Los pavos se caracterizan por su alto grado de dimorfismo sexual lo que exige separar machos y hembras durante la crianza.
Este dimorfismo es más acusado a partir de las 7-8 semanas de vida por lo que la nutrición separada suele realizarse a partir de esta edad.
Las necesidades nutricionales de los pavos de engorde son muy elevadas durante las primeras 6 semanas de vida y marcarán el futuro desarrollo muscular y la calidad del esqueleto del ave.
Los programas de alimentación para el engorde de pavos comerciales constan de 6 a 8 fases o tipos de pienso, en función del peso al sacrificio.
En nuestro país, es habitual el programa de 6 piensos en estirpes medias y de 8 piensos en estirpes más pesadas (sacrificio con 15 kg los machos y 8,5 kg las hembras).
En todo caso, son los objetivos productivos y las condiciones de explotación los que determinan la elección de uno u otro programa de alimentación. Los programas de alimentación que se indican en el apartado correspondiente para pavos machos de estirpes medias podrían verse modificados en la nuevas estirpes (Óptima y Premium) introducidas en el mercado.
Estas líneas presentan características intermedias entre las estirpes pesadas y medias, combinando la mayor capacidad de deposición de tejido magro de las primeras, con la mayor velocidad de crecimiento de las segundas para PV de 18 kg en machos y 10 kg en hembras.
Las áreas claves a considerar en la programación de la alimentación de pavos de engorde son:
- Presentación del pienso,
- Niveles óptimos de AA y macrominerales (Ca, P y Na+)
- Control de la incidencia de procesos digestivos y de aplomos.
Presentación del Pienso y Tamaño de Partícula
El consumo en pavos viene determinado tanto por la presentación como por el contenido energético del pienso. El pavo, especialmente en las primeras semanas de vida, es muy sensible a la calidad del gránulo y tiende a reducir el consumo según aumenta el porcentaje de finos. De aquí la importancia de lograr gránulos de calidad, evitando en todo caso una textura excesivamente dura.
Debido a las dificultades en el consumo en relación con el tamaño del pico, se recomienda utilizar migas o microgránulos durante los primeros 21 días de vida.
Es importante que el tamaño de la miga sea uniforme y con ausencia casi total de finos. En caso de utilizar micro-pellets, deben evitarse gránulos excesivamente largos (> 5 mm), ya que las partículas gruesas no se adaptan a las dimensiones del pico y son rechazados durante los primeros días de vida.
En caso de problemas digestivos podría ser recomendable utilizar piensos en harina o incluir cereal entero o troceado grueso en el pienso a partir de las 7 semanas de vida
La inclusión de trigo entero probablemente tenga el mismo efecto que la fibra insoluble en relación con la fisiología digestiva y el control de camas húmedas. Estas prácticas logran corregir en cierta medida los problemas digestivos, que se deben en gran medida a sobreconsumo de pienso.
Caso de utilizar piensos en harina, deben buscarse presentaciones uniformes sin partículas finas y añadir grasa en cantidad suficiente para aglomerar el polvo y facilitar la aprehensión, evitando que el consumo se vea afectado.
Necesidades Energéticas
Las necesidades energéticas de los pavos en engorde no son excesivamente elevadas, pero debido a sus altas necesidades en proteína y minerales, los piensos incorporan cantidades altas de grasa.
Como resultado, la dureza y durabilidad del pienso tienden a disminuir y el porcentaje de finos a aumentar, lo que resulta en una reducción severa del consumo.
Si la calidad del gránulo no se ve afectada, la suplementación lipídica mejora de forma notable los resultados productivos del ave.
Los programas de alimentación para hembras son específicos y diferentes a los de los machos ya que tanto sus necesidades en nutrientes (p.ej.: Lys, Ca) como el peso al sacrificio varían hasta la semana 10 de vida, ambos sexos se comportan de forma similar en cuanto a crecimientos.
A partir de esta edad (peso vivo de 8,5-9,0 kg) y hasta el sacrificio, machos y hembras precisan recibir programas de alimentación diferentes. Las hembras reciben los mismos piensos que los machos pero cambiando al pienso siguiente con menos semanas de vida.
En los últimos años, debido a la mejora genética, ha aumentado la utilización para hembras de piensos con niveles de energía similares a los de los machos pero con niveles inferiores en Lys (y resto de AA), Ca y P.
Necesidades en Fibra Dietética
No existe mucha información sobre las necesidades en fibra de los pavos de engorde. Probablemente sus efectos sobre la fisiología digestiva sean similares a los observados en el pollo de carne. Muchos de los efectos de la fibra se deben a su naturaleza físico- química, debiéndose evitar excesos de fibra soluble. Por ello, en la tabla de necesidades correspondiente se admite un amplio rango de valores de esta fracción en la dieta.
Necesidades en Ácido Linoleico y en Grasa
El pavo se comporta de forma similar al pollo de engorde en relación a la utilización de grasas. De hecho, un exceso de Linoleico no crea problemas graves de calidad de la canal. Por otro lado, las altas necesidades nutricionales de estas aves hacen necesario un mayor control de calidad de las grasas utilizadas. De hecho, el pavo utiliza muy eficientemente la grasa añadida al pienso.
Necesidades en Proteína Bruta y Aminoácidos
Las necesidades en PB de los pavos para una óptima productividad son muy elevadas, y superiores en relación con la energía al resto de aves domésticas. Lisina, AA azufrados y Thr suelen ser los AA más limitantes, seguidos posiblemente de la Arg en piensos basados en trigo.
En la mayoría de los países desarrollados la pechuga es la parte más valorada de la canal, contribuye al menos al 30% del peso del ave y origina más del 60- 70% de los ingresos.
En el caso de los pavos, las necesidades en AA para maximizar el rendimiento en pechuga exceden a las necesidades para un óptimo crecimiento.
La información sobre las necesidades proteicas es limitada. En esta monografía se han utilizado datos de distintos autores.
En las tablas 1 y 2 se ofrecen datos de diversas instituciones y empresas de genética sobre la proteína ideal en pavos hasta las 9 semanas y desde las 9 semanas de edad, respectivamente.
El concepto de proteína ideal que se propone en la tabla 3 se basa en la relación de AA esenciales digestibles y Lys digestible según edad del ave.
El desarrollo más precoz en las seis primeras semanas de vida del pavo, así como su mayor porcentaje en pechuga, sugiere la necesidad de un aporte de Lys superior al propuesto.
Sin embargo, un aumento del suministro de este AA implica aumentar las cantidades del resto de AA, lo que supone incrementar la inclusión de materias primas proteicas y, por consiguiente aumentar el nivel de PB y grasa del pienso.
Los cambios en el pH digestivo que implica la medida anterior, unido al pH básico “per se” del tracto digestivo del pavo, dificultan la correcta digestión y absorción de la PB, siendo ésta una de las principales causas.
Necesidades en Macrominerales
Las necesidades en Ca y P digestible de los pavos son muy elevadas, aunque los niveles utilizados se han reducido de forma considerable en los últimos años. Esta reducción se ha debido en gran parte a la mejora genética de las estirpes comerciales, la necesidad de reducir los problemas de contaminación ambiental, la utilización de fitasas y el mayor conocimiento del metabolismo mineral de estas aves. Así, el aumento del tamaño de partícula de la fuente de Ca, en combinación con la acidificación del tracto grastrointestinal y el uso de fitasas, permiten reducir de forma notable los niveles de este mineral.
La coincidencia en el tiempo de las mayores necesidades en Ca, P y PB influye de forma notable sobre el pH digestivo. Un factor importante a considerar, dadas las elevadas necesidades en Ca de los pavos y su influencia sobre el pH digestivo, es el contenido en este mineral de los piensos. Nuestras recomendaciones en Ca y en la relación Ca:P digestible son inferiores a los valores indicados por las compañías de genética, sin que se hayan observado repercusiones negativas sobre los procesos de formación de las diferentes estructuras óseas.
Esta práctica podría reducir la tendencia a depositar el exceso de Ca en los tendones del ave, mejorando los aplomos y la movilidad. En estas recomendaciones se han considerado aportes moderados de Ca y P que, en ambos casos, se benefician de la inclusión de fitasas en los piensos.
La presencia de camas húmedas y la incidencia de pododermatitis es un problema grave en pavos a cualquier edad. El contenido en Na+, K+ y Cl- de los diferentes piensos se ha de considerar por separado y en su conjunto (BE; equilibrio electrolítico), en relación a su incidencia en la aparición de camas húmedas, consumo de pienso, formación del esqueleto, pododermatitis e hipertensión y cardiopatías.
El pavito joven podría ser más susceptible a problemas metabólicos causados por un exceso de Na+ que el ave adulta. Desde el punto de vista nutricional, el problema se complica debido al alto contenido en harina de soja de los piensos comerciales. La harina de soja contiene altos niveles de K+ y de oligosacáridos, lo que junto a un exceso de proteína y sal en la ración, pueden dar lugar a mayor incidencia de problemas digestivos. De aquí la conveniencia de diversificar las fuentes proteicas en piensos para pavos.
Ciertas estirpes actuales presentan una predisposición a consumir menos agua de lo que cabría esperar. La relación agua:pienso está próxima a 2,2:1, relación que a menudo no se alcanza en pavos machos de estirpe media hasta aproximadamente las 12 semanas de vida. Durante las 6 primeras semanas de vida, coincidente con un contenido muy elevado de proteína de los piensos, el consumo de agua es especialmente alto, alcanzándose relaciones de 2,8:1 con independencia de la estirpe.