El mercado de los huevos ha experimentado una diversificación considerable en los últimos años. Los consumidores cuentan con una amplia gama de opciones que varían desde huevos convencionales hasta opciones más sostenibles, como los ecológicos, camperos y de gallinas criadas en libertad.
Saber cómo distinguir entre estos tipos de huevos no solo ayuda a tomar decisiones informadas sobre el consumo, sino que también refleja el interés creciente por el bienestar animal y la sostenibilidad en la producción alimentaria.
Los huevos convencionales son los más comunes y los más accesibles económicamente. Este tipo de huevo se caracteriza por ser provenientes de gallinas criadas en jaulas. Este tipo de producción se encuentra ampliamente disponible y sigue siendo la opción más económica.
Por otro lado, los huevos ecológicos son aquellos que provienen de gallinas alimentadas con piensos orgánicos y criadas bajo estándares que priorizan el bienestar animal. Estas aves tienen acceso al aire libre y, a diferencia de los convencionales, están protegidas por normativas que garantizan la ausencia o reducción de pesticidas, antibióticos o productos químicos en su alimentación.
Existen varias subcategorías dentro de los huevos ecológicos, dependiendo de la forma en que las gallinas acceden al exterior y de la cantidad de espacio disponible para ellas. Identificar los huevos ecológicos en el mercado es relativamente sencillo, ya que suelen llevar una etiqueta que incluye el código correspondiente al tipo de producción, lo que facilita la elección de los productos.
Los huevos camperos, aunque también provienen de gallinas que viven en condiciones más libres que las convencionales, no necesariamente tienen acceso continuo al aire libre como las aves ecológicas. Sin embargo, estas gallinas disfrutan de un espacio más amplio para moverse y pueden salir al exterior.
La principal diferencia entre los huevos camperos y los ecológicos radica en los estándares de alimentación y los controles más estrictos que regulan la producción ecológica, lo que da lugar a huevos con un perfil nutricional ligeramente diferente.
En el caso de los huevos de gallinas criadas en libertad, estas aves tienen acceso constante a espacios exteriores donde pueden pastar, moverse libremente en un entorno más natural. Este tipo de crianza imita sus hábitos naturales. Cabe mencionar que el precio de los huevos de gallinas criadas en libertad suele ser más elevado.
Además de la clasificación general, el etiquetado juega un papel clave en la identificación de los tipos de huevos, especialmente cuando se trata de huevos ecológicos. Existen diversas certificaciones y códigos numéricos que permiten distinguir entre los diferentes tipos de huevos en función de su origen y método de producción. Por ejemplo, los huevos ecológicos llevan un código que comienza con el número «0», seguido de la indicación de la granja y el sistema de producción.
Conocer las diferencias entre los tipos de huevos disponibles en el mercado es fundamental para elegir productos que mejor se adapten a las preferencias de los consumidores.
Un etiquetado claro y un conocimiento básico sobre las certificaciones disponibles permiten a los consumidores tomar decisiones más conscientes, favoreciendo la producción responsable y contribuyendo a la sostenibilidad del sector avícola.