A medida que avanzan las investigaciones sobre requerimientos de fósforo y calcio en pollos de engorde se observan nuevas consideraciones a tener en cuenta acerca del aprovechamiento de estos nutrientes por parte de las aves.
En esta actividad, los niveles de fósforo disponible y digestible recomendados por las casas de genética y centros de investigación (Tabla 1) muestran una tendencia a mantenerse relativamente elevados en las etapas iniciales y cada vez más bajos en las etapas finales, y del mismo modo con las recomendaciones de porcentajes de calcio:
- Se entiende por fósforo disponible a aquel que puede liberarse en el tracto intestinal como por ejemplo el fósforo no fítico y el liberado por las fitasas endógenas (de baja actividad en las aves) y las fitasas exógenas. La proporción del fósforo de la dieta que desaparece en el intestino delgado es el que definimos como digestible.
Con respecto a los requerimientos, debemos tener en cuenta que investigaciones en el campo de la epigenética demuestran que la capacidad de aprovechamiento del fósforo en las aves puede modificarse cuando variamos los niveles de calcio y fósforo en la alimentación temprana de pollos de engorde.
Dietas con bajos niveles de Ca y P durante 90 horas post eclosión permitieron manejar mejor las deficiencias de fósforo en las fases de crecimiento y finalización de los pollos de engorde, con respecto a dietas con porcentajes mayores de calcio y fósforo en etapas tempranas (Ashwell & Angel, 2008). Además de contar con tablas de diferentes procedencias, podemos calcular directamente el requerimiento basándonos en ecuaciones que contemplen el crecimiento diario, edad, sexo y consumo de alimento.
A modo de ejemplo si nos basamos en la ecuación presentada en las Tablas Brasileñas para Aves y Cerdos 4ª Edición (Rostagno, 2017) para el cálculo de fósforo digestible, obtendremos para dietas de inicio de 8 a 21 días valores de fósforo digestible entre 0,39% y 0,42% de acuerdo al sexo del ave.
Debemos considerar que al llegar a los 3,0 kg de peso promedio del pollo de engorde el ave ha consumido unos 17 gramos de fósforo digestible (lo que equivale aproximadamente 20 gramos de fósforo disponible), de los cuales la mitad lo hace antes de los 28 días. Por lo tanto, es muy importante efectuar una correcta valoración de los ingredientes desde el punto de vista del aporte.
- Valorar la digestibilidad del fósforo de manera correcta permite además ahorrar costos y reducir las emisiones al medio ambiente.
Esto no resulta difícil para fuentes inorgánicas como los fosfatos pero debe prestarse especial atención a los ingredientes de origen vegetal para poder calcular correctamente la cantidad de fósforo fítico que posee la dieta y también la elección de las matrices de las fitasas.
Al formular una fitasa debe tenerse en cuenta la dosis y su respectiva matriz, lo cual dependerá de la cantidad de fósforo fítico que aportan los ingredientes a la ración (Gráfico 1). Actualmente es común la formulación de 1000 FTU por tonelada de alimento balanceado en pollos de engorde y la tendencia es formular con dosis mayores para maximizar el aprovechamiento del fósforo.
Es por ello muy importante la valorización del fósforo fítico así como su variación, para usar la dosis y la matriz correcta de la enzima y evitar que el aporte de la misma sea mayor que la cantidad de sustrato disponible, como se muestra en el (Gráfico 2).
A modo de ejemplo, una dieta de crecimiento formulada con maíz, soja, trigo y cebada (Tabla 2) arroja un valor de fósforo fítico de 0.26%. Debemos considerar que las fitasas de última generación son capaces de hidrolizar entre un 80 y un 90% del fitato presente, es decir que para esta dieta en particular tienen un aporte potencial de 0.20% a 0.23% de fósforo disponible, valor en el cual nos deberíamos basar para elegir la dosis en función de la matriz para cada dosis.
- En términos generales con 1000 FTU obtenemos un aporte de 0.19-0.20% de fósforo disponible lo cual significa que podemos utilizar esta dosis con seguridad para dietas con 0.24% de fitatos o más.
Debemos considerar que estas enzimas también pueden utilizarse en dosis más altas de 2000 a 3000 FTU (lo cual se denomina superdosis) con el objeto de reducir el efecto antinutricional de los fitatos y aumentar la digestibilidad de la dieta en pollos de engorde, ya que dependiendo del pH del medio, el fitato puede formar complejos con los aminoácidos o con cationes como el calcio, disminuyendo la digestibilidad de estos nutrientes y el fósforo contenido en el complejo.
- En este caso la recomendación es formular con la matriz correspondiente a la cantidad de fitatos presentes y el resto queda “on top”, estrategia que ha demostrado mejoras de desempeño.
Otras cuestiones a considerar son, la velocidad de acción de la fitasa para degradar el IP6 (ácido fítico), el rango de acción a diferentes valores de pH, valoración energética y proteica en combinación con otros aditivos nutricionales y cuestiones técnicas como tamaño de partícula, capacidad de mezclado y termoestabilidad.
- En relación al calcio, en una dieta convencional la principal fuente la constituye el carbonato de calcio.
Debemos tener en cuenta que la solubilidad de este ingrediente afecta la digestibilidad del fósforo y la acción de las fitasas, especialmente si existen altos valores de solubilidad inicial. Por ello también debemos considerar este aspecto al momento de valorizar la matriz de una fitasa.
- La solubilidad del carbonato de calcio depende del origen y del tamaño de partículas (DGM).
Se ha encontrado que en ausencia de fitasa, dietas con altas concentraciones de Calcio (1% vs 0.6%) la digestibilidad del fósforo disminuye y lo mismo ocurre con un reducido tamaño de partículas (75 micrones vs 402 micrones de DGM).
En este escenario, la adición de 1000 FTU de una fitasa aumentó la digestibilidad del fósforo y del calcio, lográndose los mayores valores con el carbonato de calcio más grueso y los menores valores de Ca total en la dieta (S.W. Kim, R. Angel, and M. Proszkowiec-Weglarz 2018).
Con respecto a las recomendaciones de niveles de calcio continuamos hablando de calcio total con avances de investigación hacia el siguiente paso que debería ser la formulación con calcio digestible.
Los valores recomendados por las diversas fuentes relacionan el calcio total con el fósforo disponible en valores de 1,8 a 2,2 y de calcio total/fósforo digestible de 2,3-2,4.
Si consideramos los valores de digestibilidad del calcio determinados sobre ingredientes vegetales, fosfatos y carbonatos con la adición de fitasas, podemos decir en términos generales que una dieta con 0,35% de fósforo digestible podría llegar a valores de calcio digestible cercanos a 0,50%, lo cual daría una relación Ca digestible/P digestible de 1,4 (Tabla 2).
Esta misma Tabla 2 muestra las proporciones de calcio y fósforo en sus diferentes formas en una formulación de crecimiento para pollos de engorde:
También podemos observar en los Gráficos 3 y 4 que la mayor parte del aporte de fósforo es proporcionado por la fitasa (aproximadamente el 50%) que está hidrolizando el 80% del fosforo fítico y por el fosfato:
En cuanto al aporte de calcio total el carbonato de calcio es el principal participante (Gráfico 5) por lo que debemos prestar especial atención a las características de granulometría y solubilidad descriptas. Por lo general se recomendaría utilizar un carbonato de Calcio de entre 1000 y 1400 micras con una distribución normal de partículas:
También debemos tener en cuenta que el uso de aditivos como pidolato de calcio permite incrementar la eficiencia en la digestibilidad del calcio y contribuye al accionar de las fitasas al reducir la cantidad de Ca total en la formulación.
A MODO DE RESUMEN:
- Es importante efectuar la correcta valoración de fósforo disponible y digestible en los diferentes ingredientes y especialmente del fósforo fítico en los vegetales.
- El aporte de las matrices de las fitasas a dosis variables no es lineal sino que responde a la ley de rendimientos decrecientes.
- La cantidad de FTU a formular es variable: hay que considerar la dosis cuya matriz se adapte a la cantidad de sustrato presente.
- Considerar la matriz de la fitasa elegida en función de las fuentes de calcio disponibles y su solubilidad.
- El uso de superdosis de fitasa contribuye a reducir el efecto antinutricional del fitato.
- Seguir las relaciones de calcio y fósforo, ya sea disponible o digestible evitando excesos de calcio y teniendo especial consideración con la solubilidad del carbonato y otras fuentes solubles.