De todos es sabido que las diferencias de temperatura en la incubadora amplían la ventana de nacimiento y afectan negativamente a la uniformidad de los pollitos al salir de los huevos.
Aunque no resulte evidente, podemos utilizar huevos incubados para conseguir que el ambiente de la incubadora sea más homogéneo si cabe.
Ahora bien, en la mayoría de los casos lo que ocurre es que ampliamos todavía más el intervalo de temperatura al colocar una mezcla de huevos en posiciones erróneas. ¿Le resulta familiar?
En esta serie de tres artículos le enseñaremos las mejores formas posibles de combinar huevos de diferentes lotes con el microambiente de la incubadora.
Parte 1 Comprender el intercambio térmico y la producción de calor del embrión
Básicamente, el rango de diferencias de temperatura cambia de una incubadora a otra. Depende en gran medida del diseño de las incubadoras de carga única, unido a los patrones de calefacción/refrigeración y a la dinámica del flujo de aire.
Lo que definirá en última instancia los resultados de la incubación es lograr la menor diferencia posible entre la temperatura más alta y la más baja dentro de las máquinas.
No cabe duda de que eso afectará al ritmo de desarrollo embrionario y al momento del nacimiento.
Por ese motivo resulta fundamental cargar las máquinas con huevos de diferentes lotes y colocarlos correctamente. ¿Y cómo lo hacemos? Empecemos por algunos conceptos básicos.
Intercambios térmicos en huevos incubados
Los huevos incubados intercambian constantemente calor con el microambiente circundante. El ventilador central de mezclado de las incubadoras crea una corriente de aire que pasa a través de los huevos y absorbe el calor metabólico generado por el embrión en fase de crecimiento.
Este proceso se denomina «transferencia de calor por convección» y demuestra que la velocidad del aire puede afectar considerablemente a la temperatura de la cáscara del huevo.
Dependiendo de la etapa de desarrollo del embrión, unas velocidades del aire más altas pueden provocar que la transferencia de calor dentro o fuera del huevo sea mayor.
Por ejemplo, los huevos colocados cerca del ventilador central de mezclado estarán sometidos a una convección ligeramente más eficiente. Por otro lado, en los que están en los carros centrales la convección será ligeramente inferior. Esto se produce debido a la estructura en espiral del flujo de aire y a las barreras de huevos con las que se encuentra la corriente de aire a ambos lados.
Las leyes de la física confirman este proceso: En cualquier espacio tridimensional confinado, como una incubadora, una velocidad del aire más elevada resultará en un mayor intercambio térmico convectivo.
En las incubadoras de Petersime, el avanzado diseño de las aspas del ventilador crea una distribución en espiral del flujo de aire en la máquina.
Dependiendo de si los elementos de calefacción o refrigeración que hay junto al ventilador están activados o no, este flujo de aire en espiral reduce al mínimo el aumento o descenso de la temperatura en diferentes posiciones de la incubadora.
Pero eso no es todo, voltear los huevos también es importante para el intercambio térmico.
Además de su importancia fisiológica (colocación del embrión, vascularización bilateral y utilización del saco vitelino), así se optimiza la dinámica del flujo de aire en la incubadora de forma simétrica.
Alternando regularmente la posición de rotación de las bandejas en los perfiles “A” y “V”, se mejora el paso de la corriente de aire a través de los huevos en comparación con la nivelación horizontal de estos.
En este punto, debe quedar claro que el intercambio térmico entre un huevo y el microambiente circundante cambia constantemente durante la incubación.
Hasta ahora, la mejor manera práctica de prolongar la ganancia o pérdida de calor desde el ambiente de la incubadora o hacia este es registrar la temperatura de la cáscara del huevo.
Por esta razón, las incubadoras de Petersime están equipadas con tecnología OvoScan™. Este sistema ajusta automáticamente la temperatura del entorno midiendo la temperatura de la cáscara del huevo.
OvoScan™: creación del entorno óptimo para cualquier lote de huevos, con independencia del tamaño, la edad o el contenido genético de los huevos fértiles.
Producción de calor en huevos mezclados
Las incubadoras comerciales de carga única tienen capacidad para miles de huevos a la vez. Muy a menudo esto requiere combinar huevos de características diferentes.
Pueden diferir en tamaño, peso, propiedades de la cáscara, duración del almacenamiento y otras condiciones.
La combinación de todos estos elementos afecta notablemente al calor producido por el embrión en crecimiento durante la incubación, lo que puede provocar muchos problemas.
Así pues, en caso de que sea inevitable combinar diferentes conjuntos de huevos, ¿a qué elementos debemos prestar atención? Echemos un vistazo: En primer lugar, los huevos de las diferentes especies de aves de corral tienen características muy particulares y presentan requisitos de incubación específicos.
Esta es una de las razones por las que nunca se debe mezclar huevos de pollos de engorde y aves ponedoras en una misma incubadora. Incluso entre líneas genéticas dentro de una misma especie y cepas dentro de una misma línea genética, hay diferencias en la producción de calor.
Como consecuencia, el equilibrio térmico y los resultados de la incubación no pueden ser óptimos cuando se combinan conjuntos de diferentes huevos.
Si nos fijamos en el tamaño de los huevos, es correcto asumir que los más grandes producen más calor que los más pequeños, especialmente durante la segunda mitad del periodo de incubación. Esto pone de manifiesto la importancia de agrupar huevos uniformes en cuanto a tamaño y peso.
Los huevos más grandes y pesados corresponden a lotes de reproductoras de mayor edad, que por lo general tienen un contenido más elevado de energía del saco vitelino para alimentar al embrión durante su crecimiento.
Esta es otra buena razón para evitar incubar huevos mezclados con más de 10 semanas de diferencia en las edades de los lotes. avicultura.info | Leer artículo online 11 Los huevos de lotes de reproductoras jóvenes comienzan a producir calor antes que los huevos de lotes de reproductoras viejas.
Esto se debe a la reducción general de la calidad de los huevos a medida que avanza la edad de las reproductoras. Si observamos los tiempos de almacenamiento, es probable que los huevos almacenados durante 3 días produzcan más calor que los almacenados durante 21 días.
Unos tiempos de almacenamiento prolongados afectan al número de células embrionarias viables.
Para minimizar los efectos de la carga térmica, es conveniente que las diferencias en el tiempo de almacenamiento cuando se mezclan cargas de huevos no superen los 7 días.
Cálculo de un índice de producción de calor
Cuando se agrupan en una misma incubadora huevos de lotes mixtos, controlar la temperatura de las cáscaras y tomar muestras de los huevos correctos para que sirvan de referencia del ambiente de la incubadora pasa a ser un problema serio.
En este caso siempre se deben considerar los porcentajes de viabilidad o incubabilidad, ya que indican el número total de huevos dentro de un grupo determinado que están produciendo de hecho calor.
Cálculo de un índice de producción de calor En general, la «masa viva» total (el número previsto de huevos dentro de un grupo que contiene un embrión vivo al final de la incubación) puede utilizarse como indicador aceptable para la producción de calor comparativa de huevos agrupados.
Se calcula de esta forma:
Definiendo una línea genética, cepa y edad del lote determinadas se pueden obtener los porcentajes de viabilidad esperados de los proveedores de huevos o deducirlos a partir de los datos históricos de la planta de incubación, cuando estos estén disponibles.
Del mismo modo, el peso medio de los huevos en función de la edad del lote puede obtenerse de los catálogos de los proveedores o calcularse a partir de las medidas de los huevos tomadas durante su recepción en la planta de incubación.
La incubabilidad esperada por grupo de huevos puede obtenerse a partir de los porcentajes de viabilidad asociados al almacenaje de los huevos en días, o tomarse de datos históricos.
A continuación, el porcentaje de nacimientos multiplicado por el número de huevos y su peso medio para un grupo específico de huevos da como resultado una «masa viva» total que está proporcionalmente ligada a un índice de producción de calor de un determinado grupo de huevos (por ejemplo, por carro).
Colocación de huevos mezclados en la incubadora
Llegados a este punto, después de estudiar el intercambio térmico, la producción de calor y el cálculo de un índice de producción de calor («masa viva») para un grupo de huevos, probablemente se pregunte cómo hay que colocarlos para obtener la distribución de temperatura más uniforme posible en la incubadora.
Eso es exactamente lo que explicaremos en el segundo artículo de esta serie.
Otro artículo de interés:
https://avinews.com/es-buena-la-alimentacion-temprana/