Existen muchos tipos de ventilaciones para naves de pollos y reproductoras; generalmente en España hemos conocido:
¿Qué sistema de ventilación resulta más aconsejable?
Cada tipo de ventilación tiene sus ventajas e inconvenientes, y son más o menos efectivos y eficientes para nuestro clima. Tengamos en cuenta que en España sufrimos de fríos y rigurosos inviernos y de tórridos veranos, por lo que un solo sistema de ventilación, que funcione muy bien en invierno, con ventilaciones mínimas, puede no ser el adecuado para el verano, y viceversa.
En muchas ocasiones será necesario un sistema de ventilación mixto o dos sistemas combinados para poder trabajar con la máxima eficiencia tanto en invierno como en verano
Ventilaciones mínimas o de invierno ¿Qué resultados buscamos?
En este caso, vamos a poner el foco en las ventilaciones mínimas o de invierno, donde tenemos que buscar una gestión óptima de la cantidad de aire que metemos y sacamos de la nave, para conseguir:
- La ventilación necesaria para la supervivencia de los animales.
- El mantenimiento de una atmósfera adecuada en cuanto a la calidad del aire interior, su cantidad de humedad relativa, la temperatura, la uniformidad de ésta a lo largo de la nave y la cantidad de CO2 que permitan el óptimo desarrollo de los animales.
- Una calidad de yacija (cama) confortable para los animales y que no les dañe o perjudique.
Lo ideal es alcanzar cada objetivo con el mínimo gasto de energía posible, tanto en la usada para la extracción del aire -ventiladorescomo en la usada para la calefacción
- Sistemas de ventilación natural
Hasta hace no muchos años, las ventilaciones mínimas se basaban en sistemas de ventilación natural, en las que se regulaba la cantidad de aire que entraba y salía de las naves bajando y subiendo las ventanas de guillotina en los laterales de éstas, al principio a mano, bajo la acción y criterio del granjero y más recientemente, controlados por un autómata.
- Sistemas de ventilación transversal
Posteriormente, con la llegada de las naves cerradas, aparecieron los sistemas de ventilación transversal, en los que el aire entra por un lateral de la nave a través de unas ventanas que son reguladas en su apertura, y unos ventiladores en la pared opuesta, todo ello controlado por un autómata o un ordenador de control climático.
- Sistemas de ventilación longitudinal
Con la aparición de las naves de ventilación longitudinal, en las que el aire entra por ambos laterales de la nave, y es extraído por una de las fachadas, se experimentó que este tipo de ventilación es muy adecuado para el verano, pues puede generar una velocidad de aire elevada (hasta 2,5 m/seg). Para las ventilaciones mínimas es muy difícil de regular adecuadamente, y genera diferenciales de temperatura a lo largo de la nave, así como corrientes de aire no deseadas a edades tempranas y/o en invierno.
Como solución a los problemas de diferencias de termperatura a lo largo de la nave y corrientes de aire no deseadas se desarrolló la extracción del aire en ventilaciones mínimas mediante chimeneas, que toman o meten el aire en el centro de las naves, lo que aporta muchas ventajas frente a la extracción de ventiladores en las paredes.
Correcta distribución del aire fresco
Para una correcta distribución del aire fresco, asegurando que llegue hasta el centro de la nave y su mezclado con el aire caliente más próximo al techo en el interior de esta, buscamos una velocidad de entrada de aire de:
La velocidad de entrada del aire se consigue mediante la depresión generada por los ventiladores de extracción, que normalmente oscila entre los 18/20 pas de las naves más estrechas (15-16 metros), hasta los 30 pas de las naves más anchas (20-22mtrs).
Para inducir esta depresión de la manera más eficiente y continua, sin saltos por la entrada de ventiladores o grupos de estos, se utilizan un número de chimeneas determinado por la anchura y longitud de la nave, con el objeto de cubrir hasta un 80% de la demanda de ventilación mínima de la nave (unos 2 metros cúbicos/hora/animal).
Los ventiladores instalados en las chimeneas han de ser siempre de dos tipos:
- Al menos dos chimeneas con ventiladores de velocidad variable.
- El resto de ventiladores hasta completar el requisito de ventilación de velocidad fija.
Con los ventiladores de velocidad variable, se pude siempre ajustar el requisito de extracción al estrictamente necesario, ni más ni menos, sin los saltos que provocan el encendido y apagado de ventiladores de velocidad fija. Generalmente las chimeneas más utilizadas suelen tener ventiladores de unos 13.000 m3.
Ventajas de la ventilación por chimeneas
A continuación se indican algunas de las ventajas ofrecidas por la ventilación por chimeneas frente a la extracción de ventiladores en paredes laterales o fachadas:
- Construcción de naves más anchas
Permite una construcción de naves más anchas -hasta 24 metros-. En ventilaciones transversales no es posible obtener buenos resultados más allá de los 15 mtrs de ancho, debido a la gran distancia que tiene que “volar” el aire para llegar hasta el otro extremo de la nave, necesitando para ello una gran depresión para lograrlo. Con las chimeneas, el aire entra por ambos laterales de la nave y es extraído en el centro, por lo que el aire solo tiene que “volar” la mitad de la anchura de la nave.
- Ventilación natural por conveccción
Permite la posibilidad de ventilación natural por convección (diferencial térmico) en caso de pérdida de la energía que acciona los ventiladores. El aire caliente subirá y saldrá por las chimeneas y el aire fresco entrará a través de las ventanas laterales; este sistema puede ser automático accionado por baterías independientes del suministro eléctrico
- Correcta distribución de entrada de aire fresco
En naves de gran anchura, por encima de 20 metros, aseguran una correcta distribución de entrada de aire fresco, utilizando chimeneas de entrada de aire.
- Reducción de la polución medioambiental
El uso de chimeneas de ventilación es una gran ventaja para la polución del medio ambiente en las inmediaciones de las naves/granjas. Soplando el aire hacia arriba, en lugar de horizontal, hará que las partículas de polución extraídas se distribuyan más ampliamente alrededor de las naves/granjas, lo que resultará en que las cantidades de emisiones en ppm sean mucho menores cuando regresen al nivel del suelo.
- Construcción de las naves más juntas
Dado que la extracción de aire es vertical hacia arriba, podemos hacer las naves mucho más juntas, pues las ventilaciones de una no contaminan o molestan a las naves adyacentes, una separación de 8 metros entre naves es más que suficiente.
- Funcionamiento óptimo de la ventilación mínima
En naves de longitud elevada, más de 100 metros, la ventilación mínima funciona de manera óptima, dado que las chimeneas están repartidas a lo largo de toda la longitud de esta. Extraen aire a lo largo de la nave y no solo de una de las fachadas, por ello la regulación de la ventilación mínima es más uniforme, y puede ser mejorada de una forma más precisa mediante el uso de chimeneas con ventiladores de velocidad variable.
- Menor nivel de ruido
Las chimeneas producen mucho menor nivel de ruido que los ventiladores de pared cuando funcionan, siendo las emisiones sonoras son menores.
- Sin corrientes o arrastres de aire
Especialmente cuando los animales son pequeños, en la primera semana de vida, necesitamos evitar cualquier corriente de aire a la altura de estos. Con las chimeneas, podemos hacer que el recorrido del aire sea el correcto, llegando a todos los puntos, sin provocar corrientes o arrastres de aire a la altura de los animales y de manera uniforme en toda la nave.
- Cumplimiento de leyes gubernamentales
En muchas zonas de Europa, por ejemplo en Alemania, se utilizan para cumplir con las leyes gubernamentales. Existen normativas medioambientales que obligan a que el aire utilizado para la ventilación de las naves sea expulsado a una altura de mínimo 7 a 10 metros sobre el suelo, por lo que la utilización de chimeneas es imprescindible en muchos casos. Debido a otro tipo de normativas más restrictivas, además se utilizan filtros activos en las chimeneas para disminuir la cantidad de emisiones en ppm hasta conseguir los límites legales.
La ventaja a nivel legislativo, de momento, no es aplicable en España, pues carecemos de alguna normativa vigente al respecto. Es más que seguro que, en un futuro no muy lejano, empecemos a ver cómo son aplicadas en nuestro país varias normativas al respecto de las emisiones de las naves granjas en lo referente a las ventilaciones, calefacciones y aguas utilizadas en la limpieza de las instalaciones.