En los últimos años, el tamaño de partícula del pienso está cobrando cada vez más importancia en ponedoras, ya que es un factor capaz de influir sobre la capacidad de ingesta que tiene el ave y sobre la funcionalidad del aparato digestivo.
RELACIÓN ENTRE TAMAÑO DE LA PARTÍCULA Y EFICIENCIA DIGESTIVA
La elevada eficiencia digestiva de las gallinas se debe en gran parte a las contracciones que realiza la molleja para moler el alimento.
- Cuando la gallina come partículas grandes, con estructura, la molleja efectúa de 2 a 5 contracciones por minuto que a su vez estimulan estos movimientos peristálticos inversos.
- La fuerza motora de estos movimientos peristálticos inversos es por tanto la molleja, siendo el marcapasos que sincroniza los movimientos del resto del tracto digestivo.
Se ha demostrado que las gallinas que consumen alimento que contenga partículas grandes desarrollan un intestino más grande, mollejas más musculosas y tractos intestinales más largos, que supone la optimización de la digestibilidad de nutrientes y se traduce en un rendimiento superior y salud del animal.
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UNA “PRESTRUCTURA IDEAL” PARA CADA ETAPA DE LA RECRÍA
Podemos definir como “prestructura del pienso” a la combinación de presentación (forma física del pienso) con una determinada estructura (tamaño de las partículas que conforman dicho pienso). La “prestructura ideal” dependera de la edad de la pollita, de su grado de desarrollo y de las circunstancias ambientales en cada momento.
En la fase de recría, se busca obtener una pollita recriada, musculada y con talla, una pollita robusta.
Para ello, es fundamental lograr un gran desarrollo en sus 2 primeras semanas de vida, para lo cual el producto ideal es PullyCare.
Entre las semanas 3 y 5 de la pollita, lo ideal será ofrecerle una migaja con estructura en vez de harina, asegurando así máximo desarrollo, uniformidad y robustez de las futuras ponedoras.
A partir de la semana 6 y hasta la semana 16 de edad, se recomienda pasar a una presentación en harina, siempre que esta harina tenga una óptima granulometría.
Desde la semana 16 a la semana 22 se recomienda usar Pollitas FIME.
- Este periodo de 16 a 22 semanas es crítico para las pollitas porque es cuando alcanzan su madurez sexual, desarrollan su aparato reproductor y fijan el hueso medular, y todo ello ocurre en un periodo de elevado nivel de estrés (últimas vacunas, traslado a la nave de puesta, cambio de instalación, etc.).
- Con la migaja gruesa con estructura ayudamos a la pollita durante este periodo de transición.
En definitiva, las pollitas pueden seleccionar las partículas que comen, por ello, cuando el tamaño y la presentación son adecuados, se maximiza su capacidad de ingesta y en consecuencia, se logra una pollita recriada robusta y desarrollada, que alcanzará su potencial genético en puesta. Sin una presentación y estructura óptima del pienso no podremos realizar una “nutrición de precisión” en nuestras futuras ponedoras.
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