La calidad de la cáscara es un factor clave en el proceso de incubación: resistencia, grosor y limpieza, influyen en la incubabilidad y calidad del pollito, condicionando los programas de incubación y controles de calidad.
La cáscara del huevo
La cáscara químicamente está compuesta por 1,6% de agua, un 3,3% de materia orgánica, (fundamentalmente proteínas, con una pequeña cantidad de carbohidratos y lípidos), y un 95,1 % de minerales, de los cuales 93,6% corresponden a carbonato de calcio en forma de calcita.
Las otras sales presentes son carbonato de magnesio, fosfato tricálcico y trazas de otros minerales como el sodio, potasio, zinc, manganeso, hierro y cobre.
Aproximadamente el calcio representa un 37,3% del peso total de la cáscara.
Calidad del huevo que recibimos en la planta de incubación
Huevos sucios, rotos o mal colocados
Dentro de los sistemas de calidad a establecer en la planta de incubación, un punto básico es conocer la calidad del huevo que se recibe. Para ello se deben establecer sistemas ágiles que nos permitan identificar la calidad del huevo por fechas, granjas, y lote.
Se debe establecer un % máximo de huevo sucio, roto, o mal colocado.
En la Gráfica 1. Podemos ver como la planta recibió un porcentaje de huevo sucio del 0,15% y de huevo fisurado del 0,14% durante los dos últimos años (huevo LSL white).
Limpieza y Calidad de la cáscara
Como vemos en las Tablas 1 y 2, la limpieza y calidad de cáscara son dos factores fundamentales en la calidad del pollito de un día. Por ello debemos insistir una vez más en su control.
Los procesos de desinfección siempre deben entenderse como un medio secundario para conseguir una calidad adecuada.
Es imposible desinfectar correctamente un huevo sucio, ya que las bacterias han penetrado previamente en su interior.
Principales factores que inciden sobre la calidad de la cáscara:
Fase de recría
Durante la fase de recría existen una larga lista de factores que pueden influir sobre la calidad de la cáscara a lo largo del periodo de producción.
La densidad de animales y por tanto la uniformidad alcanzada al final del periodo de recría.
Los programas de luz y el momento de estimulación.
La alimentación, tanto en lo que respecta a la composición del pienso como a las diferentes fases o tipos de pienso a suministrar.
Las vacunas aplicadas y su correcta aplicación, ya que pueden evitar o minimizar procesos infecciosos en un futuro.
El peso al inicio de puesta y el grado de engrasamiento.
El ambiente ...