La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha denunciado a las empresas integradoras por el incumplimiento generalizado de la Ley de la Cadena Alimentaria, normativa que exige cubrir costes de la producción, y cuyos períodos de transición han sido cumplidos hace semanas.
UPA comenta que no existe justificación de que los avicultores continúen trabajando con contratos que no cubren los gastos de producción, y sin embargo, la carne de pollo ha aumentado el precio para los consumidores. El precio del pollo ha aumentado un 12% en las principales cadenas de supermercados, las integradoras no están trasladando a los ganaderos.
En Murcia, más de doscientos productores exigen que la ley de la Cadena Alimentaria se cumpla. Esta ley prohíbe la venta a pérdidas, de modo que ocurre a los productores avícolas. El sector avícola regional de Murcia está formado por 246 explotaciones mantenidas por profesionales en zonas rurales y con anualmente 28 millones de pollos.
El secretario de ganadería de UPA, Carlos Esparcia, denuncia que las integradoras no están actualizando en sus liquidaciones la escalada de precios de costes básicos como la electricidad, el combustible o las materias primas, no obstante han subido los precios en el consumo de carne.
UPA recuerda que la ley de la Cadena Alimentaria es de obligado cumplimiento. En caso de no ser atendidas las peticiones de los ganaderos, el siguiente paso será denunciar frente a un organismo para que se cumpla la norma, la Agencia de Información y Control Alimentario.
Hace un mes UPA ya había denunciado debido a que los avicultores no tendrían que estar cobrando un valor menor a 55 o 60 céntimos por pollo criado, en cuanto continúan cobrando 40 a 45 céntimos, independiente de los costes de producción que siguen disparados.
La organización va a requerir que las integradoras se reúnan con estos para un cambio de actitud. Se ha conocido que algunas empresas están de amenazas con los granjeros, que manifiestan miedos a las denuncias ya que los avicultores han efectuado grandes inversiones y están sujetos al mantenimiento de sus contratos de integración. Es decir, en muchas ocasiones a los ganaderos no les queda otra que producir a pérdidas para evitar el embargo de las naves y otras inversiones acometidas.
Conforme el Ministerio de Agricultura, en el primer trimestre el precio medio de los pollos en el mercado ha sido un 9,5% superior a del trimestre anterior, pero los precios de inicio no han adquirido ese aumento. Al igual que la subida ha sido del 16,5% a finales de marzo de 2021 en comparación con 2022 y los granjeros no han tenido reflejado esta alza.
Hay un inmenso incremento de todos los costes de producción que asumen las granjas, que son vulnerables y se quedan en “migajas”. Por ejemplo, los costes energéticos se han duplicado en respecto al año pasado. La energía eléctrica implica entre el 75 y el 80% de los costes variables de explotación para los avicultores “integrados”. El combustible más comúnmente utilizado, el gas propano, también se ha disparado de los 0,85 euros/Kg. a 2 euros/Kg. “Una granja media antes gastaba 2.000 euros en propano y ahora ha gastado 5.000 euros.”, una situación “insoportable” para UPA.
A su vez, UPA ha solicitado al Ministerio de Agricultura que realice la publicación inmediata del decreto de ayudas por la crisis de costes en el que la organización consiguió que se incluyera a las granjas de pollos, también debiendo complementar el sector como el pavo las comunidades autónomas también deben complementar estas ayudas incluyendo a sectores como el pavo.