La nutrición en la última semana de vida de los pollos es muy importante para la producción de un lote. Habitualmente, la última semana de vida del pollo de engorde presenta mayor mortalidad. Por esto es que en algunas condiciones los pollos son sometidos a restricción alimenticia, en las más variadas intensidades. Así sea que se defina qué tendrá de 5 a 7 días; con respecto al consumo del alimento, este período puede variar debido a:
- Sexo
- Uniformidad
- Temperatura
- Densidad
Esto puede dificultar la administración correcta de los nutrientes para esta fase y también la manipulación de aditivos que requieren plazos legales de retirada. Es posible que en diferentes días de la última semana se retiren pollos del galpón, causando períodos de estrés y retirada de alimento no recomendados, además de aumentar los riesgos de bioseguridad.
Si los pollos son separados por sexo, toda la programación de retirada requiere diferentes estrategias. Además, las dietas en esta fase pueden tener composiciones diferentes y también requieren estrategias específicas para las cantidades de alimento y de su distribución
La última semana resulta muy desafiante para los nutricionistas para ajustar las necesidades nutricionales de los pollos. Algunos parámetros importantes deben considerarse antes de formular la dieta para la última semana, como son:
- Edad de sacrificio de las aves (28, 35, 42 o 49 días)
- Aves separadas por sexo o de forma mixta y con alimentación diferenciada
- Maneras de alimentar los pollos en esta fase (“ad libitum” o hasta restricciones alimentarias hechas por régimen de luz)
- Disponibilidad de alimento por cantidad definida por día o por retirada de alimento de forma más o menos intensa
- Propósito de los pollos producidos (venta como vivo o como producto para ser empleado en procesos de transformación de las canales).
Los tejidos de los pollos tienen distintos crecimientos alométricos: la pechuga tiene un valor más grande (1,26) que los muslos (1,06), diferencia presente en fases más tardías del desarrollo (Govaerts et al., 2000 y Schmidt et al.., 2009), siendo distinta la demanda de aminoácidos y acorde al propósito final de producción.
Cuando la edad de sacrificio cambia, la composición de las fórmulas no pueden ser las mismas pues los períodos fisiológicos y de desarrollo varían en períodos muy cortos
Las empresas deben contar con programas nutricionales adaptados a las fechas del sacrificio. En general, las dietas que aumentan de energía disminuyen en los nutrientes y mantienen o aumentan las relaciones de aminoácidos digestibles con la lisina digestible.
En producción de pollos sexados es fundamental considerar dietas distintas para todas las fases, especialmente después de los 21 días de edad. Formulaciones para machos y hembras tienen diferencias de precios que pueden alcanzar valores ponderados de precio mínimo 3%, incluyendo además la decisión del producto final.
- En formulación de venta de pollos vivos los requerimientos son distintos de los requeridos por pollos que serán despresados, donde las diferencias de costo de formulación son significativas.
Lo más complejo en la última semana son las restricciones alimentarias. Los pollos consumen cantidades de nutrientes con aumento diario. Las referencias en calorías o porcentual de nutrientes de las dietas son las que acomodan los consumos adecuados para cada día, pues ocurre un aumento diario de consumo total de alimento.
- Cuando hay restricciones, o la densidad de los nutrientes debe ser aumentada para compensar las reducciones de consumo o los pollos tendrán acceso a menos nutrientes a cada día (y que conlleva, a su vez, a una suplementación marginal de todos los aditivos, reduciendo su velocidad de crecimiento. Normalmente, la segunda situación es la más común, pues la idea es reducir velocidad de consumo, por alguna razón metabólica y que lleva a un aumento de mortalidad.
ENERGÍA
Considerando el costo de la energía se han realizado diversos estudios para identificar sus efectos en el rendimiento de machos y hembras en fases finales de producción, donde los consumos de alimentos son muy representativos.
Dozier III et al.. (2011), trabajando con machos y hembras Ross x Ross 708, en el período de 36 a 47 días, empleando una amplitud de EMAn de 3140 a 3240 kcal/kg, desarrollaron dos experimentos. En el experimento 1, independiente de sexo, el incremento de energía tuvo un efecto cuadrático para ganancia de peso y consumo de energía y un efecto lineal para consumo de alimento, conversión alimentaria y conversión calórica.
Los machos siempre responderán mejor que las hembras a los aumentos de energía metabolizable
- Una mejor respuesta a los aumentos de energía metabolizable por parte de los machos se explica con cierta claridad, pues en esta edad las diferencias de ganancia diaria entre los dos sexos son significativas, donde los machos necesitan más energía para seguir con ganancias más elevadas que las hembras
PROTEÍNAS Y AMINOÁCIDOS
Rostagno et al. (2007), presentaron trabajo de su grupo de investigación (Paéz, 2007) en que trabajaron con modelos de crecimiento y dieran especial atención a los requerimientos de lisina digestible de las dietas.
- La reducción de lisina promovió el aumento de deposición de grasa abdominal. Sin embargo, los autores no identificaron que la reducción de proteína de la dieta tenga comprometido el desempeño y el rendimiento de pechuga de los pollos, pero posibilitó un aumento de la grasa abdominal.
Corzo et al. (2006), trabajando con machos y hembras Hubbard Ultra Yield, de 42 a 56 días de edad, evaluaron los requerimientos de lisina total, empleando un rango de este aminoácidos de 0,68% a 1,10%.
- Las hembras no presentaron ninguna respuesta a los diferentes niveles de lisina para todos los parámetros medidos. Sin embargo, los machos tuvieron una respuesta lineal a la suplementación para conversión alimentaria.
Los autores encontraron respuestas cuadráticas para rendimiento de canal (0,88%), rendimiento de file (0,93%) y rendimiento total de pechuga (0,93%).
Así, con los valores obtenidos, los autores concluyeron que los machos de alto desempeño necesitan 0,93% de lisina total, lo que, según ellos, representa 0,85% de lisina digestible.
Dozier III et al (2008), evaluaron las exigencias de lisina digestible para machos y hembras Ross x Ross 708, en un período de 49 a 63 días de edad. En este trabajo los autores, como en el trabajo de Corzo et al (2006) también identificaron una diferencia entre sexos, para exigencia de lisina digestible.
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- Los requerimientos para machos fueron de 0,87%, para crecimiento y 0,90%, para rendimiento de pechuga. Para hembras, el requerimiento para crecimiento fue de 0,81%.
- La demanda de aminoácidos puede ser distinta de acuerdo con el propósito final de producción.
Dozier et al (2010), también fueron capaces de identificar diferencias entre líneas genéticas de alto desempeño. Los autores trabajaron con Ross x Ross TO16 y Cobb x Cobb 700, de 28 a 42 días de edad. Los pollos Ross y Cobb presentaron, para ganancia de peso, requerimientos de 0,988% y 0,965%, para conversión alimentaria 1,053% y 1,012%, para peso de canal 0,939% y 1,029% y para peso de pechuga 0,962% y 0,987%, respectivamente.
En 1999, Kidd y colaboradores, todavía trabajando con exigencias totales de aminoácidos, definieron la importancia de la treonina en la ganancia de peso, la conversión alimentaria y el rendimiento de pechuga de machos Ross x Hubbard en el período de 42 a 56 días de edad.
- La respuesta fue cuadrática para estos tres parámetros y al final, la recomendación fue de 0,67%, de treonina total.
- Los autores comentaron que esto correspondería a 0,60% de treonina digestible y que su relación con lisina digestible debería ser de 70%.
Mejia et al. (2012) evaluaron la relación lisina digestible: arginina digestible de dietas para machos Ross x Ross 708, en el período de 21 a 42 días, sometidos a ambiente con alta temperatura.
- Los autores concluyeron que la mejor respuesta es de 110%, para conversión alimentaria, mismo que los valores entre 105 y 120 no mostraron resultados estadísticamente diferentes.
- No se encontraron diferencias para consumo de alimento, ganancia de peso y mortalidad así como para rendimiento de canal y de pechuga y grasa abdomina
Mejia et al. (2011) demostraron que machos Ross x Ross 708, en un período de 28 a 42 días de edad, tienen un requerimiento de relación Ile digestible:Lys digestible de 68.9% para desempeño y de 71.7% para rendimiento de pechuga.
MINERALES
Dandu y Angel (2003) demostraron la importancia de evaluar las exigencias de fósforo (P), especialmente en las fases finales de producción de pollos, considerando que ellas representan de 45% a 65% del total consumo de los animales.
Normalmente, P se expresa como P total (tP), fósforo disponible (dP) y fósforo non fítico (nPP). El primero representa, como la palabra dice, el total de P obtenido por análisis. El fósforo disponible refiere la parte del P total que es empleada por el animal. Sin embargo, P non fítico es el fósforo que no está asociado con el inositol, y por esto es non fítico y su valor es obtenido por la diferencia entre los valores analizados de tP y P fítico.
En el experimento que trabajaron con pollos machos Ross 308, en el período de 42 a 49 días de edad, los autores identifican la exigencia de 0,16% de NPP, donde el nivel de calcio fue de 0,72%.
- Los autores defienden esta manera de determinación de fósforo pues está más cerca de la necesidad real del animal, siendo su recomendación más precisa, eliminando un posible exceso de suplementación de este mineral.
Rousseau et al (2012) también consiguieron demostrar, trabajando con pollos Ross PM3, con edad entre 21 y 38 días, que es posible formular dietas con nivel más bajo de fósforo no fítico que los comúnmente empleados.
- Los autores reforzaron que es necesario compatibilizar el nivel de fosforo non fitico con el de calcio y con la fitasa, si ésta está siendo adicionada a la dieta. Los principales efectos fueron observados en las características óseas de los animales y no en su rendimiento.
RESTRICCIÓN ALIMENTARIA
Como hemos comentado anteriormente, la restricción alimentaria en las últimas fases de producción de pollos requiere una evaluación caso a caso, desde cuando inicia la restricción, la forma como es aplicada y la intensidad de la misma.
Las dos principales razones para aplicar la restricción es disminuir problemas metabólicos de final de producción (ascitis, muerte súbita, problemas de piernas. etc), que resultan en una mayor mortalidad, o para buscar una mejor conversión alimentaria del lote.
El riesgo, cuando es indebidamente manejada, es que el lote tenga una reducción de ganancia de peso y peor conversión alimenticia, permaneciendo por más tiempo en el galpón para alcanzar el peso y teniendo la uniformidad del lote comprometida
Cornejo et al (2007) realizaron restricción cualitativa en pollos Hubbard, a través de la disminución de los niveles de energía metabolizable y del aumento de los niveles de proteína cruda de la dieta. Esto fue hecho con el propósito de disminuir la relación energía: proteína de la dieta. Las aves fueron divididas en 4 grupos, un grupo control, con alimentación a voluntad y otros tres grupos con restricción alimentaria de 7 a 14, de 7 a 21 y de 22 a 35 días de edad.
- La ganancia de peso acumulada (1 a 49 días de edad) de los pollos del grupo control fue estadísticamente superior a aquellos que recibieron cualquier de las restricciones.
- Considerando solamente la restricción de 21 a 35 días, ésta no afectó significativamente el consumo de alimento pero alteró la ganancia de peso y la conversión alimentaria de los pollos
Una vez promovida una restricción, y si después el alimento vuelve a ser ofrecido a voluntad, el consumo aumenta pero no hay tiempo para compensar las pérdidas ocurridas durante el período de restricción alimentaria
La nutrición de la primera semana así como de la última semana de vida de los pollos es muy importante para la producción de un lote. Sumando los dos períodos, pueden representar hasta 40% del período total de crianza. Sin embargo, cada fase tiene sus características importantes.
Cuando pensamos en la última fase, esta es muy compleja pues antes de establecer cualquier programa nutricional es fundamental que se defina:
- La edad de sacrificio de los pollos
- Si son criados separados por sexo o no
- Si son promovidas restricciones alimentarias en este período.
Todas estas variables tienen que ser llevadas en consideración en el momento de la formulación.
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