La bioseguridad es una herramienta imprescindible que hay que saber desarrollar, siendo la forma más segura y barata de luchar contra las enfermedades
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El manejo de las reproductoras pertenece a un mundo muy dinámico que está cambiando constantemente -con cada nuevo lote-. La actualización de los conocimientos de cómo manejar dichos animales tiene que ser revisada de forma continua.
La genética con la que trabajamos juega un papel vital en la consecución de las metas del productor. Es importante hacer un estudio tanto del mercado como de las necesidades que cada uno tiene, para conocer cuál es el producto más adecuado a sus intereses.
Se calcula que más de un 80 % del rendimiento de un pollo depende de la genética y el resto de la nutrición más el manejo de aves y medio ambiente. El control de los factores de alimentación, sanidad, iluminación y manejo de las ganancias de peso de las aves, hacen que al final tengamos un lote de reproductoras que nos dé un beneficio económico, por haber obtenido más pollitos por gallina.
El control del peso en las reproductoras es clave para conocer la uniformidad de las aves. Una vez conocido el peso debe calcularse el número de aves que están en el +/- 10% del peso promedio.
Las básculas que se deben usar para medir el peso de las aves deben tener una capacidad de peso de 10 kilos y tener una precisión de +/- 20 gramos. Hoy en día se utilizan balanzas electrónicas con capacidad de impresión de los pesos, peso promedio y coeficientes de variación.
Los machos tienen una gran importancia, más de la que a veces se da, pues son también responsables de la mitad de un pollo. Así que, a ese casi 10% de aves en las naves de reproductoras hay que darle muchos cuidados si se quiere obtener buenos resultados.
Los huevos incubables deben manipularse lo menos p osible, pero tienen que ser seleccionados estrictamente para obtener las mejores unidades que luego nos darán l os mejores individuos. En condiciones normales de mercado, se deben seleccionar los huevos que pesen como mínimo 50 gramos y que no presenten defe c tos para incubar.
El crecimiento del embrión debe ser estudiado y se deben realizar embriodiagnosis de forma rutinaria en cada lote, para conocer cuáles son los valores que en todo momento se van obteniendo. De esta forma sabremos por lo menos el porcentaje de huevos contaminados y e l de huevos no fértiles
La bioseguridad es una herramienta imprescindible que hay que saber desarrollar, siendo la forma más segura y barata de luchar contra las enfermedades
La bioseguridad es un conjunto de medidas y prácticas de manejo, destinadas a prevenir la introducción de agentes infecciosos y parasitarios transmitibles en las granjas. Es una herramienta imprescindible que hay que saber desarrollar y llevar a término, convenciendo a los distintos interlocutores que es la forma más segura y barata de luchar contra las enfermedades.
Muy importante por la gran cantidad de información que se recibe sobre los distintos parámetros de producción en los lotes de reproductoras es que se vean y no solo se miren. Es necesario siempre emplear el sentido común para valorarlos.
A veces se hacen revisiones de muchos datos que no se han analizado detenidamente y se producen errores en los informes que se realizan y posteriormente se toman incluso decisiones con esos informes.
Desgraciadamente esas posibles equivocaciones cuestan muchos miles de euros a los productores. Es importante que entre los distintos interlocutores fluya el diálogo, pues el granjero está todo el día con las aves, y eso le hace no tener una larga perspectiva, que nunca hay que olvidar y que nos recuerda cuál es el objetivo de la producción de las aves.