Producir un ave de calidad no es un reto fácil, existen innumerables variables que pueden afectar este proceso y perjudicar el resultado. Saber cuáles son estas variables y cómo controlarlas hace toda la diferencia.
Aquí vamos a tratar los puntos claves para obtener un pollito de máxima calidad que pueda expresar en el campo todo su potencial en ganancia de peso, viabilidad y conversión alimenticia. Por increíble que parezca, a pesar de sus peculiaridades, una incubadora es una “fábrica” de producción de pollitos, y como en cualquier otro proceso de elaboración, tenemos la materia prima, el proceso de transformación y el producto final.
INDICADORES CLAVES DE DESEMPEÑO
Para que este producto sea el mejor posible existen algunos indicadores claves de desempeño ( KPIs en inglés ) que deben ser considerados y controlados. A continuación se describen algunos de los principales puntos críticos en cada fase del proceso de incubación que necesitan ser evaluados y controlados para poder obtener un ave de máxima calidad.
Calidad de la materia prima – Huevos
A menudo escuchamos la famosa frase “la eclosión no mejora los huevos” ¡Y es verdad!. Sin embargo, es posible y necesario monitorear qué tipo de huevos (materia prima) está recibiendo la unidad.
Esta evaluación existe básicamente por dos razones:
- Informar de cualquier problema de calidad para que el administrador de la granja de reproductores pueda actuar y corregir.
- Calcular qué potencial de eclosión y calidad se puede obtener de los huevos recibidos.
Monitoreo de la Calidad del huevo
También debemos realizar semanalmente OMQ o Monitoreo de Calidad de Huevo.
Con una linterna en un área oscura se puede evaluar una muestra de cada lote aún en los empaques en que fueron transportados.
Y en casos de criaderos que no transportan directamente en carros también debemos realizar un nuevo análisis después de la clasificación para verificar que este proceso no esté empeorando la calidad del huevo de alguna manera, por ejemplo, aumentando la cantidad de grietas y huevos con la cámara de aire hacia abajo.
En esta evaluación debemos medir la cantidad de huevos fisurados, cámara de aire hacia abajo, sucios y deformados. Así sabremos la calidad de la materia prima con la que cuenta la incubadora para producir un producto final de calidad (pollito).
Evaluación de la gravedad específica
Aún hablando de la calidad del huevo cada 4 semanas de producción debemos realizar la evaluación de la gravedad específica que determina la densidad de la cáscara.
- Los huevos con muy baja densidad tienden a producir aves de baja calidad con mayor contaminación.
- Las bajas densidades también provocan que la pérdida de humedad sea muy acentuada, generando aves deshidratadas al nacer.
Proceso de incubación – Etapa única
Del total de 21 días, los huevos permanecen en la incubadora de 18,5 a 19. Por lo tanto, el 90% del tiempo, y lo que sucede durante este período tiene una gran importancia en el resultado.
- En el caso de una sola etapa, además de buen control de temperatura y volteo de los huevos, tenemos una llave maestra que prácticamente actúa sobre todos los demás parámetros.
- Esta llave es el programa O₂ x CO₂.
- En este tipo de equipos los niveles de CO₂ determinados por la incubadora controlarán la apertura de los volquetes que a su vez determinarán la cantidad de cambios de aire.
- Cada vez que la incubadora cambia automáticamente el aire, la humedad generada por los embriones se disipa y esta disipación interfiere directamente con la cantidad de humedad que perderá el embrión durante el período de incubación.
- Es decir, el programa O₂-CO₂ puede determinar si el resultado de una incubación será bueno o malo.
Un buen programa de CO₂ debe buscar aumentar su concentración a niveles superiores entre 0,5% y 0,7% (5.000 a 7.000 ppm) al inicio del proceso de incubación, y llegado un punto es necesario bajar esta concentración para que quede por debajo de 0,3 % o 3.000 ppm.
Pasado el octavo día de incubación, no es saludable que el embrión se mantenga en niveles superiores al 0,3%.
- Es decir, este es el límite máximo de días de incubación para mantener niveles altos de CO₂ en la incubadora.
Para determinar el momento ideal para disminuir esta concentración la incubadora también debe analizar la pérdida de humedad de los huevos.
- Sabemos que una pérdida de humedad ideal hasta la transferencia ronda el 12% del peso total del huevo, y si esta pérdida es muy baja tendremos problemas de calidad importantes.
- También sabemos que para aumentar el CO₂ la máquina necesita estar cerrada, y estando cerrada acaba por no disipar la humedad del ambiente, de esta manera, si es necesario, se puede bajar la concentración de CO2 ya a partir del tercer día de incubación, enfocándose en hacer que la máquina se abra aumentando los intercambios de aire y eliminando la humedad ambiental, facilitando la pérdida de humedad interna del huevo.
Programas de CO₂ considerados ideales
A continuación se presentan dos programas de CO₂ considerados ideales.
- Uno de ellos enfocado en mejorar la vascularización hasta el octavo día de incubación,
- el otro enfocado en la pérdida de humedad
Para bajar la concentración de CO₂ tenemos una ventana entre 03 y 08 días de incubación, si necesitamos perder más humedad bajamos el CO₂ antes si no podemos esperar hasta el octavo día de incubación.
Proceso de Transferencia
Después de la incubación tenemos uno de los procesos más críticos en un criadero que es la TRANSFERENCIA. La gran mayoría de los criaderos actuales también realizan vacunación in ovo en este momento, aumentando aún más la importancia de este momento para la calidad de las aves.
A continuación se detallan algunos puntos claves que debemos tener en cuenta para preocuparnos en el momento de la transferencia:
- Momento fisiológico ideal para realizar el proceso
- Golpes que pueden provocar grietas o roturas
- Temperatura ambiente (ideal 28ºC)
- Tiempo de permanencia de los huevos fuera de la máquina
- Estado higiénico y sanitario de la habitación y equipo de vacunación.
- Correcta ejecución de los ciclos de limpieza de los equipos
- Correcta preparación de vacunas y otros insumos que serán aplicados a los huevos
- Lesiones causadas por agujas o perforantes mal mantenidos
Todos estos elementos son de gran importancia, pero la clave principal es saber el momento ideal para realizar la transferencia/vacunación.
Aunque trabajamos teniendo en cuenta el factor cronológico, es decir, con cuántas horas de incubación realizaremos la transferencia, no podemos dejar de incluir las variables biológicas para determinar el tiempo exacto para llevar a cabo este proceso.
Condiciones como linaje, edad de las reproductoras, tiempo de almacenamiento, temperatura de incubación, tamaño del huevo, fertilidad del lote, entre otras, inciden en el desarrollo del embrión a lo largo de la incubación y, a menudo, el desarrollo cronológico es muy diferente del desarrollo biológico.
Para realizar la transferencia tenemos una ventana de entre 18,5 y 19,2 días (444 a 462 horas) de incubación, por lo que el tiempo ideal para programar el inicio de este proceso es de 18,8 días o 452 horas,
- por lo que tenemos un margen de seguridad en caso de que el embrión esté un poco retrasado o avanzado biológicamente.
Nacedoras
Después del traslado y hasta la eclosión, los huevos pasan alrededor de 48 horas en la nacedora. Durante este período se pulirá todo lo que se ha hecho hasta el momento. Se deben hacer controles como ventana de eclosión y pérdida de humedad al eclosionar entre otros.
Sin embargo, tenemos dos puntos clave importantes en esta parte del proceso:
- Temperatura
- Control de CO₂
1. Temperatura
Para definir la temperatura ambiente ideal de la nacedora, es necesario medir la temperatura cloacal de las aves, esta debe estar entre 103ºF y 105ºF o 40ºC a 40.6ºC.
2. Control de CO₂
El segundo punto clave en las nacedoras es el control del CO₂. Aunque algunos fabricantes de incubadoras insisten en que es necesario aumentar los niveles de CO₂ justo después del traslado para mejorar la ventana de nacimiento, existe consenso entre todos en que este procedimiento no se debe realizar después de que las aves estén nacidas.
Después del nacimiento es importante mantener el CO₂ por debajo del 0,3%.
Una concentración más alta puede provocar una aceleración de los latidos del corazón y causar algún daño en el sistema cardiovascular, dejando a esta ave propensa a problemas como hidropericardio y ascitis.
Procesamiento de aves de corral
Una vez nacidas todas las aves, es el momento de la extracción, selección, sexado y vacunación o aplicación de probióticos en espray, no solo pensando en la calidad, sino también en el bienestar animal.
- Hay que mantener la temperatura controlada cercana a los 25ºC y hacer que el sistema de ventilación funcione de forma que proporcione los recambios de aire necesarios en la estancia para homogeneizar la temperatura, suministrar oxígeno y eliminar CO₂ y pelusas.
Evaluaciones después del nacimiento:
Hasta aquí hemos hablado de acciones para conseguir un ave de gran calidad. Para saber si hemos tenido éxito en este camino hay algunas evaluaciones que se deben hacer después del nacimiento.
Estas evaluaciones son:
- Evaluación visual: en esta evaluación, las aves deben estar activas con los ojos brillantes, plumón suave y patas bien hidratadas, sin lesiones en el pico o metatarsianos y con un ombligo bien cicatrizado.
- Evaluación de la relación corporal ave x huevo: Esta evaluación consiste en pesar las aves nacidas y correlacionarlas con el peso de los huevos que las originaron.
- En una situación ideal un pollito debería pesar entre el 67% y el 68% del peso de los huevos.
- Si la relación es demasiado baja, las aves se deshidratarán y si es demasiado alta, las aves estarán letárgicas y sin vitalidad cuando se alojan.
- Uniformidad: Lo ideal es que al menos el 90% de las aves sean uniformes, considerando una variación de + 10% – 10% del peso promedio de la muestra.
- Temperatura cloacal: Al permanecer en el cuarto esperando a ser cargados, la temperatura interna debe permanecer a la misma temperatura que buscamos dentro de la nacedora, es decir 103ºF a 105ºF o 40ºC a 40.6ºC.