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Arrancó como Gerente de Investigación y Desarrollo en Nutrición de Monogástricos, en la sede corporativa de la empresa en Saint Louis, Missouri; cargo que ocupó por tres años. Posteriormente fue Gerente Técnico de Brasil, Gerente de Soluciones de América Latina y finalmente, desde hace cuatro años, Gerente Senior de Investigación y Desarrollo para América Latina y África.
“En estos años de trayectoria con Novus, he vivido un período muy interesante de su historia como empresa, parte del proceso de transición de una empresa de metionina, a una empresa con un portafolio robusto de especialidades y soluciones”, indica.
¿Qué importancia tienen las actividades de Investigación y Desarrollo en NOVUS?
Novus es en esencia una empresa de tecnología. La actividad innovadora, a través de la investigación científica, ha sido históricamente un pilar fundamental en las actividades de Novus. Es así que desarrollamos soluciones nuevas para los desafíos que presenta la industria pecuaria global, desde la perspectiva de Nutrición Animal y de la Salud a través de la Nutrición.
Para garantizar nuestra relevancia en el mercado, hay un meticuloso monitoreo de las necesidades presentes y futuras de la industria pecuaria que direcciona nuestro trabajo científico y esfuerzos en el desarrollo de nuevas soluciones. El aprendizaje es constante, y el cambio de rumbo es rápido si la industria así lo requiere.
¿Cuáles son los principales problemas de la industria avícola en la región, vinculados a la nutrición?
Me gustaría mencionar solo algunos ejemplos de problemas y conceptos que la industria en la región está discutiendo actualmente pues la pregunta es abierta y el tema muy extenso.
El costo de alimentación es alto, no importa que tan baratos creas que son tus insumos, siempre son caros. Basta observar los balances contables de cualquier empresa avícola para darle una real dimensión a este costo. Es así que, de forma simplista, el principal problema de una empresa avícola relacionada a nutrición en general es conseguir materia prima barata en abundancia y de buena calidad. La mayoría de las empresas que no están hoy con nosotros no manejaron bien este problema.
“El hacer uso eficiente de los ingredientes que tenemos es una alta prioridad, y hay mucha actividad en la búsqueda de aditivos nutricionales que ayuden a mejorar la eficacia de la dieta”.
La evaluación y monitoreo de la calidad de las materias primas usadas en las dietas es un tema muy importante y en ese contexto hay un interés renovado por una mejor evaluación de la calidad de subproductos de la soja, con un énfasis por entender el papel de inhibidores de tripsina como parámetro de importancia. La baja correlación de los parámetros de calidad de soja usados actualmente con la digestibilidad de aminoácidos y energía de estos ingredientes, aunado al papel que juegan los inhibidores de tripsina en salud intestinal y el desempeño de las aves, justifican este interés.
Otro universo que ocupa un espacio cada vez mayor es la calidad de la carne con una preocupación creciente por la presencia de miopatías tales como pechuga amaderada, estriaciones blancas en pechuga, miopatía pectoral profunda, etc. y la búsqueda de estrategias para reducirlas. La eficacia de estrategias nutricionales viables para este fin necesita ser establecida.
El uso cada vez más restringido de antibióticos promotores de crecimiento y opciones terapéuticas se ha agudizado sea por restricciones en las legislaciones locales o por restricciones comerciales, abriendo un mayor espacio a la evaluación de aditivos tales como aceites esenciales, probióticos, ácidos orgánicos, etc.
Hace años que dejamos de preocuparnos por entender mejor los requerimientos de microminerales y de vitaminas. La idea predominante era que eran insumos de bajo costo y que los niveles practicados industrialmente tal vez no eran los más adecuados, pero eran “seguros” y permitían un óptimo desempeño y salud.
Esta visión es cada vez más desafiada y observamos oportunidades interesantes para hacer ajustes nutricionales que pueden mejorar el desempeño zootécnico, rendimiento de carne, etc., y la rentabilidad de la empresa.
¿En qué medida las enzimas pueden mejorar la eficiencia alimentaria?
El espacio que tienen las enzimas es muy grande. Imagínate que por unas 6 semanas de las 52 semanas del año, tiras a la basura el 100% del maíz, harinas de origen vegetal y animal, etc., que usas en las dietas de las aves. Si, por 6 semanas te paras en la puerta de la fábrica de alimento y mandas eliminar todos los cargamentos de los insumos recibidos a la basura. Parece una locura, pero algo parecido hace el tracto gastrointestinal de las aves todos los días, y más o menos en esa misma proporción (6/52) si pensamos en la digestibilidad de la dieta que estos animales consumen.
Es así que la eficiencia en la utilización de esos insumos es un gran problema y en ese escenario, la adición de enzimas es de gran interés.
Observo en la región un sólido aumento en el uso combinado de enzimas como fitasa, carbohidrasas y proteasas, con diversas estrategias tales como la reducción de costo del alimento, mejora de salud intestinal y/o mejora de desempeño zootécnico.
Con relación a la cantidad variable de inhibidores de tripsina que tienen los lotes de soja recibidos en fábricas de alimento y el efecto negativo que tienen las variaciones en calidad de soja en la salud intestinal y desempeño zootécnico de las aves. Hicimos un trabajo reciente de monitoreo de harinas de soja en la región y observamos valores que pueden causar problemas en campo, mismos que pueden reducirse con el uso adecuado de una proteasa.
¿Cuáles son los beneficios de utilizar microminerales quelados en el sector avícola latinoamericano?
Los beneficios son muy diversos y dependen del tipo de mineral quelado, del mineral per se (Zn, Cu, Mn, Se, etc.) y de la finalidad zootécnica de las aves en cuestión. Existen beneficios tales como la reducción del riesgo en la contaminación de metales pesados, dioxinas, etc., y la reducción en la excreción de minerales al medio ambiente. Sin embargo, hay muchas oportunidades de mejorar parámetros de relevancia económica con un retorno sobre inversión más claros como algunos de los mencionados anteriormente.
Para entender en qué situaciones podemos usar minerales quelados de forma rentable, vale la pena repensar el cómo usamos el concepto de bioeficacia de una fuente mineral vs. una fuente alternativa. Por ejemplo, si decimos que la bioeficacia de un quelato de metionina hidroxianáloga (HMTBA) contra un sulfato es de 200% no significa que podemos usar indistintamente la mitad de quelato en relación al sulfato y obtener el mismo resultado biológico en campo. Esto es porque cada fuente mineral puede tener un potencial de desempeño diferente.
Por ejemplo, el NRC (2001) de cerdos menciona que la biodisponibilidad del Cu de CuSO4 es del 5% y la del Cu de CuO es de 1%. Es una práctica común usar CuSO4 como promotor de crecimiento en cerdos pero ese beneficio no se replica si usamos CuO a una dosis 5 veces mayor. Por tanto, el efecto promotor es característico de CuSO4 y no de CuO.
En estudios conducidos en la región hemos demostrado que ese fenómeno también puede ocurrir con minerales quelatados vs. Sulfatos. Por ejemplo, cuando sustituimos ZnSO4 en broilers por Zn quelato de HMTBA, observamos un aumento de 42 g de peso por ave a los 42 días de edad y y una mejora de 17 puntos en su índice de eficiencia productiva. Este nivel de desempeño no fue alcanzado con ZnSO4 ni en niveles altos de suplementación. Hemos observado mejoras similares cuando sustituimos CuSO4 por Cu quelato de HMTBA. Por lo tanto, este tipo de mineral quelado te puede permitir alcanzar niveles superiores de desempeño que minerales inorgánicos en parámetros de relevancia económica y es así que en pollos de engorda podemos mejorar desempeño zootécnico, rendimiento de carne, calidad de la carne, salud intestinal e inmunidad.
Por tanto, en nutrición industrial, como cada fuente mineral puede tener respuestas biológicas diferentes, el valor de bioeficacia de una fuente mineral vs. otra, no debe ser usado como una taza de sustitución fija ente los dos minerales.
De la misma forma, cuando observamos el efecto biológico de una molécula orgánica, ese efecto biológico debe ser atribuido a esa molécula en particular y no a cualquier mineral orgánico pues el término “mineral orgánico” es muy genérico y envuelve a una larga lista de moléculas diferentes.
¿Cuáles son las consideraciones a tener en cuenta al momento de elaborar la ración, de manera que se pueda reducir el impacto ambiental?
Ese tema es de creciente interés para la industria. En algunas regiones como en la Comunidad Europea, la legislación ha limitado los niveles de suplementación de algunos nutrientes como Zn y Cu, o ha legislado la excreción de algunos elementos.
En América Latina el interés por reducir la excreción de minerales tales como el Zn y Cu empieza a ser visible.
La preocupación es derivada de investigaciones que relacionan la concentración de esos minerales en heces con el aumento en la frecuencia de cepas bacterias resistentes a ciertos antibióticos, de tal forma que, a mayor concentración de Zn y Cu en heces, mayor frecuencia bacterias resistentes a antibióticos.
En ese caso, el uso de minerales quelatados a menores dosis no solo produce los beneficios antes mencionados, sino que ayudan a reducir la excreción de estos minerales en las heces.
De forma general, la principal estrategia para reducir el impacto ambiental es la propia mejora de conversión alimentar pues conlleva a una reducción general de excretas por kg de carne producida.Algunos estudios relacionan la alta excreción de Zn y Cu en heces, a la presencia de cepas bacterianas resistentes a antibióticos. Los aminoácidos sintéticos han ayudado mucho a reducir el impacto ambiental pues permiten usar dietas con menos proteína y mejoran la eficiencia en la deposición de esa proteína en carne.
Actualmente hay muchos factores a valorar y controlar cuando se formula una dieta, ¿cuáles son primordiales a la hora de diseñar los nuevos desarrollos en Novus?
Estamos muy enfocados a diseñar tecnologías que mejoren la rentabilidad del sector en general, sea a través de mejoras en desempeño o eficiencia en la utilización de los insumos; a ayudar a nuestros clientes a mejorar el rendimiento y la calidad de la carne, y a promover la salud de los animales a través de nutrición.
Novus, como empresa global líder en nutrición animal, ¿tiene diversos equipos de técnicos y científicos que trabajan en diferentes proyectos, según sean las prioridades geográficas, o siempre trabajan de manera conjunta en proyectos de investigación de ámbito global?
Desarrollamos nuestras actividades de investigación y desarrollo, y soporte a clientes, con equipos técnicos globales, con su base en Saint Louis, Missouri, EEUU; y equipos técnicos regionales actuando cerca del cliente en los diversos países.
El perfil profesional de cada individuo es muy diferente, así como el ámbito de sus conocimientos. De esta forma tenemos mucha experiencia acumulada en áreas muy diversas. Esto es importante para una empresa de innovación tecnológica.
Hay un esfuerzo muy grande por mantener un ambiente diverso y multicultural dentro de la empresa. Basta visitar nuestras oficinas o ver los nombres de nuestros colaboradores, hay gente de todo el mundo literalmente.
De igual forma, colaboramos activamente con clientes, líderes de opinión, científicos, académicos, consultores, empresas de otras industrias, etc., multiplicando los recursos de nuestro capital humano para servir mejor a nuestra industria.
¿Cuáles son las líneas maestras en términos de investigación que Novus prioriza para sus desarrollos futuros en la región?
En términos generales, estamos desarrollando trabajos en las áreas que antes mencioné. Siempre con un foco muy grande en la rentabilidad de nuestros clientes.
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