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Brasil deberá recurrir a la OMC, Organización Mundial del Comercio, si el gobierno de Filipinas no retira el embargo a las importaciones de carne de pollo brasileña, o no presenta de inmediato una justificación científica confiable para mantener la restricción. La información está consta en una nota conjunta del MRE (Ministerio de Relaciones Exteriores) y del MAPA (Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento), difundida el viernes por la tarde (4/9).
Según el documento, el gobierno de la República de Filipinas impuso recientemente un embargo temporal a las importaciones de carne de pollo procedentes de Brasil, alegando un posible riesgo de contaminación de los consumidores con el virus SARS-CoV-2.
Según la nota conjunta de los Ministerios, Filipinas es actualmente el único país que impone restricciones a la carne de pollo brasileña debido al supuesto riesgo de transmisión del SARS-CoV-2 y, sin embargo, sin haber presentado evidencia científica para justificar su decisión.
La nota refuerza nuevamente lo que es de conocimiento público, que las recomendaciones de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura, la OMS (Organización Mundial de la Salud) y el Codex Alimentarius indican que los alimentos y sus envases no son vectores de transmisión de COVID-19.
“De hecho, existe un consenso entre la comunidad científica internacional, las agencias calificación de riesgo y las autoridades sanitarias del mundo, según el cual el virus SARS-CoV-2 no es transmisible a través del comercio de alimentos”, señala la nota. El documento también recuerda que las autoridades brasileñas actuaron rápidamente y respondieron a todas las preguntas de las contrapartes filipinas, habiendo proporcionado documentación detallada sobre regulaciones, directrices y protocolos seguidos por las empresas brasileñas del sector de alimentos.
La nota también recuerda que el MAPA ha adoptado medidas preventivas para garantizar no solo el más alto nivel de seguridad sanitaria y epidemiológica en los establecimientos de procesamiento de carnes, sino también el suministro continuo de alimentos seguros para la sociedad.
“Incluso frente a la pandemia, las inspecciones sanitarias en los establecimientos de la cadena productiva prosiguieron de manera completa e integral, a fin de garantizar los estándares relativos con la salud pública y de los trabajadores y la seguridad del alimento”, apunta la nota.
Según el gobierno brasileño, el actual embargo del gobierno filipino sobre las importaciones brasileñas de carne de pollo no siguió los principios, ni los ritos necesarios y obligatorios, previstos en el Artículo 5 del Acuerdo SPS (Acuerdo sobre Medidas Sanitarias y Fitosanitarias) de la OMC. El hecho, según la nota conjunta, representa una clara violación de este Artículo del Acuerdo.
“En función de eso, Brasil tomará las medidas apropiadas con la Organización Mundial del Comercio, si el gobierno filipino no retira el referido embargo a las importaciones de carne de pollo, o no presenta de inmediato una justificación científica confiable para mantener la restricción”, dice. la nota. “En un espíritu de asociación y con miras a mantener un comercio de alimentos estable y seguro, Brasil exhorta una vez más al gobierno de Filipinas a que elimine de inmediato el embargo, complementa.