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Nutrición de pollos de engorde durante la primera semana

Escrito por: Mario Penz Junior
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Nutrición de pollos de engorde durante la primera semana

Durante la primera semana de vida, los pollos de engorde sufren varios cambios de desarrollo que ya se inician durante la incubación. El desarrollo continuo de órganos como el tracto gastrointestinal y el sistema inmunológico puede afectar los requerimientos nutricionales durante este período de edad.

Los pollitos salen de una condición embrionaria, donde la base energética de su nutrición es la grasa de la yema y la proteína de la clara. Inmediatamente después del nacimiento, la base energética viene del almidón, componente nutricional al que nunca tuvo contacto en la vida embrionaria y la base proteica de otras proteínas, que pueden tener digestibilidades distintas, dependiendo de las fuentes.

En las primeras horas hay una reducción significativa de los niveles de glicógeno endógeno, que necesitan ser reemplazados, preferencialmente, por glicógeno proveniente del consumo de almidón del maíz u otra fuente de almidón.

Hay una razonable correlación entre el peso de 7 días y el peso de sacrificio. Así tener buen peso a los 7 días tiene una importancia significativa en la producción final del lote. Se recomienda, como referencia, que los pollitos a los 7 días tengan alrededor de 4.5 veces el peso del primer día.

CONSUMO DE ALIMENTO Y AGUA

Este es el primer gran desafío en esta semana de vida de los pollos de engorde. Aquí las preocupaciones básicas están relacionadas con:

La relación consumo agua:alimento debe ser 2:1 desde el primer día de vida. El consumo de alimento y su estructura física, junto con el consumo de agua, juega un punto importante en el inicio de la vida de los pollitos, pues necesitan agua para consumir alimentos al producir poca saliva. Se dice que los “pollos comen, porque beben”.

Los pollos de engorde deben tener partículas groseras a su disposición para verlas fácilmente y así estimular los mecanoreceptores del pico, para mayor consumo. Los pollitos, desde la primera semana de vida, prefieren comer partículas gruesas, cuando se les ofrece esta posibilidad (Bueno, 2006).

Krabbe (2000) mostró que el aumento de las partículas de la dieta de pre iniciación promovió un aumento de la energía metabolizable de la dieta así como incrementó la retención de nitrógeno y de materia seca.

La relación consumo agua vs alimento debe tener una relación 2:1 desde el primer día de vida de los pollos de engorde.

Un consumo inmediato y en cantidad correcta permite el desarrollo y secreción de las enzimas digestivas, que son sustrato dependientes (Nitsan, 1995). También este consumo inmediato permite una más rápida absorción del saco vitelino, que favorece el desarrollo del proceso inmune de las aves.

La cantidad de glicógeno que viene en el pollito, proveniente de su vida embrionaria, no le permite tener niveles normales de este metabolito por más de un día. Después de este período, la apatía del pollito es significativa (Best, 1966).

CALIDAD DE LOS INGREDIENTES

La calidad del alimento es otro tema fundamental para el debido desarrollo de los pollitos en la primera semana. Los pollitos vienen de una condición distinta en la fase embrionaria, dependen de muchos factores ambientales para empezar a ambientarse a una nueva condición.

Conocer la calidad de los ingredientes es el primer paso para que se tenga una dieta eficiente para la primera semana. De nada sirve tener una fórmula teóricamente bien elaborada si el alimento que le llega a los pollitos no tiene nada que ver con la teoría.

Vieira y Moran (1999) ya habían demostrado que 24 horas de retraso en el alojamiento de los pollitos disminuye la ganancia de peso y aumenta la mortalidad.

Halevy et al (2000) mostraron que el ayuno de los pollitos en los dos primeros días de vida compromete el desarrollo de las células satélite y el futuro desarrollo de las células musculares.

Moore et al (2005) también hicieron referencia de la importancia de la leucina en la dieta inicial, pues su metabolito, βhidroxi βmetil butirato, promovió un aumento de peso de pavos y también un aumento de células satélite y un aumento consecuente de peso de músculo de pechuga.

De manera general, los ingredientes de mayor disponibilidad en América son:

MAÍZ

Con respecto al maíz, cada vez se está dando más crédito de que debe ser lo más limpio posible (los procesos de pre limpieza son inevitables) y que sea seleccionado por densidad, empleando mesas densimétricas. Estos procedimientos mejoran la uniformidad del ingrediente y disminuyen significativamente la presencia de micotoxinas.

Silva et al. (2008) mostraron que maíces más densos tienen más energía que los menos densos, tanto para animales más jóvenes como para los más viejos. Los maíces más densos tienen menos presencia de micotoxinas (aflatoxinas, fumonisinas, etc). Los maíces más densos tienen más energía y menos micotoxinas

HARINA DE SOJA

La misma preocupación debe ser tenida en cuenta con la harina de soja. Cuanto más elevado el nivel de proteína cruda, menor es el nivel de fibra cruda y mejor es el desempeño de los pollos en los primeros días de vida (Gerber et al, 2006).

Cuando la harina de soja es de mala calidad, el principal síntoma en la primera semana es la presencia de cloaca sucia, que se presenta porque se reduce la digestibilidad de los ingredientes, proporcionando un aumento de la velocidad de pasaje por el tracto digestivo -aumento del peristaltismo-. Además, favorece el recambio de las células intestinales y altera la composición microbiana del tracto digestivo

Una cloaca sucia en la primera semana de vida se puede presentar por mala calidad de la grasa empleada en la dieta y/o la presencia de polisacáridos no amiláceos (NSP, por sus siglas en Inglés)

HARINA DE CARNE

Referente a la grasa, no solo la calidad es importante, por todo que puede causar en el intestino, descrito arriba. También es importante el tipo de grasa que debe ser empleado en dieta pre inicial. Wiseman y Salvador (1991) ya demostraron que pollitos jóvenes digieren grasas saturadas con menos eficiencia que pollos de engorde más viejos. Los ácidos grasos saturados promueven menos la activación de la colipasa y la formación de micelas, importantes en este período de vida de los pollitos, cuando la actividad de lipasa normalmente es más baja que en períodos posteriores.

Maiorka et al (1997) demostraron que los pollitos en la primera semana no digieren la grasa añadida a la dieta, lo que se identificó cuando se observó que no tenían respuesta con ganancia de peso y conversión alimenticia al aumentarse la grasa (energía) de la dieta.

AGUA

El agua puede ser considerada como ingrediente o nutriente. Su aumento de consumo promueve, de forma lineal, el consumo de alimento que, a su vez, promueve la ganancia de peso (Viola, Penz y Ribeiro, 2005). Todos los cuidados con la cantidad, la calidad y la temperatura del agua son fundamentales para el buen desempeño de los pollitos en la primera y demás semanas de vida de las aves. Los mismos autores identificaron que la falta de agua comprometió el desarrollo de las vellosidades duodenales.

PROTEÍNA Y AMINOÁCIDOS

La proteína y los aminoácidos son componentes nutricionales fundamentales en esta fase de vida de los pollitos. Wijtten et al. (2012), comparando dietas conteniendo proteínas de alta digestibilidad (harina de pescado, proteína de patata y gluten de maíz) con dietas a base de harina de soja, observaron mejores ganancias para los pollos que recibieran la dieta de alta digestibilidad. Esta diferencia se mostró más efectiva en los primeros 4 y 7 días de edad.

Fernandes et al. (2009) ya habían demostrado que el aumento de lisina de las dietas proporcionaba un aumento en los pesos de la pechuga y del filete de pechuga; además de un aumento en el grosor del filete de pechuga, en pollos con 7 días.

Tesseraud et al (2011) identificaron que la metionina tiene una especial función en la primera semana de vida de los pollos de engorde que es la estimulación de la actividad génica de las aves. En la forma de sus metabolitos, glutamina y cisteína, funciona como inhibidor de los procesos oxidativos celulares.

La producción de mucina es importante para proteger el huésped contra la acción de los patógenos, de las enzimas digestivas y del quimo, así como para colaborar en el proceso de la digestión y absorción de los nutrientes. Aminoácidos importantes en la síntesis de mucina, como treonina, glicina + serina y pro cisteína, son fundamentales en las dietas de pollos (Horn et al., 2009 y Lehmann et al., 2009).

En 2010, Wijtten et al., trabajando con una dieta conteniendo un valor normal de proteína y otra con 30% más de proteína que la primera, identificaron un mayor desarrollo del duodeno acompañado de una mayor ganancia de peso en la primera semana de vida de los pollitos. Esto fue observado para pollos machos Cobb 500 y Ross 308. Everaert et al. (2010) observaron que dietas con más proteína favorecen la absorción del saco vitelino en la primera semana de vida de los pollitos, pudiendo ser reconocida por un mejor desarrollo del sistema inmune de las aves, el 70% de la estructura inmune de los tejidos digestivos.

MINERALES

La relación entre calcio y fósforo disponible en la dieta de la primera semana es muy importante. Deben respetar los niveles mínimos de cada uno de los minerales. Granja Experimental de Provimi, Holanda (2011) demostró que la relación ideal está cerca de 2:1 en los períodos de 1 a 3 días y 1 a 17 días de edad.

En la primera semana, si el nivel de calcio aumenta por encima del 1%, manteniendo la relación de 2:1 con el fósforo disponible. Los resultados de ganancia de peso disminuyen.

El sodio es un mineral importante en esta fase de producción. Stevens et al (1984) demostraron que la absorción de glucosa y metionina después de la eclosión puede estar relacionada con una deficiencia de sodio, mineral hace parte del mecanismo de transporte de carbohidratos y aminoácidos.

 

Evidencias prácticas confirman la observación de Stevens et al (1984) pues deficiencias marginales de sodio en esta edad vienen acompañadas por pérdida de peso, aumento de conversión alimenticia y desuniformidad de las parvadas.

Maiorka et al (1998) y Vieira et al (2003) demostraron la importancia de la suplementación de sodio en dietas de pre iniciación y como se comportaron las humedades de las excreciones y de las canales de los pollos de engorde. Los datos muestran que en esta fase específica, aumentar el valor de sodio en la dieta mejora el rendimiento de los pollos sin comprometer las humedades de las excretas y de las canales.

 

CONCLUSIÓN

En la primera semana el pollo es preparado para su máximo desarrollo futuro. Cualquier restricción de ganancia en esta fase, comprometerá el desempeño final de los animales. En la primara semana se desarrolla toda estructura de digestión y absorción, permitiendo un mejor aprovechamiento de los nutrientes en las fases siguientes.

Para leer el artículo completo, ingrese a «Nutrición del pollo durante la primera y la última semana»

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