Período perinatal
Para leer más contenidos de aviNews Junio 2019
Contenido disponible en:
English (Inglés)
En la primera parte de este artículo, publicada en el número de aviNews –octubre 2018–, se revisó la importancia de la alimentación perinatal de los pollitos así como los cambios morfológicos y fisiológicos que experimenta su tracto gastrointestinal antes y después de su nacimiento.
Período perinatal
Asimismo, como una de las posibles estrategias de alimentación durante el período perinatal, se abordó la inoculación de nutrientes in ovo durante la última fase embrionaria, presentándose relevantes resultados de trabajos experimentales en los que se inocularon aminoácidos, carbohidratos, vitaminas, probióticos o prebióticos en huevos fértiles.
En esta entrega, se presentan diversas estrategias para la alimentación de los pollitos tras la eclosión, desde las primeras horas de vida en la incubadora hasta su llegada a la granja y los primeros días en la misma.
Incubadoras comerciales
En general, se considera que los pollos son capaces de sobrevivir con las reservas de saco vitelino durante un período de hasta aproximadamente 72 horas después de la eclosión –Mitchell, 2009–.
Sin embargo, mientras que las reservas de saco vitelino pueden ser suficientes para la supervivencia, la ausencia de alimentación durante las primeras horas o días de vida puede afectar negativamente el crecimiento y el rendimiento productivo de los pollos a lo largo de toda su vida.
¿Cuál es el efecto del tiempo de ayuno en pollos de distintas edades?
Recientemente, De Jong y col. –2017– llevaron a cabo un riguroso meta-análisis a partir de 83 pruebas experimentales en las cuales se estudió el efecto del tiempo de ayuno durante las primeras horas de vida sobre el peso y el rendimiento productivo de los pollos a distintas edades. Este meta-análisis reveló que, si bien los pollitos pueden compensar el retraso del crecimiento derivado del ayuno durante las primeras horas de vida, esta compensación no es completa, observándose todavía diferencias estadísticamente significativas en el peso vivo a los 42 días de vida, dependiendo del número de horas que estuvieron sin ingerir alimento tras su nacimiento –Figura 1–.
Igualmente, el número de horas de ayuno tras la eclosión afecta significativamente al índice de conversión –Figura 2– y a la mortalidad a lo largo de todo el engorde de los pollos –Figura 3–.
Además de una alimentación lo más temprana posible, la proporción de macronutrientes en el primer alimento que reciben los pollitos es determinante para el crecimiento a lo largo de su vida, siendo la ingesta de proteína durante los primeros días de vida el factor nutricional más importante.
La tardanza en la administración de alimento y agua a los pollitos tras la eclosión afecta negativamente a su peso, rendimiento y mortalidad hasta el final del engorde
Además de una alimentación lo más temprana posible, la proporción de macronutrientes en el primer alimento que reciben los pollitos es determinante para el crecimiento a lo largo de su vida, siendo la ingesta de proteína durante los primeros días de vida el factor nutricional más importante.
Swennen et al –2010– alimentaron pollitos recién nacidos hasta los cinco días de vida con una dieta prestarter baja en proteína, otra baja en carbohidratos u otra baja en lípidos, siendo las tres dietas isoenergéticas. Posteriormente, a partir del sexto día de vida, todos los pollos recibieron las mismas dietas comerciales hasta los 42 días de vida.
Los resultados de este estudio demostraron que los pollitos que habían recibido la dieta prestarter con bajo contenido en proteína iban rezagados en crecimiento respecto a los que habían recibido los piensos pre-starter bajos en carbohidratos o grasa –Figuras 4 y 5–.
Esto se explica por el hecho de que la eficacia de la digestión de proteínas es menor que la de los lípidos y carbohidratos en los primeros días después de la eclosión –Noy y Sklan, 1995–.
La digestibilidad de la proteína de la dieta y de los aminoácidos es relativamente baja hasta los 10 días –Figura 6– y, consecuentemente, la inclusión de fuentes de proteína de alta digestibilidad en las dietas prestarter es crucial para afianzar el crecimiento de los pollitos.
Sistemas de alimentación en la incubadora y durante el transporte
Como ya se ha hecho referencia en este artículo, el acceso a alimento –y agua– inmediatamente tras la eclosión es de suma importancia para el desarrollo óptimo del sistema digestivo y del sistema inmunitario de los pollitos y, en particular, es decisivo para sentar las bases de su crecimiento y salud en general. Hoy en día existen sistemas de administración de alimento y agua a los pollitos en la misma nacedora. Sistemas de alimentación en la incubadora y durante el transporte.
En estos sistemas, las bandejas de eclosión presentan unos orificios entre los huevos a través de los cuales los polluelos recién nacidos caen a una cesta inferior en la cual hay comederos en ambos lados con suficiente alimento durante 24-36 horas –Foto 1–.
Otra práctica en alza para asegurar la ingesta de alimento desde las primeras horas de vida es la administración de geles hidratantes que contienen una variedad cada vez mayor de nutrientes y aditivos como, por ejemplo, vitaminas o probióticos. Estos geles se rocían en forma de gotitas sobre las cajas de pollitos en la misma planta de incubación. Los pollitos consumen las gotitas de gel vorazmente al picotearse –en menos de un minuto- y consecuentemente ingieren los nutrientes contenidos en las mismas; todo ello sin mojarse ni enfriarse –Foto 2–.
Desde el punto de vista legal, este tipo de geles con diversos nutrientes en suspensión son considerados piensos complementarios. Otra variedad de pienso complementario que permite la administración de nutrientes durante las primeras horas o días de vida son los geles que se presentan en terrinas para ubicar en las cajas de transporte o, sencillamente, se distribuyen sin ningún recipiente directamente en las cajas o a la llegada a granja sobre papel en suelo o en los mismos comederos sobre el pienso de arranque.
Resultados experimentales en alimentación tras la eclosión
El efecto de la administración de alimento inmediatamente tras el nacimiento de los pollitos sobre su rendimiento a lo largo de todo el ciclo productivo es de gran importancia y complementa los efectos positivos resultantes de la alimentación in ovo.
En este sentido, Kornasio y col. –2011– observaron que la administración de pienso a las 6 horas de vida a pollitos eclosionados de huevos que habían sido inoculados con azúcares y sales en el día 18 de incubación, no sólo derivaba en un incremento significativo del peso vivo a los 35 días de vida, sino también, en un mayor desarrollo de la pechuga –Figura 7– demostrando una complementariedad entre ambas prácticas –alimentación in ovo y alimentación en incubadora tras la eclosión–.