Muy a menudo nos encontramos con preguntas acerca de la vacunación de salmonella. Éste recopilatorio pretende responder parte de las dudas más comunes en la avicultura de puesta.
Eficacia
¿Por qué es importante vacunar cuanto antes?
La primera cepa de Salmonella que ocupe el nicho, bien de campo o vacunal, ocupará los receptores, los órganos diana y se excretará en el ambiente. Por ello, la negatividad del lote junto con el inicio de la inmunidad, son el puntal sobre el que se construirá la protección de los animales.
Las vacunas vivas atenuadas registradas en España se pueden aplicar desde el primer día de vida, siendo Salmovac 440 la que presenta un inicio de protección más precoz (6 días tras su aplicación).
¿Pueden interferir los anticuerpos maternales en la inmunidad temprana?
No existe evidencia en gallinas ponedoras comerciales. Los planes vacunales de las reproductoras están dirigidos tanto a mantener los animales negativos, así como a disminuir el posible riesgo de transmisión transovárica a huevos.
Aun así, estos títulos no serían efectivos para evitar una colonización de una cepa viva atenuada a nivel intestinal, que es el objetivo de la vacunación a primer día de vida.
¿Podemos esperar un grado de protección desde el primer día en que se aplican las vacunas vivas atenuadas?
A diferencia de las vacunas inactivadas, que ofrecen un alto nivel de anticuerpos en sangre, el objetivo de las vacunas vivas es proporcionar una barrera protectora en el órgano diana natural de la Salmonella: la mucosa intestinal. Esta protección precoz tiene dos mecanismos:
- La exclusión de la cepa campo por la ocupación de receptores y su nicho natural
- La estimulación de la respuesta inmune mediada por células
Un factor determinante para la obtención de éste efecto es el grado de atenuación, cuanto menos atenuada sea la cepa, más rápida e intensa será la colonización y su excreción, aumentando así su potencial para desplazar a otras salmonellas.
¿Y si combinamos el uso de vacunas vivas e inactivadas?
El principal factor limitante de las vacunas inactivadas es que su inicio de inmunidad es muy tardío (mayor a 19-20 semanas de vida), y requiere mínimo 2 aplicaciones intramusculares.
Es muy habitual encontrar planes vacunales mixtos, donde se obtiene un inicio de la inmunidad precoz mediante el uso de al menos dos dosis de vacunas vivas atenuadas, seguidas de un recuerdo con vacuna inactivada.
No existen datos que avalen una superioridad significativa en cuanto a duración de inmunidad frente a planes vacunales proporcionados por 3 dosis de viva atenuada (por ejemplo, Salmovac 440 especifica 63 semanas frente a SE y 60 frente a ST tras la tercera aplicación).
Pese a ello, muchos técnicos consideran necesaria una elevada tasa de anticuerpos sistémicos, por lo que consideran una última dosis inactivada. Posiblemente estos planes vacunales se mostraron muy eficaces frente a virus que circulan de forma sistémica.
En el caso de Salmonella, cuyo órgano diana es el sistema digestivo, se debería priorizar la protección allí donde es más útil. En todo caso, si se desea complementar un plan vacunal mediante el uso combinado de vacunas vivas e inactivadas, se deberían respetar siempre las especificaciones —2 aplicaciones como mínimo en el caso de vacunas inactivadas—.
De forma general, la producción de anticuerpos y la eficacia de las vacunas, tanto vivas como inactivadas, fuera de especificaciones son inciertas, y en el caso de Salmonella, un riesgo innecesario.
¿Y qué pasa tras las 75 semanas?
Las ponedoras comerciales inician el periodo de puesta generalmente entre las semanas 17-20 de vida, por lo que la última vacunación frente a Salmonella ocurre generalmente entorno a la semana 12-14 de vida.
Si le sumamos las 63 semanas frente a SE que ofrece Salmovac 440, nos encontramos que no es posible obtener protecciones más allá de la semana 75-77 de vida.
Existe una necesidad real de la industria para proteger el final del ciclo de puesta, pero desgraciadamente la regulación vigente prohíbe específicamente el uso de vacunas vivas durante el periodo de puesta por motivos de precaución, aunque Salmovac 440 nunca ha estado relacionada con brotes de salmonelosis en humanos.
¿Cuándo se aplica la última dosis?
Cuanto más tarde administremos la 3º y última dosis, más prolongaremos la duración de la protección, pero todas las vacunas registradas deben aplicarse mínimo 3 semanas antes del inicio de puesta. A la práctica, este hecho pone un tope en las semanas 14-17 de vida.
¿Y si hacemos combinaciones de diferentes cepas vacunales, aumentamos el espectro de protección?
Efectivamente, utilizar diferentes cepas de diferentes serotipos de la misma especie, aumenta el espectro de antígenos presentados. Pero, por otro lado, perdemos intensidad, diferentes cepas compitiendo por los mismos receptores y nicho hace que estos recursos se diversifiquen y dispersen, obteniendo un menor nivel de protección.
Un buen compromiso es utilizar una misma cepa con protección heteróloga demostrada frente a diversos serotipos. Al realizar los recuerdos con la misma composición antigénica, la reacción inmunitaria tanto homóloga como heteróloga se refuerza, obteniendo al mismo tiempo un amplio espectro y una duración prolongada.
¿Es importante proteger frente a S.typhimurium (ST)?
En los últimos años se ha observado una creciente sensibilización de la industria tanto para ST como para su variedad monofásica (STm). Diversos factores han contribuido a ello. Cuando se controla un determinado serotipo de una especie, otro serotipo puede ocupar el nicho que éste ha dejado.
El éxito del PNCS frente a SE posiblemente ha proporcionado a ST una ventana de oportunidad, junto con la prohibición de uso de determinadas substancias higienizantes, así como un crecimiento sostenido de otras especies hospedadoras con altas prevalencias de ST. Para un buen control de Salmonella es crucial contemplar tanto ST, como STm y otros serotipos emergentes.
Intensificar las medidas de bioseguridad, manejo, así como replantear los planes vacunales buscando su máxima efectividad y seguridad es urgente.
Seguridad
¿Son las vacunas vivas frente a Salmonella seguras?
Sí. Toda vacuna registrada en la UE ha presentado estudios de eficacia, seguido estrictos controles de seguridad, y debe contar con técnicas diagnósticas para su diferenciación de cepas campo. Además, en los países de origen se monitorizan continuamente los brotes de salmonellosis en humanos, para comprobar que las cepas vacunales nunca se hayan encontrado involucradas en estos, compartiéndose los datos entre estados miembros de forma continua.
¿Y si encontramos las cepas vacunales durante el periodo de puesta?
Es posible, puesto que aves inmunodeprimidas pueden mostrar periodos de excreción anormalmente altos, y otras especies animales presentes en la granja (insectos, aves silvestres, roedores, etc.) pueden colonizarse al igual que las gallinas, éstos últimos con periodos de excreción variables. La presencia de la cepa vacunal avisa de un riesgo para el lote y el avicultor. Si una cepa de campo apareciera, precisamente estas aves inmunodeprimidas, así como insectos, roedores o aves silvestres servirían como caballo de Troya para multiplicarse y desafiar la seguridad sanitaria de la granja.
El PNCS obliga a vacunar y establece sistemas de autocontrol y control oficial, en todos ellos es obligatorio la declaración de especificar qué cepa se ha utilizado, justamente para poder realizar la diferenciación en caso de obtener resultados positivos. La presencia de cepas vacunales no tiene ninguna consecuencia, la de cepas campo sí.
¿La presencia de cepas vacunales puede interferir en los autocontroles de Salmonella?
Tanto los autocontroles como los controles oficiales tienen por objetivo detectar la presencia de cepas campo de salmonella. Principalmente en muestras ambientales tanto de lotes en recría como ponedoras durante el periodo de puesta. Todas las vacunas vivas de Salmonella, para resultar eficaces deben cumplir con éxito 3 fases —el mismo proceso que realizaría una cepa campo—:
- Colonización del intestino
- Multiplicación
- Excreción
Si alguna de estas fases falla, no se producirá una inmunización efectiva y el lote estará desprotegido. Por ello, todo autocontrol/ control oficial de un lote debidamente vacunado, en caso de encontrar una cepa sospechosa compatible con la cepa vacunal declarada, debe realizar un diagnóstico de diferenciación.
Actualmente existen medios de diferenciación muy avanzados disponibles en laboratorios de referencia, como las PCR, que permiten un diagnóstico rápido (24h) y fiable, por lo que en ningún caso la presencia de cepas vacunales debería representar un riesgo para el veterinario o avicultor. Al contrario, la presencia de la cepa vacunal significa que el proceso de vacunación se ha realizado satisfactoriamente, y en caso de continuar detectándolas en periodos anormalmente prolongados puede estar marcando un fallo en la bioseguridad o el status sanitario del lote o explotación.