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La colibacilosis aviar, causada por bacterias patogénicas de Escherichia coli (E. coli), es una enfermedad de gran prevalencia en la industria avícola. Esta patología representa un desafío económico significativo debido a su alta mortalidad y morbilidad, afectando el rendimiento y la salud general de las aves de corral. (Paixão et al.,2016)
En gallinas ponedoras, la enfermedad es particularmente frecuente durante el pico de producción, afectando de forma aguda, llegando a alcanzar valores aproximados del 50% de morbilidad y del 5-10% de mortalidad.
Aunque también se detectan casos en el último tercio de la etapa productiva, siendo una enfermedad crónica y de curso lento, produciendo una leve caída de puesta y una mortalidad en torno al 2-3%. (Gibert, 2010).
ETIOLOGÍA Y PATOGENICIDAD:
La colibacilosis surge de cepas patógenas de E.coli, particularmente los serotipos O1, O2 y O78. (Paixão et al.,2016).
Aunque E.coli es parte de la flora intestinal normal, ciertas cepas poseen factores de virulencia que les permiten causar enfermedades, especialmente cuando el sistema inmunológico del huésped está debilitado.
Las infecciones pueden ser primarias, causadas por E.coli. patógena aviar (APEC), o secundarias, como patógeno oportunista en situaciones de inmunosupresión. (Gibert, 2010). |
RUTAS DE TRANSMISIÓN
La vía de entrada determinará posteriormente el tipo de lesiones en la necropsia.
SIGNOS CLÍNICOS Y LESIONES
Los signos clínicos de la colibacilosis varían según la localización y severidad de la infección.
Las aves pueden mostrar pérdida de peso y letargo, deshidratación (mostrando patas oscurecidas, escamas prominentes) incluso llegando a ser aves moribundas y no responsivas. (Nolan et al., 2015)
Las necropsias revelan lesiones típicas como poliserositis (inflamación de membranas), pericarditis, perihepatitis, y aerosaculitis.
También pueden encontrarse exudados caseosos en los sacos aéreos o casos de peritonitis. (Subedi et al., 2018)
CONSECUENCIAS Y FACTORES PREDISPONENTES
La colibacilosis representa un problema grave en la avicultura debido a su impacto en la mortalidad y en los parámetros productivos, además de los costes asociados al tratamiento. (Bhattarai et al., 2023).
Un tratamiento antibiótico frente a E.coli supone un gasto extra de entre 0,05€ y 0,10€ al día por gallina.
La mayoría de los casos de colibacilosis en avicultura, suelen considerarse como una enfermedad secundaria, algunos de los factores predisponentes son: (Gibert, 2010):
Ambientales: Agua o pienso contaminado, ventilación insuficiente, hacinamiento, exceso de partículas de polvo, etc.
Fisiológicos: Edad, estrés, periodo de pico de producción, picaje, nerviosismo, etc.
Presencia de parásitos o alguna patología vírica o bacteriana.
DIAGNÓSTICO:
El diagnóstico se basa en la identificación de E.coli y en la observación de las lesiones características en necropsia.
Es esencial diferenciar las cepas patógenas (APEC) de las no patógenas.
Los métodos de diagnóstico incluyen técnicas moleculares como PCR para detectar genes de virulencia y serotipos específicos. (Nolan et al., 2015)
TRATAMIENTO:
Las preocupaciones con relación a las resistencias antimicrobianas han cambiado el tratamiento convencional para la colibacilosis en la avicultura comercial.
Antes de seleccionar un antibiótico, se debe realizar un antibiograma para determinar la sensibilidad de la cepa. (Nolan et al., 2015).
En el caso de gallinas ponedoras, las opciones de uso de antibióticos se reducen debido al tiempo de periodo de retirada en huevo.
Esta situación, sumada al incremento de las resistencias antimicrobianas o la importancia de algunos antibióticos en medicina humana, como ocurre con la colistina, dificulta mucho más combatir los casos de colibacilosis presentes en las granjas. (Apostolakos y Piccirillo, 2018)
Prevención:
Dado el impacto de la colibacilosis y la creciente resistencia a los antibióticos, la prevención y la búsqueda de alternativas es crucial. Algunas estrategias de prevención incluyen: (Díaz y González Paya, 2018):
Protocolos de bioseguridad estrictos que eviten la entrada de patógenos al interior de la nave. |
Disminuir la contaminación ambiental teniendo una ventilación ecaz y controlando la cantidad de polvo y amoniaco del ambiente. |
Programas de vacunación adecuados para la explotación que proteja a los animales frente a enfermedades que contribuyan a debilitar el sistema inmune. |
Uso de aditivos para fortalecer el sistema inmunológico y la flora intestinal. |
Ácidos grasos de cadena corta:
Por otra parte, los Ácidos Grasos de Cadena Corta (AGCC) como atetato, butirato o propionato también tienen un efecto antimicrobiano ya que contribuyen a la resistencia contra la colonización de microorganismos exógenos.
Son capaces de interferir en el pH intracelular y en el funcionamiento metabólico de las bacterias como E.coli, perjudicando su crecimiento. (Ducarmon et al., 2019)
Uso de aditivos para fortalecer el sistema inmunológico y la flora intestinal:
Otra de las estrategias de prevención frente a la lucha contra enterobacterias como E.coli, se realiza mediante el uso de aditivos para fortalecer el sistema inmunológico y la flora intestinal. Como por ejemplo ocurre con la utilización de aceites esenciales o ácidos orgánicos.
Aceites esenciales:
Los aceites esenciales, sustancias naturales obtenidas por metabolitos secundarios de las plantas, son una buena alternativa al uso de antibióticos ya que cuentan con propiedades antimicrobianas, debido a la presencia de aldehídos y fenoles como, por ejemplo: carvacrol, eugenol y timol.
Estos son capaces de bloquear mecanismos de resistencia antimicrobiana de las propias bacterias. Entre ellos, el eugenol, presente en el aceite esencial de clavo, muestra una fuerte actividad antimicrobiana frente a bacterias Gram negativas como E.coli. (Figueroa-Lopez et al., 2020)
Reducir la resistencia a antibióticos a nivel mundial
Existe una necesidad real frente a reducir la resistencia a antibióticos a nivel mundial. La resistencia a los antibióticos es actualmente un problema global.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo ha declarado el problema más serio al que se enfrenta la humanidad, dado que todo uso de antibióticos ya sea en la medicina humana o la veterinaria tiene el potencial de generar resistencia.
Asimismo, la estrategia De la granja a la mesa, que establece la senda del sector agroalimentario para 2030 en el marco del Pacto Verde Europeo, estableció como objetivo la reducción de un 50% el empleo de antibióticos en animales de granja.
PROYECTO SUSTAINABILITY
Ante la actual situación, desde Trouw Nutrition, estamos comprometidos con la reducción de antibióticos ofreciendo diferentes soluciones preventivas para combatir infecciones ocasionadas por bacterias como ocurre en el caso de E.coli en ponedoras comerciales.
Por ello, en 2022 surge el Proyecto Sustainability, definido por el grupo operativo ARTEMIS y con objeto de incentivar la sostenibilidad, el bienestar animal y la digitalización del sector avícola.
Dentro del cual, el grupo Nutreco, siendo uno de los grupos empresariales líderes mundiales en estrategias nutricionales para el sector avícola, realizó diferentes ensayos en base a nuevas estrategias nutricionales en torno a la alimentación animal diferenciada como son:
La búsqueda de alternativas a la soja y piensos que incorporen bioaditivos para reducir la resistencia a antibióticos.
Como resultado de este proyecto, en Trouw Nutrition disponemos de Enterocare, un aditivo que ayuda a prevenir y reducir la incidencia de brotes causados por colibacilosis en gallinas ponedoras, combinando las propiedades sinérgicas de los aceites esenciales con ácidos orgánicos esterificados de cadena corta.
Además al ser un producto microencapsulado, conseguimos una mayor biodisponibilidad a lo largo de todo el tracto digestivo contribuyendo a la acción antimicrobiana frente a bacterias Gram-negativas como E.coli.
Es un aditivo que se incluye en el pienso y se utiliza como herramienta preventiva.
La recomendación es comenzar a utilizarlo aproximadamente un mes antes de la posible aparición de casos de colibacilosis, ya sea en gallinas jóvenes cercanas al pico de puesta o gallinas de más de 50 semanas, y mantenerlo entre 4-8 semanas, dependiendo de cada caso.
Resultados en las pruebas de campo:
Se utilizó Enterocare a partir de la semana 54 de vida, en una nave de 70.000 gallinas ponedoras comerciales de producción en jaula, con alto porcentaje de mortalidad semanal debido a una colibacilosis.
Los resultados productivos que nos proporcionaron dejan reflejada una reducción del porcentaje de mortalidad semanal total del lote de un 0.29% desde la introducción del aditivo vía pienso.
Por lo tanto, Enterocare supone una herramienta muy útil frente a la lucha contra bacterias patógenas en gallinas ponedoras, como E.coli, debido a su composición.