Un sistema intestinal sano es crucial para obtener una correcta digestión del pienso, un correcto desarrollo y crecimiento del animal y para prevenir de la aparición de distintos desórdenes intestinales tales como la enteritis necrótica.
Además, una de las claves más importantes para mantener una producción avícola sana bajo las conticiones de producción actuales, es cuidar de la salud asociada al tracto gastrointestinal.
El intestino por sí mismo, es un ecosistema muy dinámico y con una inteligencia propia, colonizado por una comunidad compleja y altamente diversa de microorganismos.
Una microbiota intestinal correctamente equilibrada juega un rol esencial en la protección del ave frente al crecimiento y desarrollo inapropiado de patógenos, otras bacterias indesadas y también de virus.
Si este equilibrio se rompe debido a factores influyentes como sea el estrés medioambiental o debido al efecto de un cambio en la dieta, frecuentemente tiene como consecuencia pérdidas o retrasos en el rendimiento o una mayor susceptibilidad a infecciones.
Por este mismo motivo, es muy importante apoyar y modular una microbiota en la dirección necesaria para combatir la aparición y desarrollo de bacterias no deseadas como Salmonella, E. coli y C. perfringens.
LOS PROBIÓTICOS Y SU PAPEL COMO SOPORTE A LA FUNCIÓN INTESTINAL
El uso de probióticos en la avicultura comercial para estabilizar la función gastrointestinal y mejorar la salud y productividad está aumentando cada día.
Los probióticos son microorganismos vivos que promueven un efecto positivo en la ingesta del hospedador mejorando o manteniendo un equilibrio de la microbiota intestinal.
Los probióticos son ampliamente conocidios por ser uno de los grupos de aditivos al pienso con mayor éxito en promover la salud de los animales.
El rango de productos presentes en el mercado es amplio y está creciendo considerablemente desde que la Unión Europea declarase la prohibición del uso de los antibióticos como promotores del crecimiento en el pienso en el 2006.
Las categorías de probióticos disponibles difieren entre ellas en términos de propiedades y modo de acción. Estas diferencias impactan directamente en la selección del probiótico adecuado dependiendo del objetivo final de uso.
Una clase de probióticos ampliamente documentada son las bacterias ácido-lácticas (LAB por sus siglas en inglés, lactic-acid bacterias), conocidas por su capacidad para modular positivamente la microbiota intestinal por medio de la inhibición de patógenos en el intestino y el mantenimiento de la barrera funcional del intestino.
Por otro lado, las cepas formadoras de esporas son conocidas por tener un efecto beneficioso sustancial en la salud intestinal de las aves principalmente basado en la producción enzimática, la inhibición directa de ciertos patógenos por medio de péptidos bioactivos, y por lograr mantener o promover un ambiente favorable para otra bacterias beneficios como puedan ser las LAB.
Sin embargo, y en contraste para las LAB, solo las bacterias con capacidad para formar esporas como los Bacillus, son resistentes naturales a la temperatura, lo que supone finalmente una condición técnica necesaria para asegurar su uso en pienso peletizado o granulado.
NUEVA CEPA REGISTRADA EN LA UNIÓN EUROPEA
Uno de los objetivos continuos de búsqueda y de desarrollo es el descifrar la eficacia y el modo de acción de las cepas de probióticos aprobadas.
Estudios recientes están demostrando que la microbiota prolifera y que el rendimiento productivo es mejorado cuando los animales han sido alimentados con una combinación de bacterias productoras de ácido láctico y que a su vez, presentan capacidad para esporular.
Finalmente, dichas observaciones han dado lugar a la necesidad de desarrollar una nueva cepa de probiótico que presente dichas características intrínsecas en su modo de acción.
Tras muchos años de estudio y observación, se ha conseguido seleccionar una cepa probiótica que cumple con las características propias de las LAB y bacterias esporuladas, y que ha sido aprobada por la UE en la Regulación (EC) Nº 1831/2003 de Aditivos para el pienso como la cepa de Bacillus coagulans DSM 32016, el nuevo probiótico registrado bajo la marca comercial TechnoSpore®.
Según el equipo de I+D de Biochem Zusatzstoffe (Lohne, Alemania) involucrado en su desarrollo, esta nueva de cepa de probiótico se presenta como una solución única 2 en 1 que combina las vetajas demostradas por la bacterias esporuladas y los beneficiós de las bacterias ácido-lácticas en su modulación sobre la microbiota intestinal.
En la figura 1 podemos ver los resultados mostrados por un estudio in vitro realizado para determinar la eficacia de distintas cepas de LAB en su capacidad para producir ácido láctico.
La fiable capacidad de producción de ácido láctico demostrada por el Bacillus coagulans DSM 32016 resultó en una reducción del pH, lo que claramente demostró el beneficio que supone la administración de B. coagulans en el medio intestinal.
Además de esto, la inhibición directa demostrada por B. coagulans DSM 32016 frente a bacterias gram positivas y gram negativas también fue medida.
Otro aspecto importante y a tener en cuenta en los probióticos que van a ser añadidos en el pienso, es su resistencia a las altas temperaturas dadas durante los procesos de granulación y peletización del pienso.
Es de sobra conocido que las bacterias ácido-lácticas no sometidas a tratamiento de protección para las altas temperaturas, no son estables a éstas y, por lo tanto, no son adecuadas para los tratamientos térmicos del pienso.
Para ello, se llevó a cabo una prueba de granulación en la que se incluyeron temperaturas de 80°C y 100°C para medir el ratio de recuperación del Bacillus coagulans DSM 32016.
En dicho ensayo, B. coagullans DSM 32016 demostró exitosamente unos ratios de recuperación fiables en las condiciones normales de granulación (Figura 2), convirtiéndolo así en un probiótico de elección para un amplio rango de aplicaciones.
EFECTOS POSITIVOS SOBRE LOS RENDIMIENTOS ZOOTÉCNICOS
Los estudios demuestran que la administración del Bacillus coagulans DSM 32016 (Dosis de registro aprobada por la UE de 1.0 × 109 CFU/kg de pienso) resultó en una mejora general en el rendimiento productivo y la salud en pollos de engorde y aves ornamentales, todos ellos bajo condiciones de alta producción.
En el meta-análisis realizado sobre 17 pruebas llevadas a cabo en pollos de engorde, se demuestran mejoras apreciables en los resultados zootécnicos gracias a la administración del B. coagulans DSM 32016 (Figura 3).
Se puede demostrar que las aves alimentadas con el probiótico, de media, demostraron un peso final mayor y una ganacia diaria mayor (+5,7%) comparado con el grupo control.
La administración de B. coagulans DSM 32016 en la dieta, demostró una reducción en el índice de conversión de 5,3%.
Además, se observó una reducción en la mortalidad en dichos ensayos, siendo reducida en 1,4% sobre la media.
Estos resultados indican que el uso de esta nueva cepa de probótico puede dar lugar a una mejora clara en el rendimiento productivo de la avicultura actual gracias a la mejora de los rendimientos productivos conjuntamente con una mejora de la supervivencia de los animales.
CONCLUSIÓN
La modulación positiva en la microbiota intestinal, la cual incluye la supresión de patógenes en el medio, así como la estimulación y crecimiento de bacterias beneficiosas; tiene un efecto muy notorio y positivo sobre los parámetros zootécnicos en los pollos de engorde.
Asimismo, también lo presenta sobre el índice de conversión, crecimiento diario y mortalidad. Los ensayos llevados a cabo con B. coagulans DSM 32016 refuerzan la fiabilidad y eficacia de este nuevo probiótico que ayudará a los productores a mantener la salud de sus animales sin renunciar a obtener todo el potencial genético de sus aves de una forma natural.
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