Ricardo Martín, Responsable comercial y técnico de Biodevices & Automation Europa del Sur en Zoetis, participó en el incubaFORUM-2019, jornada celebrada en el Wanda Metropolitano de Madrid, con la ponencia titulada «Innovación en las salas de Incubación»
Para hablar de innovación en la avicultura, obviando las mejoras en genética, las nuevas vacunas y métodos de aplicación y los cambios en la alimentación que estén por llegar, ahí es nada, y siguiendo la definición propia según la RAE, necesitamos mejorar un proceso o cambiarlo. La innovación depende de momentos y todos pasan por cómo seamos capaces de interpretar esos momentos o procesos. Es decir, para innovar en las salas de incubación necesitamos alterar lo existente pero, lógicamente, esto tiene que ser productivo y estar dentro del plan de viabilidad económica de la empresa.
A día de hoy, podemos decir que la gran mayoría de las salas de incubación han cambiado, algunas aun lo están haciendo o se plantean el cómo, a sistemas de carga única, otras han buscado una cambio sobre los sistemas tradicionales de recepción de huevo y envío de pollito de 1 día, pero siempre realizando inversiones considerables y buscando mayor rentabilidad que en este caso es mayor cantidad de pollitos y calidad y menor riesgo al menor coste posible y todo esto al intentar hacer único un proceso masivo, es decir, tratar de gestionar cada huevo de la mejor manera posible e independientemente dándole a cada uno lo que necesita dentro de unas variables múltiples)
Además, hemos entendido que los métodos preventivos funcionan y que debemos gestionar correctamente todos los aspectos alrededor del huevo-pollito:
- Correcto manejo-recolección y transporte desde granja
- Mayor control en el manejo a la recepción y carga en incubadoras de los huevos
- Elección y vacunación Inovo exacta y precisa
- Vacunación al día de vida eficiente
- Gestión de residuos con mayor bioseguridad
- Tiempo correcto de transporte
- Acceso controlado a agua/comida de pollitos
Todo esto, y viendo como avanzamos en otras áreas de la vida, se ira optimizando y muy probablemente mejoremos gracias a la inteligencia artificial la cual será de gran ayuda para poder entender qué tenemos y como sacarle el mayor partido en el momento necesario y preciso. Ya se habla de una 4º revolución industrial y los cambios progresivos que estamos haciendo nos están guiando a este proceso. Pero antes de llegar a ese futuro, con AI y usando nuestra inteligencia humana, tenemos una realidad la cual nos indica que las salas de incubación siguen avanzando en su proceso de transformación, y que cada una, con su “big data” interno, busca la mejora en su eficiencia
Es decir, mejorar sus valores productivos para ofrecer a sus clientes el mejor producto en todos los aspectos y que sea lo más eficiente posible para la empresa. En un estudio interno de Zoetis, 2019, donde se mide la eficiencia de las salas de incubación comparando los equipos de Zoetis KLAutomation vs otros equipos de automatización y con salas sin automatización alguna, se observa que la producción de pollitos por operario/hora es mejor en aquellas salas donde se ha automatizado al completo con equipos nuevos y robótica que en aquellas donde hay equipos tradicionales de automatización o ninguno, y esto expresado financieramente representa unos beneficios muy importantes para las empresas del sector avícola ya que son mucho más eficientes de lo que lo eran antes del cambio.
En el resto de industrias similares a una sala de incubación, la automatización, además del proceso productivo, abarca el conjunto de operaciones y procesos automáticos que inciden en la comercialización del producto y en la consecución de las metas financieras de las compañías, es lo que se conoce con automatización global. Y aquí es donde aparece la Robótica para mejorar donde ya existe, o todavía no hay automatización básica, y para dar un cambio a los procesos productivos.
Las prestaciones de los robots, velocidad, flexibilidad, precisión, capacidad de carga, mejora en la bioseguridad, etc… superan de lejos las de los humanos, evitando además que estos tengan que realizar operaciones rutinarias o peligrosas. Y por esto las salas de incubación están dejando de ser un centro repleto de personal y, por ende, complicado de controlar y gestionar desde un punto de vista aséptico y operativo. Las empresas de prevención de riesgos han venido alertando de los riesgos que conllevan las cargas y procesos bruscos en el cuerpo humano y ahora sabemos que tenían razón ya que cada vez somos más precisos a la hora de determinar si una labor genera roturas o daños sobre el cuerpo humano.
Según realicemos el manejo de las cargas estas multiplicaran su peso repercutiendo toda la presión sobre un punto. Como ejemplo, los giros con carga generan daños en la columna y más en concreto en el disco intervertebral. Los robots son una herramienta ya disponible que nos hace más precisos, asépticos, flexibles, mas rentables y sobre todo más humanos
Nuestras salas de incubación ganan en eficiencia consiguiendo mejor calidad y cantidad de pollitos con un mayor control y esto, indudablemente, nos va a ayudar a una transición hacia los sistemas de inteligencia artificial. Vamos a ser competitivos dentro y fuera de nuestras fronteras.