En las últimas décadas, la producción avícola a gran escala y la selección genética animal han aumentado el potencial de producción de los animales; sin embargo, al mismo tiempo han reducido la rusticidad de los animales alojados en edificios donde la calidad del aire puede degradarse fácilmente por los contaminantes del aire, lo que representa un riesgo para la salud de los animales y los trabajadores de la granja.
La calidad del aire puede ser un factor de estrés ambiental importante en la producción comercial de cerdos y granjas avícolas con altos niveles de gases nocivos, polvo y bacterias que contribuyen a la supresión del crecimiento y al desarrollo de infecciones pulmonares (CARGILL & SKIRROW, 1997; SKIRROW, 1993).
La salud respiratoria de los animales puede verse comprometida por contaminantes como gases, polvo, endotoxinas y microorganismos (HARTUNG, 1994). Los contaminantes clave conocidos en el aire de las granjas son partículas como polvo, microorganismos y sus toxinas, y gases como amoníaco, dióxido de carbono y más de 100 gases como los ácidos volátiles (Tabla 1).
En condiciones de producción comercial, las partículas suspendidas en el aire contienen una mezcla de material biológico de una variedad de fuentes, con bacterias, toxinas, gases y compuestos orgánicos volátiles.
Los patógenos microbianos primarios y oportunistas pueden causar directamente enfermedades infecciosas y alérgicas en los animales de granja, y la exposición crónica a algunos tipos de contaminantes transportados por el aire puede exacerbar enfermedades ambientales multifactoriales.
También se ha demostrado que la exposición a bioaerosoles causa broncoconstricción, hipersensibilidad y aumento de las células inflamatorias en los fluidos de lavado alveolar bronquial (MALBERG & LARSSON, 1992). Se supone que la broncoconstricción seguida de una ventilación reducida de los pulmones puede ser causada por la endotoxina inhalada.
Con la ocurrencia de enfermedades, la solución de rutina que se utiliza es tratar a los animales con antimicrobianos, pero cada día se descubren nuevos microorganismos resistentes a principios activos y hay menos moléculas químicas nuevas disponibles para el tratamiento. Además de esto, el mundo está siguiendo la práctica de la reducción/uso prudente de antimicrobianos.
Cabe resaltar también que el uso indiscriminado de los antibióticos puede alterar el equilibrio de la microbiota intestinal, causando a la disbacteriosis.
Sabemos que las medidas de bioseguridad se han convertido en fundamentales en la producción animal, como método alternativo para controlar la diseminación de los patógenos durante el ciclo productivo y adicionalmente también es posible como medida de bioseguridad realizar la desinfección aérea que funciona como método de control de microorganismos a nivel del ambiente.
Es importante resaltar que esta aplicación se debe realizar con los principios activos recomendados para esta finalidad y con tamaños de partículas adecuados para evitar problemas a nivel del tracto respiratorio de los animales
¿CÓMO FUNCIONA LA DESINFECCIÓN AÉREA?
La desinfección aérea es el proceso de suspensión de partículas de desinfectante en el aire durante un período de tiempo con la intención de lograr el efecto de reducir la propagación de patógenos y mejorar la calidad del aire en cualquier ciclo de producción e instalaciones veterinarias.
Los microorganismos dentro de las partículas en el aire pueden morir por actividad. Esto aumentará el peso de las partículas y hará que caigan al piso, esto también puede cambiar el nivel en el que los patógenos ingresan al tracto respiratorio si se inhalan.
De acuerdo con WADDILOVE (2020), el producto debe ser seguro para los animales y humanos, esto excluye los productos de formalina utilizados para fumigación, pero también el glutaraldehído y los compuestos de amonio cuaternario. También necesita tener una actividad probada contra patógenos que se transmiten normalmente por el aire, incluso los virus, bacterias y hongos.
En lugares con una alta cantidad de patógenos, como en hospitales veterinarios, la desinfección con un desinfectante compuesto de Monopersulfato de potasio (VirkonTM S, Antec, Reino Unido) resultó en un reducción significativa de los niveles bacterianos (DUNOWSKA et al., 2005; PATTERSON et al., 2005).
Reducción significativa de lesiones pulmonares y pleuritis cuando se aplica 2 veces al día durante 5 minutos.
Reducción de la mortalidad y los costos de medicamentos, cuando se aplica en la fase de Wean-to-finish 3 veces al día durante 10 días seguido de un intervalo de 10 días. El ciclo se repitió 5 veces.
Una reducción de 82% en los costos de medicación y aumento de 700 gramos de producción de carne en peso al sacrificio.
Además, la disminución de los niveles de seroprevalencia de importantes enfermedades virales en porcinos, Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino y Enfermedad de Aujesky.
La desinfección de aire ya estaba en uso en esta granja, sin embargo los ingredientes activos, glutaraldehído y compuesto de amonio cuaternario, fueron reemplazados por VirkonTM S para esta prueba.
En ambientes con alta cantidad de patógenos, como en hospitales veterinarios, la desinfección con desinfectante compuesto por Monopersulfato de potásio (VirkonTM S, Antec – UK) resultó en una reducción significativa en niveles bacterianos sobre las superficies de las instalaciones (DUNOWSKA et al, 2005; PATTERSON et al., 2005).
Controlar las condiciones ambientales y reducir la presión patogéna, especialmente durante el ciclo productivo, son factores fundamentales para producir más y con mejor calidad. Sus beneficios no se limitan solo al aire.
El uso de un producto desinfectante moderno, eficaz y seguro para la desinfección aérea puede reducir la cantidad de patógenos y, al hacerlo, las posibles infecciones secundarias y, por lo tanto, mejorar el rendimiento de los animales, reducir el uso y el costo de los medicamentos y, al mismo tiempo, mejorar la conversión alimenticia y ganancia de peso.
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