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Petersime nos cuenta…¿Qué ocurre durante la transferencia?

Escrito por: Jason Cormick
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Contenido disponible en: Português (Portugués, Brasil)

Por qué los pollitos no pueden incubarse y nacer en la misma incubadora

En el momento del nacimiento, los pollitos generan una gran cantidad de plumón y residuos que deben recogerse y eliminarse. Por ello, no es comercialmente viable que los pollitos se incuben y nazcan en la misma máquina. Así pues, es necesario emplear dos máquinas distintas: una incubadora y una nacedora.

Extracción de huevos de la incubadora

En el día 18, los huevos deben transferirse desde las incubadoras a las nacedoras. En esta etapa, resulta fundamental evitar los riesgos de refrigeración o sobrecalentamiento manteniendo el tiempo fuera de la incubadora al mínimo.

Una vez se detiene el ventilador de circulación de la incubadora, los huevos dejan de recibir aire de refrigeración. Los operarios de la planta de incubación deben retirar los carros de uno en uno para asegurarse de que obtienen el máximo flujo de aire posible para que estén refrigerados.

A pesar de que los huevos del exterior del carro comenzarán a refrigerarse, a los que se encuentran en el medio del mismo les seguirá faltando flujo de aire para contribuir al proceso de refrigeración y se enfrentarán al riesgo de sobrecalentamiento, que suele provocar la «mala posición de la cabeza sobre el ala».

Con dicha posición, el pollito puede perforar el huevo, pero no puede lograr el ángulo adecuado para continuar desplazándose. Ello suele traducirse en una única perforación cerca de la parte superior que no es suficiente para que nazca el pollito.

Resultado de la «mala posición de la cabeza sobre el ala»: una única perforación cerca de la parte superior

Para evitar el sobrecalentamiento, también deberá asegurarse de que haya huevos donde se encuentre el sensor de temperatura. Si no se presta atención a esto, el sensor detectará un espacio frío, lo que provocará el sobrecalentamiento de la máquina.

Debe mantener la sala de transferencia a 26 °C con una humedad mínima y con un flujo de aire bajo pero estable. La presión del aire debe ser de 2,5 Pa, inferior a la de la sala de incubadoras (3 Pa), pero superior a la de la sala de nacedoras (2 Pa) para garantizar que el aire fluya correctamente en la planta de incubación.

Ovoscopia

La transferencia de huevos el día 18 es la oportunidad perfecta para retirar los huevos infértiles (infértiles y que han sufrido una muerte temprana). Puede hacerlo manualmente con una linterna, utilizando una mesa de ovoscopia con retirada manual de huevos infértiles o con un sistema que detecta y retira estos huevos automáticamente.

Incluso cuando se utiliza un sistema automatizado, seguimos recomendando tomar muestras manualmente (preferiblemente 3 bandejas de muestras por lote a la semana de la parte superior, la central y la inferior del carro). Los huevos infértiles detectados deben romperse para ver el nivel de infertilidad y de muerte temprana. No olvide marcar los demás huevos de la bandeja para realizar embriodiagnosis durante el nacimiento.

Los huevos infértiles se emplearán para elaborar alimentos para mascotas o se eliminarán junto a podredumbre o huevos bomba.

Los huevos que explotan se deben introducir en un cubo con desinfectante para evitar que el entorno se contamine.

Transferencia manual

Los huevos pueden transferirse manualmente colocando la cesta de nacedora boca abajo sobre la bandeja de huevos y volteándolas juntas manualmente o con una estructura específica. Sin embargo, este modo de proceder tiene algunas desventajas: además del aumento de fisuras, en la transferencia manual no se suelen eliminar los huevos infértiles.

Ello se traduce en muchos huevos invertidos, lo que hace que el líquido del huevo se transfiera a la cámara de aire de la parte inferior y los pollitos sufran muerte tardía. Si, con todo, los pollitos nacen, tendrán un aspecto descuidado, por lo que se les sacrificará.

Transferencia manual

Automatización en la transferencia

La automatización puede ir de algo muy básico como una máquina de transferencia que saca los huevos de la bandeja y los coloca en la cesta a una descarga totalmente automática de los carros de incubadora y la ovoscopia automática.

Esta última detecta la cantidad de luz que pasa a través del huevo para determinar la presencia o ausencia de desarrollo en el huevo. Las tecnologías avanzadas pueden incluso detectar vida mediante el calor o la detección de los latidos del corazón. Ello también posibilita la retirada de huevos cargados con bacterias de podredumbre (huevos bomba).

Sin embargo, no hay ningún equipo infalible, por lo que debe supervisarse cada sistema y realizarle el mantenimiento adecuado. Siempre debe comprobar que los huevos sean fértiles para garantizar la adecuación del sistema. Por ejemplo, una luz o una cámara sucia harán que el equipo vea una sombra, que interpretará como un embrión, lo que puede provocar que todos los huevos infértiles pasen la transferencia.

Cualquier huevo infértil puede romperse en la extracción y contaminar los pollitos, especialmente si se emplea un separador de pollitos.

Pollitos contaminados debido a huevos infértiles en la nacedora

A pesar de que los sistemas automáticos no pueden provocar huevos invertidos, le seguimos recomendando que preste atención para garantizar que se incuban correctamente. Unas malas alineaciones, que los huevos se caigan del cabezal de transferencia y una parada brusca de las cestas de nacedora pueden hacer que los huevos se agrieten.

Las cáscaras de los huevos son especialmente frágiles en esta etapa, dado que el embrión ha extraído y utilizado gran parte del calcio para su desarrollo. Una fisura en esta fase puede hacer que el embrión se seque y muera.

 

 

Las fisuras en los huevos pueden hacer que el embrión muera

 

 

 

Recuerde siempre que los huevos sucios / de cama pasan por los mismos cabezales de transferencia que los huevos limpios. Por ello, dichos cabezales pueden convertirse en los causantes de contaminación cruzada. Llevar a cabo una limpieza rutinaria tras cada uso y una limpieza a fondo cada 3 o 6 meses, en función de la calidad de los huevos entrantes, es un buen modo para asegurar la higiene en este punto.

Asimismo, si es posible, recomendamos utilizar tuberías transparentes en todos los equipos de succión. Ello permite comprobar de un vistazo el verdadero nivel de limpieza interna del equipo.

 

Cabezales de transferencia contaminados

Vacunación in ovo

La vacunación del embrión también puede realizarse en la sala de transferencia, pero es necesario dejar que el embrión se desarrolle un poco más para garantizar el lugar óptimo para la vacuna. Una vacunación in ovo exitosa precisa que la vacuna se realice en el embrión o en el líquido amniótico (absorbido por el embrión).

Si se vacuna al embrión en el alantoides, que no se absorbe, el ave carecerá de protección o esta será reducida. Por este motivo, realizamos la transferencia para la vacunación in ovo entre los 19 y los 19,5 días.

Aportes fundamentales para reducir las pérdidas en la transferencia

Si desea identificar si el proceso de transferencia provoca pérdidas, rompa alguno de los huevos que no hayan nacido. ¿El saco vitelino se encuentra fuera del embrión? La causa de la muerte más probable son los daños de transferencia.

Si se ha absorbido el saco vitelino, indica que el embrión sobrevivió a la transferencia, pero murió en la nacedora. En este caso, le recomendamos comprobar las condiciones de la nacedora.

Saco vitelino fuera del embrión frente a saco vitelino absorbido

Por descontado, es mejor evitar posibles pérdidas, por lo que resumimos los principales puntos a los que debe prestar atención durante la transferencia:

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