Pese a las mejoras en las instalaciones de pollos el problema del estrés por calor dista mucho de haber sido superado.
En este artículo se analizan las distintas alternativas nutricionales durante estos periodos de estrés por calor.
Vamos a empezar verificando que el verano ya no es lo que era, al menos desde el punto de vista de la producción de pollo de carne.
Los resultados en verano, si bien peores en general que los de invierno, no alcanzan los niveles de desastre de no hace tantos años.
Cuando bien por bajas elevadas, o por pérdidas terribles de peso, la reducción de la cantidad de kilos de carne producidos era muy significativa -si bien es cierto que eso ayudaba a regular el precio en estos periodos, cosa que ahora no ocurre-.
Se ha hablado mucho en el pasado del llamado estrés térmico, de sus causas y consecuencias, y del efecto que este tenía sobre el resultado de los animales.
Y, sin embargo, desde hace algunos años el problema parece haberse reducido, de modo que, bien por menor significancia, bien por acostumbramiento, parece como que el problema estuviese resuelto.
Mucho ha ayudado en esta percepción la mejora de las instalaciones de los pollos, que se consideran bastante mejores ahora que hace unos años.
Si se evalúan con cierta atención los resultados de los pollos en España, seguimos teniendo una pérdida mayor a 4 gramos por día de GMD (ganancia media diaria) y de 50 gramos de IC (índice de conversión) entre el periodo de verano y el de invierno. El hecho de que la mortalidad sea bastante similar ayuda a que las diferencias de IC no sean aún mayores.

Esta diferencia es extremadamente similar en las granjas de ventilación más sencilla y en las de ambiente controlado, a juzgar por los datos disponibles (al menos en una parte muy importante del territorio nacional).
Evidentemente, el resultado técnico obtenido en las granjas de ambiente controlado es mejor, como lo es a lo largo del año, pero se observa en las mismas una reducción similar de la ganancia de peso y del consumo de alimento que en las convencionales.

 
 

La reducción de crecimiento en diferentes tipos de instalaciones debemos buscarla en la presencia de un estrés subclínico en los pollos a determinadas combinaciones de temperatura y humedad relativa

Para medir el efecto combinado de Tº y Humedad relativa se emplean en algunos trabajos el índice de Temperatura y Humedad (THI, en inglés), que combina ambos valores mediante la siguiente ecuación:
THI = 0,8T+(((HR(T-14,...

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