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El Ministerio de Ganadería, AgriculturaAP y Pesca (MG) de Uruguay autorizó la importación de pollo desde Brasil solicitada por la Unión de Vendedores de Carne (UCV) frente al consecutivo incremento del precio de este producto aviar, alcanzando un alza de 53% en los últimos cinco meses de 2017.
Para el presidente de la Unión de Vendedores de Carne (UVC), Hebert Falero, este incremento en los precios es desmedido, sosteniendo que no es posible que con una inflación de 8% un producto haya tenido un alza de 53%.
Desde el sector de la industria avícola, explican que el valor de la carne de pollo presentaba valores muy bajos por una sobreproducción, lo cual implicó pérdidas para el sector industrial, además de incidir la pérdida del mercado venezolano. Es más, en el caso de la empresa exportadora Granja Tres Arroyos, de capitales argentinos e instalada en la antes Granja Moro en Uruguay, la falta del mercado venezolano para colocar la producción se sintió. Adicionándole, un mercado interno atiborrado de pollos que el consumo interno no puede absorber y un valor internacional sumamente bajo- El Telégrafo.
El presidente de la Cámara Uruguaya de Productores Avícolas (Cupra), Domingo Esteves, manifestó que cuando hay una superproducción y cae el precio del pollo porque el mercado interno no puede absorber esa mayor oferta, “las empresas bajan su producción y llevan el producto al precio real que debería tener. La realidad es que las empresas durante todo este año –y diría desde fines del año pasado– han venido perdiendo dinero por la sobreproducción”.
En Uruguay, el nivel normal de crianza o por lo menos el punto de equilibrio está en alrededor de 600.000 pollos semanales y actualmente fluctúa entre 500.000 y 550.000 pollos producidos semanalmente.
En dos semanas más, posiblemente ingrese a Uruguay el primer contenedor con pollos enteros brasileños, con carcasas de dos kilos, importado por la Unión de Vendedores de Carne (UVC) para atenuar el incremento de 53% que ha alcanzado el precio de este producto en Uruguay.
La Unión de Vendedores de Carne (UVC) compró el primer contenedor con 22.000 kilos de pollos enteros y para las próximas semanas se ha planificado el ingreso de más contenedores, siempre y cuando el costo del producto sea conveniente, moderando el precio al consumidor final.
Según el acuerdo sanitario entre Uruguay y Brasil se establece que solamente se autoriza pollo entero, sin menudos, y por un cupo de hasta 120 toneladas.
Los pollos brasileños ingresarán desde empresas exportadoras de Santa Catarina. Brasil es el segundo mayor productor mundial de carne de ave y sólo en 2016 produjo 12,9 millones de toneladas de las que exportó 4,38 millones de toneladas. El valor de la producción fue de 53.000 millones de reales, sin embargo exporta el 30% de su producción, el 70% restante va para el mercado interno. En Brasil no se ha presentado la gripe aviar y eso lo pone a la vanguardia en la exportación de carne aviar y genética avícola – El País.
Anteriormente, la UVC había importado pollos enteros brasileños, debido a que el precio del mercado doméstico se incrementó de sobremanera y encareció el producto.
En el transcurso de 2016, Uruguay importó 3.040 toneladas de pollo brasileño, en un año la importación subió 13%. Además, de acuerdo a las cifras de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), en el primer semestre de 2017, comparado con igual fecha del año anterior, sólo se exportaron 1.108 toneladas.
El presidente de la gremial, Hebert Falero, adelantó a El País que las carnicerías agrupadas trasladarán al público el menor precio del pollo brasileño, buscando que no se resienta el consumo frente al incremento del valor local. El consumo per cápita está en 22 kilos al año y tiende a crecer, según las cifras estadísticas del Instituto Nacional de Carnes (INAC).
El representante de UVC explicó que “no es nuestra política trabajar con productos importados, pero la circunstancia lo amerita y nos parece correcto buscar un equilibrio en los precios respecto a la región”. Además, consideró que hoy se disparó el precio del pollo entero, pero a futuro “puede pasar con la carne vacuna y hay muchos abastecedores que están importando semanalmente carne vacuna desosada y envasada al vacío de Brasil y Paraguay” para el abasto interno.
La industria avícola asegura que viene perdiendo dinero desde hace bastante tiempo y que tiene necesidad de subir los precios en el suministro para parar esa pérdida.
Por otra parte, desde el sector de la Asociación de Façoneros de Pollos Unidos se critica a la industria avícola porque las empresas bajaron los niveles de crianza, entregándoles menos pollos para criar y engordar. Mientras, ellos tienen que hacer frente a sus inversiones como galpones, amortización de tecnología y costos operativos, pero también señalan que están cobrando tarde el pollo entregado para faena.
Por su parte, la Unión de Vendedores de Carne (UVC) estima que, si los precios continúan subiendo, no sólo este gremio continuará importando pollos enteros brasileño, sino que esta situación se prestará para que algún distribuidor realice una importación directa desde Brasil.