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Procedimientos en la planta de incubación: ¿Críticos para obtener sanidad?

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Procedimientos en la planta de incubación: ¿Críticos para obtener sanidad?

La sanidad en las plantas de incubación es uno de los aspectos más importantes del manejo de éstas para producir pollitos sanos y de alta calidad, siempre utilizando buenas prácticas de manejo adecuadas a la incubadora.

Por lo cual, el lavado, la limpieza y desinfección en las plantas de incubación representan uno de los primeros pasos críticos para la producción de pollitos.

Entonces, es imprescindible contar con un manual de procedimientos: sencillo, simple, claro, accesible para todos los empleados de cualquier nivel de preparación o entrenamiento.

Manual de procedimientos en la planta de incubación

 

I.- Definir claramente los procedimientos de seguridad para los empleados en todas las áreas y todos los procedimientos. Esto debe incluir el uso correcto de ropa y calzado protectores necesarios para proteger a los empleados y para cumplir con las normas necesarias de bioseguridad.

 

II. Inmediatamente después de retirar los pollitos de las máquinas se debe retirar el plumón y todo el residuo de incubación. Estos desechos deben ser descartados bajo lineamientos que respeten el ambiente, consideren la bioseguridad, aseguren la protección de los empleados y consoliden la sanidad efectiva de la planta de incubación.

El manejo correcto de residuos de incubación es fundamental para el control de diversas enfermedades de transmisión transovárica. Por ejemplo, la salmonelosis y las salmonelas que causan gastroenteritis en humanos y fácilmente contaminan la planta de incubación mediante el mal manejo de residuos de incubación contaminados y estos a su vez contaminan las instalaciones, el equipo y los pollitos.

III. Una vez retirado el plumón y eliminados los residuos de incubación, entonces se tiene que aplicar el lavado de las máquinas, el equipo de incubación, el techo, las paredes, los marcos de los ventiladores y extractores, el piso, los espacios conocidos como plenum detrás o encima de las máquinas nacedoras y cualquier superficie que requiera ser lavada.

Es importante anotar que la actividad de los productos químicos desinfectantes se reduce considerablemente cuando tienen que actuar en lugares donde existe una cantidad importante de materia orgánica. Por esto es imprescindible retirar toda la materia orgánica producida en cada nacimiento antes de aplicar desinfectantes. El lavado es mucho más efectivo cuando se aplica agua a alta presión (800-1000 psi), y si es posible, a temperatura templada o incluso caliente.

IV.- Se recomienda utilizar un detergente que produzca espuma para lo cual es conveniente contar con equipos que produzcan espuma y que faciliten la desinfección de cualquier superficie con detergente en forma de espuma para cubrir el techo, las paredes, y cualquier superficie presente en las salas de nacimiento. Una vez, cubiertas con espuma las superficies de la sala de nacimientos se debe permitir que ésta repose por lo menos 20 minutos sobre las superficies en proceso de desinfección.

Si por razones de falta de personal o de tiempo es necesario acortar este período, el material detergente deberá permanecer por lo menos un tiempo mínimo de 10 a 15 minutos.

V.- Una vez que la espuma detergente haya permanecido por el tiempo recomendado sobre las superficies en proceso de limpieza, entonces se deben lavar nuevamente todas las superficies incluyendo el techo, las paredes, las máquinas incubadoras y otros equipos que puedan ser lavados de esta manera. Es particularmente importante cubrir con espuma detergente las superficies internas de las máquinas nacedoras cubriendo 100% de las superficies incluyendo las estructuras que soportan los ventiladores.

Permitir que la espuma permanezca sobre la superficie por lo menos 10 a 15 minutos.

Este segundo lavado para retirar el detergente se debe efectuar también con agua a alta presión. Si es posible, debe utilizarse agua templada. En este segundo lavado ya no es tan necesaria la utilización de agua caliente, a menos que todavía se detecte una cantidad significativa de materia orgánica sobre las superficies.

VI.- Además de aplicar agua a alta presión a temperatura templada junto con el detergente es frecuentemente necesario e incluso imprescindible cepillar los ventiladores y otras estructuras para poder retirar efectivamente los residuos de incubación.

Lógicamente este procedimiento se debe hacer con cuidado de manera que se pueda retirar la materia orgánica sin dañar el equipo de incubación.

VII.- Posteriormente se procede a enjuagar perfectamente las máquinas, el equipo de incubación, y cualquier superficie que requiera ser enjuagada. Este enjuague también se debe efectuar utilizando agua a alta presión.

Uno de los aspectos más importantes a cuidar en la incubadora desde el punto de vista sanitario es la limpieza de las bandejas de pollitos. Esto es fundamental pues las superficies de las cajas o bandejas de pollitos entran en contacto directo con el ombligo y la piel de pollitos recién nacidos. En cada nacimiento hay por lo menos un pequeño porcentaje de pollitos que han nacido retrasados y por ello su ombligo no ha cicatrizado perfectamente.

 

VIII.-Después del paso anterior se puede proceder a desinfectar las máquinas, el equipo y las superficies de la sala de incubación con desinfectantes a base de cuaternario de amonio o algún desinfectante equivalente.

Muchas plantas de incubación no hacen un enjuague final después de aplicar el desinfectante, especialmente si se trata de cuaternario de amonio pues aún después de secado tiene un efecto residual que se reactiva al incrementarse la humedad de la sala durante el proceso de incubación, especialmente cuando los pollitos comienzan a nacer.

El ombligo de estos pollitos fácilmente se puede contaminar con bacterias causando onfalitis e infección del saco vitelino. El efecto negativo de esta contaminación es imposible de documentar en la planta incubadora; por el contrario, es fácil observar el resultado de esta contaminación hacia los tres o cuatro días de edad en que los pollitos exhiben un incremento en la mortalidad y en los que es fácil constatar la infección del saco vitelino y muchas veces también la onfalitis.

Esto se puede agravar aún más cuando los pollitos son colocados dentro de bandejas mojadas, pues con ello se facilita aún más la contaminación del ombligo.

 

Por esta razón, también se debe contar con un procedimiento perfectamente descrito para lavar y desinfectar las bandejas de pollitos como se describe en el artículo completo que podrá leer a continuación, haciendo clic aquí

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