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Memorias aviFORUM CARNE: D. David Speller

Escrito por: David Speller
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formación avicultura

David Speller participó en el aviFORUM-CARNE de Madrid con la ponencia titulada ”Ventilación en climas húmedos y fríos para minimizar la pododermatitis plantar en broilers”.

David Speller es Consultant of Applied Group.

”Ventilación en climas húmedos y fríos para minimizar la pododermatitis plantar en broilers”.

La incidencia de Pododermatitis Plantar o Foot Pad Disease (FPD) no es solo un indicador clave de bienestar durante las inspecciones realizadas por las autoridades sanitarias, sino que también puede conducir a una reducción de los beneficios obtenidos con el lote.

Las ulceraciones en la cara plantar de la pata de los broilers provoca incomodidad a la hora de desplazarse por las instalaciones, impidiendo su llegada a los comederos y bebederos, lo cual se traduce en una menor ganancia de peso, peor calidad de las carcasas y el impedimento de los procesadores de comercializar patas libres de lesiones en mercados como el chino.

La principal causa de FPD es una cama húmeda y pegajosa, aunque en nuestras propias granjas también hemos detectado una asociación con heces pegajosas.

La lesión FPD comienza con la erosión superficial de la piel causada por las condiciones de la cama y progresa hasta convertirse en una úlcera. Esta lesión, además de ser dolorosa, constituye un punto de entrada de bacterias causantes de infecciones.

El objetivo de esta ponencia es el abordaje específico del manejo de la ventilación para garantizar que la cama de la nave de engorde se mantenga seca y mullida, de forma que se reduzca la incidencia de FPD. Otros factores como el tipo de cama, el manejo de los bebederos, la nutrición, densidad, genética, manejo de la iluminación, etc., no serán tratados en este caso.

CONTROL DE LA VENTILACIÓN PARA REDUCIR LA FPD

Teniendo en cuenta que la principal causa de FPD en las granjas es la presencia de una cama húmeda y pegajosa, mantenerla seca y mullida debe ser el objetivo primordial. Cabe resaltar las patas de los broilers jóvenes son más blandas y delicadas, por lo que son más susceptibles de sufrir lesiones con la consiguiente aparición de pododermatitis.

Qué debe ser considerado un clima húmedo y frío depende de las diferencias entre el ambiente externo y las condiciones internas de la nave. Lo que nos debe preocupar es la diferencia entre el exterior y el interior, y no necesariamente la temperatura específica o la humedad relativa del exterior.

PRINCIPIOS BÁSICOS DE LA COMBINACIÓN DE AIRE Y HUMEDAD

EL PROBLEMA DE VENTILAR EN CLIMAS HÚMEDOS Y FRÍOS

En primer lugar, debemos conocer cuánto aire debemos introducir en la nave de engorde en cualquier momento. Todos somos conscientes de que la cantidad de aire necesaria depende del peso vivo total de la nave. Muchas aves pequeñas requieren menos aire que muchas aves grandes. Además, sabemos que en climas cálidos se necesita más aire que en climas fríos.

Aparte de renovar el oxígeno en la nave de engorde, un considerable volumen de aire circulante sirve para mantener a las aves frescas, así como para retirar humedad, polvo y gases residuales. Las necesidades actuales del ave para reponer el nivel de oxígeno son relativamente bajas (aproximadamente, 0.5 m3/Kg/h).

Tal y como se ha mencionado anteriormente, las aves jóvenes -con una piel más sensible en las patasson más susceptibles a padecer una pododermatitis, dado que sus células epiteliales se erosionan fácilmente formando una lesión.

Además estas aves son más pequeñas, por lo que necesitan menos ventilación y pueden presentar más problemas de lesiones.

Por ello, es necesario conseguir una cama seca y mullida para minimizar la pododermatitis, lo cual se logra con una ventilación cálida y seca. Pero tenemos aves jóvenes con bajos requerimientos de ventilación y lo que introducimos en la nave de engorde es un bajo volumen de aire tan frío y húmedo como el exterior.

Nuestra única opción es introducir aire frío y húmedo en la nave y dejar que se mezcle con el aire más cálido lejos de los broilers, con el fin de que éstos reciban una mezcla de aire rico en oxígeno y habiendo dejado salir parte del aire “viejo” a través de los extractores o de las salidas naturales de aire.

Sin embargo, este bajo volumen de aire frío y húmedo hace todo lo que no queremos que haga. Está frío, por lo que desciende hasta las aves, está húmedo por lo que toda la humedad acaba condensando en alguna parte, y su bajo volumen hace que no tenga un gran recorrido.

DISEÑO DE LA NAVE PARA FACILITAR LA VENTILACIÓN EN CLIMAS HÚMEDOS Y FRÍOS

Existen numerosos diseños de naves de engorde por todo el mundo, una estructura y mecanismos de ventilación dependientes de las condiciones más comunes.

A menudo, el objetivo central es mantener a las aves frescas en el verano, dado que el estrés por calor puede provocar la muerte de los broilers.

Por otro lado, una ventilación deficiente en climas fríos –a pesar de tener un impacto sobre el rendimiento- no suele provocar mortalidad.

En países con una temperatura relativamente fresca durante todo el año, vemos naves con techos altos para conseguir que el aire frío se mantenga lejos de las aves, mientras que en zonas con climas cálidos los techos son bajos para crear mejores túneles de viento durante la ventilación.

Generalmente, estas naves con techos bajos son los que suponen un mayor reto para la ventilación en climas húmedos y fríos.

¿CÓMO PODEMOS CONTROLAR LA VENTILACIÓN EN CLIMAS HÚMEDOS PARA MINIMIZAR LA PODODERMATITIS?

Debemos aceptar los parámetros que no podemos cambiar, o al menos no fácilmente dentro del presupuesto de una granja de engorde: la temperatura externa y la humedad.

Ahora, consideremos lo que sí podemos controlar: el número de entradas de aire, el tamaño de la columna de aire que queremos introducir en la nave y su velocidad.

Sabemos que el aire frío y húmedo es pesado y que se requiere una mayor fuerza para moverlo, aunque una vez que está en movimiento se requiere menos energía para mantenerlo en movimiento.

Por ello, debemos conseguir una presión de aire suficiente para mover el aire -como por ejemplo, modulando los controles de los ventiladores-, pero en el caso de tener ventiladores en continuo funcionamiento se podría reducir la presión ligeramente para no provocar una velocidad excesiva de aire que provoque turbulencias a nivel de las aves.

Debemos recordar la forma en la que el agua caliente sale de una manguera y que el aire se mueve como el agua, y que una columna de aire más grande se desplaza más que un fino chorro de aire. Por ello, en el caso de climas húmedos y fríos es mejor buscar menos corrientes de gran tamaño que muchos pequeños chorros de aire. Algunos fabricantes de entradas de aire han intentado lograr que esto ocurra de forma automática.

¿CÓMO PROVOCA EL DESCENSO DEL AIRE FRÍO UNA CAMA HÚMEDA Y PEGAJOSA?

Lo primero que ocurre cuando el aire frío circulante desciende hasta el suelo es que cae sobre la superficie de la cama, haciendo que ésta se enfríe, lo que permite que la humedad cálida que proviene del interior de la cama -o la humedad del aire caliente encima de la cama se condensa sobre la superficie de la cama, creando unas condiciones húmedas y pegajosas.

Esto es especialmente llamativo si ocurre durante los periodos de oscuridad, cuando las aves descansan y el movimiento de aire por la nave es menos turbulenta, sin las corrientes térmicas generadas por el calor corporal emitido por los broilers. Adicionalmente, las aves se sientan sobre la cama, llevando el aire húmedo y cálido que rodea su cuerpo hacia la cama, donde la humedad se condensa.

La clave de una ventilación eficaz, que reduzca la aparición de pododermatitis es lograr mantener el aire frío y húmedo por encima del ave durante el tiempo suficiente para que pueda mezclarse con el aire cálido. Por otro lado, se debe conseguir que el aire se desplace lo suficientemente lejos para renovar el aire en todas las zonas de la nave de engorde.

Es posible ventilar la mayoría de las instalaciones en climas húmedos y fríos, pero cada sitio es único y requiere de una puesta en marcha inicial y una monitorización. En definitiva, el flujo de aire debe comprobarse con una máquina de humo, ya que es la única forma de ver dónde el aire se dirige y predecir su impacto sobre las aves y la cama.

 

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