Durante más de 6 décadas, los Antibióticos Promotores de Crecimiento (APC) se han utilizado ampliamente en la producción animal, especialmente en aves y cerdos, por sus beneficios en el rendimiento de los animales y la conversión alimenticia.
Los estudios indican que la retirada de los APC puede provocar una pérdida promedio del 3,5% en la conversión alimenticia en pollos de engorde, aunque en algunos casos no causa daño (CARDINAL et al., 2019).
Pese a esto, desde la perspectiva de generar resistencia a los antimicrobianos, la utilización de un antibiótico en dosis muy por debajo de las necesarias para alcanzar la concentración inhibitoria mínima de la molécula, se asociado a su aplicación durante un período prolongado, muy por encima del tiempo recomendado para la terapia. No se recomienda, especialmente con el único pretexto de mejorar el rendimiento animal.
Si bien no existe evidencia científica de que este procedimiento genera resistencia antimicrobiana que repercuta en ambientes hospitalarios, este es el antecedente para que algunos países ya hayan prohibido el uso de Antibióticos como Promotores de Crecimiento, APC, y otros estén considerando dicha prohibición.
MECANISMOS DE ACCIÓN DE LOS APC
A pesar de que los Antibióticos Promotores de Crecimiento (APC) se han utilizado desde hace más de 6 décadas, el mecanismo por el cual actúan recién se ha aclarado en las últimas 2 décadas, presentando un desafío para el sistema de producción, proveedores e investigadores en búsqueda de posibles sustitutos.
Existen cuatro mecanismos propuestos por los cuales los APC mejoran el rendimiento animal, todos relacionados con el intestino:
- Inhibición de la infección subclínica;
- Reducción de metabolitos que perjudican el crecimiento;
- Disminución del uso de nutrientes por parte de los microorganismos; y
- Mejor absorción y uso de nutrientes debido a una pared intestinal más delgada.
En 2007, Niewold propuso un mecanismo antiinflamatorio, mientras que, en 2012, Cho y sus colegas demostraron los efectos antiinflamatorios y antimicrobianos de los antibióticos como promotores de crecimiento, APC. Esta comprensión es esencial para afrontar el desafío de encontrar sustitutos eficaces y seguros para estos aditivos.
EFECTO DE LOS APC SOBRE EL INTESTINO
Para comprender el principal efecto de los APC sobre el intestino, es fundamental definir el concepto de salud intestinal. Con el paso de los años, este concepto se fue ajustando a realidades de campo y a los avances tecnológicos que permitieron un mayor conocimiento de la microbiota.
Según Kogut (2019), la salud intestinal pasa por una microbiota estable, una buena barrera mucosa y una adecuada respuesta inmune, además de una correcta digestión y absorción de nutrientes.
Comprender estos aspectos es fundamental para buscar alternativas a los APC, éstas se pueden agrupar de la siguiente manera:
Probióticos: microorganismos vivos que, en cantidades adecuadas, benefician la salud del huésped. Actúan en la modulación de la microbiota, manteniendo la homeostasis epitelial y modulación de las respuestas inmunes en el intestino.
Prebióticos y Postbióticos: componentes no viables de la dieta que aportan beneficios para la salud, actuando directamente sobre la microbiota entérica (prebióticos) o en la pared intestinal, regulando a homeostasis y la respuesta inmune (postbióticos).
Simbióticos: asociación sinérgica de probióticos y prebióticos.
Fitogénicos o extractos de plantas: compuestos vegetales bioactivos, con acciones diversas, como propiedades antimicrobianas, antioxidantes, antiinflamatorias y reguladoras de la pared intestinal.
Ácidos Orgánicos: ácidos monocarboxílicos o carboxílicos, con acción antibacteriana directa y mantenimiento de la homeostasis epitelial.
Enzimas: proteínas que facilitan la descomposición de los nutrientes, mejorando su digestibilidad y absorción. Pueden indirectamente modular la microbiota y reducir las respuestas inmunitarias exacerbadas.
Estas alternativas brindan opciones para mejorar el desempeño animal y promover la salud intestinal, lo que las hace relevantes en el contexto del reemplazo de APC.
En la Figura 1, se vuelve más clara la relación entre las diversas tecnologías disponibles para reemplazar el APC y los efectos deseables para estos productos.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES RELACIONADOS CON LA SALUD INTESTINAL
Definir los efectos deseables para cada etapa de la vida del animal y la realidad de campo requiere reconocer los principales desafíos y oportunidades relacionados con la salud intestinal.
A diferencia del uso de los APC, en el que se utiliza el mismo ingrediente activo sin necesidad de combinaciones durante toda la vida del ave, el enfoque alternativo requiere atención a desafíos específicos y el desarrollo de programas compatibles
- La negligencia en este aspecto puede dar lugar a programas ineficaces o excesivamente costosos, sin el retorno económico esperado.
A partir de esta información, queda claro que un programa alternativo a los APC vía alimentos balanceados debe adaptarse a los desafíos específicos de cada fase y tipo de crianza.
Para lograr los efectos deseados en cada situación, es esencial combinar representantes de dos o más grupos de productos. De esta manera podremos obtener resultados eficaces y adecuados a cada contexto de producción animal.
- El enfoque personalizado y la cuidadosa combinación de productos alternativos serán clave para promover la salud intestinal y el rendimiento animal de forma sostenible.
ROL DE LA BIOSEGURIDAD
La bioseguridad juega un papel fundamental en la efectividad de los programas de sustitución de los APC en avicultura. Se refiere a un conjunto de medidas y estrategias preventivas adoptadas para minimizar la entrada y propagación de patógenos en las instalaciones avícolas.
- Estas medidas son esenciales para garantizar la salud y el bienestar de los animales, así como para prevenir la propagación de enfermedades, especialmente en sistemas de producción libre del uso rutinario de antibióticos.
Uno de los principales conceptos vinculados a la bioseguridad en la avicultura es el control del acceso y movimiento de personas, animales y equipos en las granjas.
- Adoptar medidas de higiene, como el uso de ropa y calzado específicos y la desinfección de los vehículos, reduce el riesgo de contaminación cruzada
Otro concepto importante es mantener un ambiente adecuado y limpio en las instalaciones avícolas.
- La limpieza y desinfección periódica de galpones, equipos y bebederos reduce la presencia de microorganismos patógenos en el medio ambiente. El control de vectores y plagas, como roedores e insectos, también es esencial para prevenir la transmisión de enfermedades.
Además, la vigilancia epidemiológica y la adopción de medidas de control sanitario son aspectos cruciales de la bioseguridad.
- Monitorear periódicamente la salud de los animales, realizar pruebas de laboratorio y tomar medidas rápidas si se detectan enfermedades son prácticas importantes para prevenir brotes y minimizar los impactos en la producción avícola.
La bioseguridad también está intrínsecamente ligada a una gestión adecuada de los residuos.
- El tratamiento y eliminación adecuados de los desechos y cadáveres de aves muertas son esenciales para prevenir la contaminación ambiental y la propagación de patógenos.
La bioseguridad es un componente clave para el éxito de los programas de reemplazo de APC en la avicultura.
Dado a que garantiza un entorno saludable para las aves, minimiza la propagación de enfermedades y contribuye a la sostenibilidad de la producción avícola.
CONCLUSIÓN
El compromiso con la bioseguridad, combinado con el uso criterioso de productos alternativos, puede conducir a una avicultura más responsable y eficiente, sin comprometer la salud de los animales ni la calidad de los productos finales destinados a los consumidores.
PDF