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Patología del sistema inmune en el diagnóstico de inmunodepresión en aves

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Patología del sistema inmune en aves

Las líneas modernas de aves se caracterizan por su alto rendimiento y especialización. Los avances en materia de genética, alimentación, manejo, medio ambiente y reproducción han mejorado los parámetros productivos de manera significativa.

Si bien las aves de hoy en día son más eficientes y productivas, también son menos rústicas que en el pasado por lo que son más susceptibles de enfermedades.

Agentes físicos como los cambios bruscos de temperatura, manejo durante las vacunaciones, selección, reagrupamiento.

Debido a la etiología multifactorial para la inmunodepresión, el diagnóstico no siempre es sencillo, pues se requiere de una historia clínica, necropsias y en su caso pruebas de laboratorio complementarias.

Es muy importante para el clínico de campo el conocimiento de los cambios macroscópicos que durante la necropsia se pueden observar en el sistema inmune. Esto orienta el diagnóstico y facilita la toma de muestras.

A continuación, se discuten los aspectos más relevantes de la patología del sistema inmune orientada a inmunodepresión.

El sistema inmune de las aves está conformado por órganos linfoides primarios y secundarios.

Durante la etapa embrionaria, a partir del saco vitelino migran células indiferenciadas a la médula ósea, al timo y a la bolsa de Fabricio.

Posteriormente migran a los órganos linfoides secundarios tales como el bazo, tonsilas cecales, glándula de Harder, tejido linfoide asociado a mucosas, y centros germinales en tejido conectivo.

La interpretación de lesiones en órganos linfoides requiere tomar en cuenta la edad de las aves y calendario de vacunación, ya que los órganos linfoides primarios sufren atrofia cuando las aves alcanzan la madurez sexual y la mayoría de las vacunas que se aplican de rutina ocasionan cambios en los órganos linfoides.

BOLSA DE FABRICIO

Esta se presenta únicamente en las aves, se ubica en la parte dorsal de la cloaca, conectada al intestino mediante un conducto.

En el interior de la bolsa de Fabricio se aprecian folias mayores y menores, estas folias están recubiertas por un epitelio cilíndrico y contienen los folículos linfoides sostenidos por una matriz de tejido conectivo.

La bolsa de Fabricio, en ausencia de agentes infecciosos o inmunodepresores, debe estar presente hasta las 12 o 14 semanas de vida del ave, tiempo en el cual inicia su involución, de modo que a las 20 semanas únicamente quedan vestigios.

En los pollitos de 1 día, es frecuente encontrar conglomerados de heterófilos en el tejido subepitelial, estos son focos de granulopoyesis extramedular y son comunes en varios tejidos del pollo.

TIMO

El timo en las aves se ubica a lo largo del cuello, está compuesto de 6 a 7 lóbulos que van paralelos a las venas yugulares y el nervio vago.

En ausencia de agentes infecciosos o inmunodepresores, el timo debe permanecer hasta las 15 o 17 semanas, después de ese tiempo inicia su involución de modo que a las 30 semanas quedan únicamente vestigios.

MÉDULA ÓSEA

Sólo los huesos no neumáticos como el fémur y tibiotarso presentan médula ósea, se le considera órgano linfoide primario y secundario ya que de la médula surgen:

BAZO

El bazo se encuentra unido a la molleja y proventrículo por su cara visceral, es órgano linfoide secundario, está conformado por una cápsula de tejido conjuntivo y trabéculas sobre las cuales se sostienen:

El bazo en los pollitos jóvenes es un centro de granulopoyesis y en las aves mayores un centro de presentación de antígenos.

ATROFIA DE ÓRGANOS LINFOIDES

Además de la involución propia de la edad de las aves, son muchos los factores que ocasionan atrofia linfoide.

Las aves, son sometidas durante el proceso productivo a factores de tensión tales como:

Los cuales desencadenan la secreción de glucocorticoides que ocasionan apoptosis en células linfoides.

PROCESO DE APOPTOSIS

El proceso de apoptosis es normal en las aves durante los procesos de selección negativa de las clonas que no son de utilidad. En un corte histológico de órganos linfoides se aprecia apoptosis que se describe en los textos como “cielo estrellado”.

Este aspecto se considera fisiológico a menos que la apoptosis sea tal que disminuya el tamaño del órgano.

Por otra parte, las micotoxinas son consideradas como agentes inmunodepresores que ocasionan atrofia de órganos linfoides, el mecanismo de atrofia sigue dos vías:

Si se aprecia disminución en el tamaño de los órganos linfoides, las micotoxinas deben ser consideradas dentro del diagnóstico diferencial.

En el caso del timo, se presenta atrofia por apoptosis abundante en casos de infección por el virus de la anemia infecciosa. Este virus de transmisión vertical tiene como célula blanco a los linfocitos T y células germinales de médula ósea.

Las aves menores de 5 semanas presentan atrofia severa de corteza de timo, disminuyendo considerablemente el tamaño del timo, en ocasiones durante la necropsia los timos pueden pasar desapercibidos.

NECROSIS E INFLAMACIÓN

Además de la apoptosis, la necrosis también produce atrofia de los órganos linfoides, pero en este caso el proceso inflamatorio puede aumentar el tamaño del órgano de manera transitoria.

En el caso de la bolsa de Fabricio, el agente más conocido es el virus de la infección de la bolsa de Fabricio (IBF), conocida también como enfermedad de Gumboro. Los cambios que el virus ocasiona en la bolsa de Fabricio han sido bien caracterizados.

Durante los primeros 3 a 5 días la bolsa de Fabricio aumenta de tamaño y después de una semana hay proliferación de células cortico-medulares y fibrosis con disminución de tamaño de la bolsa, el epitelio presenta pliegues y es posible apreciar quistes.

Estos cambios no son exclusivos de IBF, ya que otros agentes como el virus de enfermedad de Marek (EM), Reovirus y virus de la enfermedad de Newcastle (ENC) pueden ocasionar también necrosis e inflamación.

Por esa razón, el diagnóstico de IBF por histopatología debe ir acompañado de la determinación de anticuerpos mediante la técnica de ELISA o virus suero neutralización.

Un caso particular es la infección por virus de IBF por cepas variantes, ya que no ocasionan necrosis e inflamación y la bolsa de Fabricio únicamente se atrofia, estos virus causan la muerte de células linfoides por apoptosis.

En ausencia de infecciones secundarias, la bolsa de Fabricio puede recuperarse después de 8 semanas, en este caso se aprecian zonas de regeneración caracterizadas por una tinción basófila intensa en proximidad de folículos despoblados.

La regeneración depende de la ausencia de infecciones secundarias, si hay complicación bacteriana o infestación por criptosporidios la bolsa de Fabricio presenta exudado que va desde fibrinoso a fibrinocaseoso que puede llenar la bolsa.

La necrosis e inflamación de timo es rara, generalmente está asociada a la aplicación de vacunas emulsionadas, en este caso se aprecia una reacción granulomatosa.

Por otra parte, es posible observar necrosis de células linfoides y hialinización de arteriolas en casos de Enfermedad de Newcastle (ENC) en su presentación velogénica o bien en Influenza Aviar (IA), particularmente con el virus H5N2.

La mayoría de los agentes virales que causan inmunodepresión con necrosis o apoptosis de células linfoides, ocasionan disminución de células en el bazo, y cuando el sistema inmune es estimulado de manera constante por otros virus y bacterias se presenta hiperplasia linfoide.

A simple vista, la superficie de corte se aprecia con puntilleo blanco, que microscópicamente corresponde a nódulos de hiperplasia linfoide. En casos de ENC o IA, se presentan zonas de infarto con hialinización de arteriolas.

ENFERMEDADES LINFOPROLIFERATIVAS

En las aves, los virus de Enfermedad de Marek (EM) y Leucosis Linfoide (LL), ocasionan neoplasias de células linfoides (Linfomas) que se presentan en diversos órganos.

Enfermedad de Marek

La enfermedad de Marek, tiene 5 presentaciones dependiendo el sitio de infiltración de los linfocitos T. Con excepción de la presentación cutánea, el resto de las presentaciones son no productivas transformantes, es decir, no se producen viriones completos y la célula infectada se transforma en neoplásica.

Las manifestaciones clínicas dependen del órgano infiltrado, así las aves presentan:

Lo anterior depende del órgano infiltrado en la presentación visceral. En este caso los órganos presentan nódulos firmes y blancos en la mayoría de los casos. La presentación muscular es la más rara.

Leucosis Linfoide

Dentro del diagnóstico diferencial con LL, se debe considerar que LL es solamente visceral, por lo que es importante:

La leucosis linfoide presenta infiltración intrafolicular (dentro de los folículos linfoides) en la bolsa de Fabricio y el tumor es frecuente. Mientras que en casos de EM la infiltración en interfolicular (fuera del folículo, ocupando el tejido conectivo entre el epitelio y folículos) y por otra parte la presencia de nódulos es menos frecuente.

CONSIDERACIONES FINALES

La interpretación de lesiones en sistema linfoide, así como las repercusiones en la parvada, requiere una historia clínica detallada, una correcta selección de las aves y es de mucha ayuda las pruebas serológicas complementarias.

Los pollos de desecho o de selección no siempre son lo más representativo de la parvada. Dado que en estas aves los órganos linfoides generalmente presentan atrofia porque su consumo de alimento siempre es menor.

Así mismo, dado que las lesiones en sistema linfoide pueden ser ocasionadas por varios agentes es necesario que el clínico familiarizado con las pruebas serológicas y los resultados que se obtienen.

En los últimos años, las pruebas moleculares han aportado datos valiosos en el diagnóstico y epidemiología de las enfermedades virales inmunodepresoras, sin embargo, no se debe perder de vista que un resultado positivo en una prueba de PCR no siempre tiene valor diagnóstico.

Por ejemplo: en el caso del virus de anemia infecciosa común en pollos de engorde de seis o siete semanas o bien en pollitas de reposición de 10 semanas. A esa edad la infección por el virus no produce inmunodepresión, por lo que la sola presencia del material genético virus en la muestra no necesariamente es el origen del cuadro observado y se deben descartar otras posibilidades.

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