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Carne de pollo continúa siendo segura, dice el IPC

Escrito por: Priscila Beck
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Contenido disponible en: Português (Portugués, Brasil)

“La carne de pollo es una parte esencial de una dieta nutritiva para los consumidores de todo el mundo y continúa siendo segura para el consumo en la era pandémica del COVID-19, ya sea de producción nacional o importada del exterior”. La afirmación consta en una nota del International Poultry Council, IPC, publicada el 21 de agosto.

La nota destaca que la seguridad del alimento es de suma importancia para el sector avícola global, ya que todos trabajan para alimentar a los consumidores de todo el mundo. También según el Consejo, que congrega a representantes de la industria avícola de 23 países, es fundamental que los gobiernos y el sector privado trabajen juntos para garantizar la seguridad, el comercio mundial de alimentos y el acceso de los consumidores a la carne de pollo segura y nutritiva.

 

En la primera quincena de agosto, se publicó una nota en el sitio web del municipio de Shenzhen, con información de la autoridad sanitaria local sobre una supuesta detección del ácido nucleico del nuevo coronavirus en la superficie de una muestra de ala de pollo congelada de un lote importado del Brasil. Según la nota, otras muestras del mismo lote fueron recolectadas, analizadas y los resultados fueron negativos.

Desde entonces, el MAPA, Ministerio de Agricultura, Pecuario y Abastecimiento, y entidades representativas de la industria avícola brasileña, han mantenido contacto con las autoridades chinas para obtener información oficial sobre el caso. El IPC destaca que los detalles específicos sobre el caso aún no se han publicado y han dado lugar a información inexacta sobre la seguridad de los productos avícolas importados.

En primer lugar, hasta la fecha, no ha existido un solo caso de transmisión del COVID-19 a través del envasado de alimentos, ni del propio alimento”, destaca la nota del IPC. La entidad resalta que la detección de material genético perteneciente al virus SARSCOV-2 no es un índice de infectividad en el empaque, o producto muestreado, sino sólo que la superficie testeada entró en contacto con material viral, el cual puede no estar vivo, viable e infeccioso.

“Fragmentos inactivos del virus pueden permanecer en las superficies, pero estos fragmentos inactivos no pueden transmitir COVID-19 y la mayoría de las pruebas no pueden diferenciar entre fragmentos de virus inactivos no infecciosos y virus viables”, señala el IPC. “Por lo tanto, se necesita precaución al interpretar los resultados de la prueba, agrega.

De acuerdo con el conocimiento científico actual de la OMS (Organización Mundial de la Salud), la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura), la OIE (Organización Mundial de Sanidad Animal), el Codex y la OMC (Organización Mundial del Comercio), no existe evidencia de que el virus COVID-19 pueda ser transmitido por alimentos o carnes, frescas o congeladas.

 

En entrevista con aviNews Brasil, la Coordinadora del Centro de Investigación de Alimentos de la USP, Dra. Bernadette Franco, explicó que el virus es un organismo parasitario, que depende de células vivas para sobrevivir y reproducirse. En el caso del SARSCOV-2, las células que presentan las condiciones necesarias para su sobrevivencia son las del sistema respiratorio, siendo su principal vía de transmisión, de persona a persona, a través de gotitas respiratorias.

Aún así, según el IPC, la industria de alimentos continúa adoptando procedimientos estrictos de seguridad del alimento, como el HACCP (Análisis de peligros y Puntos Críticos de Control), que están en vigor a nivel mundial y son un enfoque preventivo sistemático para los riesgos biológicos de seguridad alimentaria.

 

Desde la declaración de la pandemia del COVID-19, la industria de proteína animal también ha tomado medidas adicionales para prevenir la transmisión del COVID-19 entre los trabajadores. “La industria avícola está plenamente comprometida en garantizar el más alto nivel de seguridad en cada etapa del proceso productivo, desde el campo hasta el consumidor, al mismo tiempo en que garantiza la seguridad de sus trabajadores y el suministro continuo a los consumidores de proteínas de alta calidad en todo el mundo”, destaca el IPC.

 

Actualmente, el Consejo Internacional de Avicultura, IPC por sus siglas en inglés, tiene 23 países miembros y 52 miembros asociados. Los países miembros del IPC representan más del 95% del comercio avícola mundial y más del 90% de la producción avícola.

 

Fuente: Asesoría de prensa del IPC

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