En Bolivia, la agroindustria advierte que el uso de biotecnología en los cultivos es vital para el sector avícola, porcino y lechero de la región occidental de este país. Debido a que los avicultores, porcicultores y lecheros de esta parte del país se abastecen de granos estratégicos como soja, maíz y sorgo para alimentar a sus animales.
El gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente, CAO, Edilberto Osinaga, indicó que “Seguimos en estado de emergencia y firme en la defensa del derecho de usar biotecnología en la producción agrícola”. Además, puntualizó que el sector productivo de Santa Cruz de la Sierra continuará propiciado para que se aplique esta tecnología en los cultivos ya que esto significa que se podrá reactivar la economía, proteger los empleos en este rubro y asegurar la seguridad alimentaria de la población boliviana.
Lo anteriormente es señalado, según se consigna en El Deber, luego que se suspendiera la audiencia de la acción popular hasta el 25 de septiembre en la Sala Constitucional Segunda de Santa Cruz. Donde se resolvería la aspiración boliviana de progresar en la adopción de biotecnología en sus sistemas productivos agrícolas. La extensión del plazo se debió a un recurso jurídico presentado por activistas y organizaciones agroecológicas que instan a vetar esta tecnología.
Edilberto Osinaga invalida a estas organizaciones contrarias a la biotecnología, señalando que no tienen ninguna argumentación científica valida ya que no conocen los criterios de producción.
Es más, El gerente general de la Cámara Agropecuaria del Oriente, CAO, explicó en El Deber que “Restringir la biotecnología implicará una reacción en cadena que provocara la muerte lenta a los lecheros, avicultores y porcinocultores del occidente del país que se proveen de granos estratégicos y transversales -principalmente soja y derivados, maíz, sorgo- para complementar la alimentación de los animales”.
Conforme a la Cámara Agropecuaria del Oriente, CAO, en Bolivia existen 3.500 avicultores de huevo y carne, 1.080 porcinocultores y 77.477 unidades productivas lecheras que están distribuidos en 9 departamentos, donde la demanda nacional es de aproximadamente: Maíz, 1.150.000 Tn; sorgo, 850.000 Tn; y torta de soja 650.00 Tn.
De acuerdo a la acción popular esta demanda está fundamentada con el objetivo de defender el derecho a una alimentación sana, derecho consagrado y protegido expresamente en convenios y acuerdos internacionales– El Deber. La acción popular aduce que el DS 4232 viola la Constitución y las leyes en relación a la prohibición a la utilización de transgénicos en Bolivia. Además, explican que el recurso legal presentado por ellos reivindica el derecho al acceso a un ambiente sano, libre de venenos químicos y transgénicos.
Durante el gobierno boliviano actual fue firmada la norma DS 4232, la cual autoriza excepcionalmente al Comité Nacional de Bioseguridad a elaborar reglamentos abreviados para realizar la evaluación sobre semillas genéticamente modificadas en cultivos como la soja, maíz, trigo, algodón y caña de azúcar, destinados tanto al consumo interno como al mercado exportador.