Son muchos los factores que debemos controlar en nuestros centros e instalaciones ganaderas: la alimentación, unas condiciones ambientales idóneas para la cría y el desarrollo de los animales, elementos estructurales y de manejo o adoptar medidas encaminadas a mantener las condiciones higiénicas y sanitarias en el más estricto control.
Estas medidas, tanto activas (limpieza, control de vectores, etc) como pasivas (vallado perimetral, separación zona sucia – zona limpia, etc) se unen todas en los conocidos como protocolos y medidas de Bioseguridad.
La Bioseguridad nos va a permitir que, durante el periodo en el que tengamos animales, no se produzca ninguna situación de desafío sanitario, como la entrada de patógenos y sus vectores, contaminación de agua y alimentos o la diseminación de enfermedades dentro de la instalación o a otros lugares cercanos.
Así, cuando vayamos a establecer un protocolo de Bioseguridad, debemos tener en cuenta todos esos factores (los cuales no van a ser siempre los mismos) por lo que éste conjunto de actuaciones siempre será específico y personalizado a cada tipo de sistema de crianza.
Uno de esos eventos clave es la desinfección. Ésta siempre se debe hacer después de la limpieza y tenemos que ser exigentes con el producto que se vaya a emplear. Para ello, tenemos que elegir ingredientes activos biocidas que sean eficaces frente al mayor espectro de microorganismos patógenos posible, eficientes en su dosificación y cuyo formulado se pueda utilizar de manera sencilla y en cualquier tipo de instalación ganadera.
En este sentido, Sanivir Fumígeno reúne todos los requisitos previamente mencionados ya que, al ser una vela generadora de humo, vamos a poder hacer una desinfección completa de las superficies y del ambiente del lugar de aplicación, ahorrando a su vez en tiempo de trabajo.
Para utilizar el producto, en primer lugar calcularemos el volumen en metros cúbicos del lugar de aplicación. A continuación, elegiremos el formato que más se adapte al volumen calculado y cerraremos todo tipo de ventanas y aberturas, para que el humo desinfectante no se pierda. Finalmente, encenderemos el producto, desde el lugar más alejado hasta el más próximo a la salida, dejándolo actuar por un periodo de, al menos, 6 horas.
Por otro lado, al ser un desinfectante en forma de humo seco evitaremos aportar una humedad añadida en lugares donde ésta debe ser controlada, como en las salas y máquinas de un centro de incubación, en silos de almacenamiento de alimento o en camiones de transporte.