Bioseguridad en las granjas avícolas a la luz del Real Decreto 637/2021: Una apuesta One Health parte 5
Programas de monitoreo
Artículo 6. Condiciones higiénico-sanitarias y de bioseguridad de las explotaciones avícolas.
Imagen 1. Fuentes potenciales de Salmonellas en una granja avícola
En las salas de incubación se aplicarán programas de monitorización constante de las instalaciones y procedimientos que permitan detectar rápidamente cualquier fallo en las medidas de bioseguridad.
- Las salas de incubación se someterán permanentemente a procesos de limpieza y desinfección de las instalaciones.
- Las operaciones de limpieza y desinfección anteriormente mencionadas quedarán registradas y verificadas de forma rutinaria.
Imagen 2. Incubadora
Vacío sanitario
Artículo 6. Condiciones higiénicosanitarias y de bioseguridad de las explotaciones avícolas.
Las explotaciones operarán bajo el principio de «todo dentro, todo fuera», según se define en el artículo 2.n) de este real decreto, dentro de cada unidad de producción.
Después del traslado o de la salida de cada manada o al terminar cada ciclo de producción,
- Las unidades de producción y el utillaje se limpiarán y desinfectarán adecuadamente
- Se mantendrá un tiempo de espera antes de la introducción del siguiente lote de animales de, al menos, 12 días tras dicha limpieza, desinfección, desratización y, en su caso, desinsectación.
Imagen 3. Granja de pollos de engorde
Asimismo, y durante ese tiempo de espera, se realizarán las analíticas necesarias de comprobación de la eficacia de dichas operaciones.
No obstante, lo anterior, en aquellos casos en los que se disponga de resultados analíticos que demuestren la eficacia de la limpieza y desinfección realizadas, se podrá reducir el tiempo de espera hasta un mínimo de siete días.
Las explotaciones autorizadas antes de la entrada en vigor del presente real decreto y que no operen bajo los principios del «todo dentro, todo fuera», deberán hacer un vaciado completo de cada nave al menos cada 2 años y posteriormente una adecuada limpieza y desinfección, verificando su eficacia, tal y como se describe en el presente real decreto.
- En el caso de unidades de producción con áreas de cría o producción al aire libre y de aves corredoras (ratites), se deberán establecer las medidas higiénico-sanitarias necesarias para lograr un descanso suficiente de las aves, que permita el control efectivo de los agentes infecciosos y parasitarios.
Ningún programa de prevención de enfermedades puede obviar un plan de bioseguridad. Si se tiene en cuenta que muchas de estas enfermedades patógenas pueden durar hasta años (Tabla 1).
Tabla 1. Supervivencia en residuos orgánicos o polvo de microorganismo patógenos responsables de enfermedades en aves.
Programas de registros
Artículo 17. Libro registro
- Los titulares de las explotaciones deberán llevar de manera actualizada un registro de explotación denominado, en adelante, libro de registro.
- El libro de registro se llevará de forma manual o informatizada, y será accesible para la autoridad competente, incluida la autoridad ambiental, a petición de esta, durante el período que ésta determine y que, en cualquier caso, no podrá ser inferior a tres años después del fin de la actividad de la explotación.
Conclusión
No sólo «granjas avícolas»
Ayuda a enfatizar a los empleados que las empresas avícolas no son «sólo granjas de pollos» sino empresas productoras de alimentos, con productos que entran en la cadena alimentaria y que incluso podrían aparecer en sus platos para la cena.
- «Esa actitud realmente cambia gran parte de la mentalidad en las personas y las motiva a hacer un buen trabajo»
- Los empleados deben entender que el éxito de una empresa avícola e incluso sus puestos de trabajo dependen de la correcta ejecución de los procedimientos de bioseguridad.
La instauración de un programa de bioseguridad en una granja avícola proporcionará un aumento de la productividad de los animales y un aumento en los rendimientos económicos.
- Así mismo, se verá reducido el uso de determinados antimicrobianos, con lo que estaremos reduciendo los residuos de antibióticos en los huevos y en las canales de los pollos.
Hay que diseñar un plan de bioseguridad que contemple cada uno de los puntos comentados anteriormente de una forma rutinaria que nos permita controlar y hacer el seguimiento de una forma controlada de todas las medidas de bioseguridad que hemos contemplado.
Para que un programa de bioseguridad sea exitoso se deberá tener conciencia de la importancia que requiere para poder tomarlo con total responsabilidad, seriedad y compromiso. La bioseguridad nunca debería tomarse como un costo impuesto por los técnicos sino como una inversión.
- Un plan de bioseguridad mal implementado o mal elaborado se transforma en un riesgo tan importante como en el caso de no poseerlo, ya que genera una falsa sensación de seguridad.
El uso (excesivo) de antimicrobianos está en debate. Implementar planes exhaustivos de bioseguridad en las granjas, se convierte en una práctica habitual para evitar la entrada y propagación de microorganismos patógenos. (Imagen 2).
Imagen 4. Como un plan de bioseguridad puede contribuir a la reducción de antibióticos en la granja.
Así mismo, hay que tener en cuenta que, en la lucha frente a las enfermedades animales, la prevención es fundamental, para lo cual desempeña un papel básico la bioseguridad, pero también el tratamiento de las mismas se hace necesario.
En este sentido, cabe señalar que, si bien el uso de antimicrobianos en la producción avícola resulta imprescindible en determinadas circunstancias,
también puede contribuir al incremento de las resistencias antimicrobianas, por lo que se debe hacer hincapié en el uso responsable de los medicamentos veterinarios.
De hecho, combatir la resistencia antimicrobiana es una prioridad básica en la Unión Europea, que ha establecido una estrategia común frente a esta cuestión.
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