piel. Aquí, el exceso de calor puede liberarse por convección al aire circundante.
Sin embargo, este mecanismo tiene un precio:
los órganos internos, especialmente el intestino, sufren rápidamente la reducción de la circulación y el tejido intestinal, que suele estar muy abastecido de sangre, se vuelve hipóxico.
ENFOQUE: PROCESOS INFLAMATORIOS
Sin un suministro adecuado de oxígeno, los tejidos sufren rápidamente daños duraderos. Existen a su vez varios mecanismos que contribuyen a este daño:
- Las proteínas de choque térmico se regulan al alza y se desencadena la respuesta inflamatoria.
- Aumento de la producción de radicales libres dañinos para los tejidos, como son los ROS (especies reactivas del oxígeno) y los RNS (especies reactivas del nitrógeno).
- Se reduce la expresión de las proteínas de las uniones estrechas.
- Desequilibrio de la microbiota intestinal.
La suma de estos efectos desencadena el “síndrome de intestino permeable», una condición crónica en la que bacterias u otras sustancias, en el intestino afectado, potencian la inflamación sistémica crónica y da como lugar a pérdidas del rendimiento.
BIENESTAR Y RENDIMIENTO
La inflamación crónica no es beneficiosa para el bienestar de los animales. Un intestino permeable y afectado no es capaz de reabsorber eficazmente los nutrientes. En las aves de corral sometidas a estrés por calor, varios estudios han demostrado efectos negativos sobre:
- Aumento de peso
- Calidad de la canal
- Digestibilidad e índice de conversión
- Tasa de puesta
- Incubabilidad
- Fertilidad
La alta demanda de carne de ave en los países en desarrollo ha acelerado el crecimiento de la producción avícola. Se ha observado un gran incremento de la producción en los últimos años en países de clima cálido, en donde el estrés por calor puede traer mayores retos para una producción eficiente.
¿QUÉ HERRAMIENTAS TENEMOS PARA CONTRARRESTAR EL ESTRÉS POR CALOR?
Afortunadamente, podemos ayudar a nuestros animales de maneras diferentes. Se pueden considerar algunos cambios a nivel de granja para mejorar las condiciones ambientales, como:
- Densidad de población
- Ventilación y refrigeración por aspersión
- Construcción general de las naves
- Abastecimiento de agua
- Horarios de iluminación y alimentación
Adaptar la alimentación también es otra forma de ayudar a los animales durante los periodos de calor. Además de cambiar las horas de alimentación a las horas más frescas del día, también se puede optimizar la formulación de las dietas.
Algunos aditivos para piensos son especialmente beneficiosos para sus animales durante el estrés por calor:
- Minerales orgánicos
- Probióticos
- Betaína
Estos aditivos pueden proteger a los animales contra la deshidratación, el estrés oxidativo y los desequilibrios intestinales.
EL EXTRACTO DE CORTEZA DE SAUCE COMO ADITIVO
Otra forma de aliviar el estrés por calor es mediante el uso de suplementos para el agua de bebida. Esta forma permite suministrar sustancias valiosas en cantidades suficientes a través del agua de bebida, sobre todo cuando se reduce la ingesta de pienso.
El aporte de antioxidantes como la vitamina E y el selenio, pero también de zinc, tienen importantes beneficios. El uso de la vitamina C también está muy extendido por su efecto antioxidante.
Por otro lado, la mitigación de la respuesta inflamatoria es una tarea que a menudo se pasa por alto, pero que es igualmente importante.
Las sustancias fitoactivas naturales, como la salicina, son una gran ayuda a la hora de reducir la respuesta inflamatoria y aumentar la capacidad antioxidante.
La salicina es un compuesto presente en la corteza de sauce, ampliamente conocida por sus propiedades antiinflamatorias.
La corteza de sauce en ocasiones se usa como una alternativa a los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ácido acetilsalicílico.
La poderosa combinación de extracto de corteza de sauce, vitamina C y betaína en Stress Pack Xtra proporciona una ayuda eficaz de rápida aplicación, para sus animales cuando se enfrenten al estrés por calor o a cualquier otro desafío inflamatorio.