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Alarmas y sistemas de protección de siniestros en granjas avícolas

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Alarmas y sistemas de protección de siniestros en granjas avícolas

Trabajamos en un sector del que podemos estar muy orgullosos, con diferencia es el más eficiente y tecnificado de toda la producción animal. Esta eficiencia convirtiendo pienso en carne o huevos, se logra gracias a la automatización e informatización de todas las etapas del proceso productivo: incubación, fabricación de pienso, el sacrificio/procesado y también la cría de las aves. Las granjas avícolas de producción intensiva actuales disponen de ordenadores de última generación que reciben información de decenas de sensores y accionan decenas de motores, como por ejemplo alarmas y sistemas de protección.

Gracias a que las naves son cerradas y a la buena programación de estos ordenadores, conseguimos en invierno, dirigir al techo el aire frío exterior para precalentarlo y mantener la nave a la humedad y temperatura óptimas.

Conjuntamente con las potentes ventilaciones túnel y la refrigeración evaporativa, en verano, proporcionamos a nuestras aves un extraordinario confort ambiental, sea cual sea la temperatura exterior.

Confort impensable en otras producciones animales, o incluso en los sistemas alternativos a la avicultura intensiva.

“Cuando la salud y el bienestar de los animales dependan de un sistema de ventilación artificial, deberá …. contar con un sistema de alarma que advierta en caso de avería”, R.D. 348/2000 relativo a la protección de los animales en las explotaciones ganaderas.

TIPOS DE AVISOS

1. Fallo de corriente eléctrica y/o fallo de una fase.

2. Fallo de funcionamiento de los extractores.

3. Depresión muy alta

4. % de humedad alta.

5. Temperatura alta.

6. Temperatura baja.

7. Fallo de bombas de agua de la refrigeración evaporativa.

8. Fallo de la calefacción.

 

9. Funcionamiento excesivo del transportador de pienso.

10. Funcionamiento excesivo o bajo de las líneas de alimentación.

11. Consumo excesivo o bajo de agua.

12. Ausencia de pienso en los silos.

 

Existen 2 modos de cómo una alarma se comunica con el exterior:

ALARMA DE COMUNICACIÓN DIRECTA AL USUARIO

Cuando se genera un aviso, el autómata de la alarma envía una “llamada” directamente al teléfono del usuario (mediante una tarjeta telefónica SIM).

Motivos por los que puede fallar una “alarma directa”

Que la tarjeta SIM sea de prepago, ya que aun con saldo, si no se recarga periódicamente, se inactiva.

Que el autómata de la alarma se “cuelgue”. Se sabe si está colgada, si al apagarla y encenderla de nuevo, la alarma se activa y manda el aviso.

Que la tarjeta SIM se bloquee (después de una tormenta) y sea necesario solicitar una duplicación de la tarjeta SIM a la compañía telefónica.

Mal contacto entre alarma y tarjeta SIM (por polvo o suciedad en los 8 contactos metálicos de la tarjeta SIM).

La torreta repetidora de telefonía cercana a la granja no esté funcional (después de una tormenta o por intrusión para el robo de las baterías o el cobre).

En alarmas sin la función “test de carga”, puede ocurrir que la batería de la alarma esté viciada y cuando hay un corte del suministro eléctrico, no tiene potencia para lanzar el aviso.

Que la alarma haya realizado el aviso correctamente, pero la persona que reconoció el aviso, o no era la adecuada (la hija pequeña del avicultor jugando con el móvil, que colgó la llamada de la alarma), o no estaba al 100 % (un avicultor joven, sábado por la noche, verano, que descolgó y colgó el teléfono sin darse cuenta de que era la alarma).

Nota: ambos casos reales

ALARMA CONECTADA A UNA «CENTRAL RECEPTORA DE ALARMAS» (CRA)

Cuando se genera un aviso, la alarma se comunica con una “Central Receptora de Alarmas”, y es una persona de la Central Receptora de Alarmas quien de forma inmediata pone en contacto con el avicultor.

La gran diferencia con las alarmas directas es que el autómata de la alarma de la granja está en comunicación constante con la “Central Receptora de Alarmas”. Cada 5 -10 minutos la alarma de la granja envía una señal “keep alive” de que todo va bien a la Central Receptora de Alarmas.

Si la Central Receptora de Alarmas no recibe la señal de la granja, es porque hay un fallo de comunicación (ver recuadro “Motivos por los que puede fallar una alarma directa”);por tanto, la alarma está inservible.

Si el fallo de comunicación persiste, una persona de la Central Receptora de Alarmas, previa identificación del avicultor mediante una palabra clave, le da el aviso de que hay fallo de comunicación de la alarma.

La autorización y funcionamiento de las Centrales Receptoras de Alarmas está ampliamente legislado, ya que los avisos de intrusión o robo con comunicación a la policía de domicilios, bancos, empresas, etc, deben de ser verificados previamente por una Central Receptora de Alarmas autorizada antes de la comunicación a la policía.

“Las Centrales Receptoras de Alarmas deben estar atendidas permanentemente por como mínimo 2 operadores. Antes de comunicar a los servicios policiales las alarmas, las centrales deberán verificarlas con los medios técnicos de que dispongan”, (RD 2364/1994)

“Siendo infracción grave para la central receptora la comunicación de una o más falsas alarmas por negligencia, deficiente funcionamiento o falta de verificación previa.”, Ley 5/2014 de seguridad privada.

Otra posibilidad, para el caso de alarmas que no son de intrusión o robo, son las “Centrales Receptoras de Alarmas en la nube”. Son alarmas que supervisan procesos productivos (granjas) o industriales que no van a tener comunicación con la policía.

En caso de un aviso, la alarma se comunica con la Central Receptora de Alarmas en la nube, que consiste en un software de “automatización robótica de procesos” (RPA), que procesa la información y genera una respuesta automática mediante una llamada al avicultor (sin intervención humana).

Las “Centrales Receptoras de Alarmas en la nube” también mantienen la comunicación constante con el autómata de la alarma de la granja. Cada 5 -10 minutos la alarma de la granja envía una señal “keep alive” a la Central Receptora de Alarmas en la nube.

Si hubiese un fallo de comunicación entre ambas, de forma inmediata y automática, la Central Receptora de Alarmas en la nube, envía una llamada de fallo de comunicación de la alarma.

FUNCIONES RECOMENDABLES EN UNA ALARMA

Que la alarma de la granja esté en permanente comunicación y supervisada por una central receptora de alarmas.

Posibilidad de programar varios números de teléfono, para que en el caso de no se atienda el aviso, vaya llamando consecutivamente a los números siguientes.

Aparte de recibir información del ordenador, el autómata de la alarma debe tener numerosas entradas satélites a:

Diferentes disyuntores del cuadro eléctrico (diferencial de calefacción, los tres diferenciales de ventilación mínima, diferencial panel evaporativo, etc), que, en caso de corte, la alarma genere un aviso.

Por exceso de tiempo de funcionamiento continuo del grupo de presión del agua (por ejemplo 30 minutos), que ocurre cuando hay una gran fuga en el circuito o por agotarse el agua en el depósito o pozo).

Un “termostato de seguridad de máximas y mínimas mecánico” (que debe ser instalado en el medio de la nave a un metro del suelo y no en la pared). De esta forma, en caso de que el ordenador se cuelgue y la temperatura en la nave suba/baje por encima de lo indicado, se generará el aviso.

Más aconsejable es sustituir este “termostato de seguridad de máximas y mínimas mecánico” por una sonda de temperatura y humedad conectada directamente a la alarma (independiente del ordenador). Programaremos en la alarma (incluso desde el teléfono) los valores máximos y mínimos para que “salte” la alarma.

Recordemos que, en las asfixias, la mortalidad se produce por la combinación de temperatura y humedad alta.

Otra ventaja adicional es que tener una sonda de humedad extra, nos permite comparar los valores de esta sonda de humedad de la alarma con los de la sonda de humedad del ordenador.

Posibilidad de configuración remota mediante una aplicación (o móvil nativa o de acceso web), en la que:

Se realice la desconexión/conexión de forma independiente de cada entrada satélite para que por un suceso menor (falta de pienso en un comedero), no inactivemos toda la alarma.

Se clasifiquen los sucesos por categorías y en función de la gravedad, el aviso se hará inmediatamente, en horario de oficina o por SMS (el aviso de batería dañada que no me despierte a las 4:00 AM).

Haya un registro de:

Quien desconectó/conectó cada entrada satélite.

Todos los avisos generados (tipo de suceso y hora de inicio/final del aviso).

A qué hora y quien reconoció el aviso.

Se indique el nivel de cobertura telefónica en la granja.

Cuando llega la llamada del aviso, que el avicultor tenga cierta intervención para reconocer el aviso (poner una clave o pulsar un determinado número).

Posibilidad de programar un retardo en los avisos (por ejemplo 20 segundos) para evitar avisos de sucesos de muy corta duración (depresiones altas en los cambios de fase de ventilación, microcortes de electricidad).

Que disponga de una tarjeta SIM (3G y 4G) multi-Operador, para que en el caso de que una compañía telefónica pierda cobertura, la tarjeta se conecte automáticamente con otra red.

Que disponga de WIFI o entrada Ethernet. Muchas granjas ya tienen Internet en la granja por tener conectado el ordenador on-line, de esta forma si la tarjeta SIM de la alarma falla, por WIFI o Ethernet la alarma tendría otra vía de comunicación.

Disponer de la función “test de carga de la batería”: El autómata de la alarma de forma periódica (diariamente), corta su entrada de corriente y evalúa la batería de la alarma, si el voltaje es bajo = batería dañada. La propia alarma avisa que su batería debe ser sustituida.

Disponer de la función de “perro guardián” (en inglés watchdog), que es un mecanismo de seguridad que provoca un reset (o rearme automático) del sistema en caso de que haya un bloqueo de la actividad (se haya colgado).

Comparativa de alarmas en granjas avícolas en España

¿Cómo podemos mejorar la seguridad en nuestra granja para evitar siniestros?

Disponer de una alarma comunicada permanentemente con una central receptora de alarmas.

Probar la alarma y el grupo electrógeno todas las semanas simulando una interrupción del suministro eléctrico.

Diferenciar circuitos eléctricos sensibles. Tener 1 diferencial sólo p ara ordenador + alarma (separándolo de la iluminación y del grupo electrógeno) y 3 diferenciales para los magnetotérmicos de los extractores.

Aviso si hay un corte del suministro eléctrico, y también en caso de que alguna de las tres fases falle total o parcialmente (lo que inactivaría los motores trifásicos).

Para ello, necesitaremos monitorizar cada fase mediante un relé de monitorización de voltaje.

Tener instalado un “limitador de sobretensiones transitorias” que reduce el daño eléctrico causado por un rayo.

Tener “diferenciales de rearme automático”.

Los disyuntores diferenciales tradicionales cuando se producen derivaciones o fugas de corriente en la instalación eléctrica, cortan el circuito permanentemente. Los diferenciales de rearme automático en caso de corte aislado (un rayo cercano a la nave) se reactivan sin intervención humana.

Disponer de un “transformador de aislamiento”.

El transformador de aislamiento (no confundir con un SAI “sistema de alimentación ininterrumpida” que es una batería externa), aísla la entrada de energía de la salida, independizando completamente el suministro eléctrico externo del interno.

El traspaso de energía es vía inducción a través de una malla electroestática.

Esto significa que la mayoría de las perturbaciones eléctricas externas no pasan al circuito eléctrico interno, protegiendo así todos los equipos conectados de: picos eléctricos (en tormentas), distorsiones en la frecuencia y distorsiones armónicas.

Son obligatorios por ley en quirófanos desde 1977 (Orden del 19 de diciembre de 1977) y en Minas desde 2017 (Orden ETU/995/2017)

Si se instala para proteger los circuitos más sensibles de los picos eléctricos, tiene muy bajo coste.

Por ejemplo, un transformador de aislamiento de 160 VoltiosAmperios (suficiente para proteger el circuito eléctrico del ordenador y la alarma) cuesta aproximadamente 60 €.

 

 

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