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A veces no se tiene en cuenta que si tenemos una prevalencia baja y queremos mejorarla un 2 %, resulta que se van a tomar medidas sobre el 100 % de las aves del lote. Como todo el mundo sabe con un crecimiento rápido se pueden tener más problemas locomotores, lo lógico será pensar que habría que frenarlo. Pero si frenamos este crecimiento puede que los resultados generales salgan peores y no compensen la disminución de problemas locomotores.
GENÉTICA
Lo más fácil es pensar que será la genética de las aves la culpable de la mayor aparición de trastornos locomotores. Antes de llegar a pensar en esa posibilidad se tiene que repasar otra serie de posibilidades que están en nuestra mano mejorarlas.
MANEJO DE REPRODUCTORAS
Como primeras acciones cuando hay problemas de cojeras, hay que empezar revisando el manejo de las reproductoras. Por ejemplo, hay trabajos que nos recuerdan que la descendencia de las líneas genéticas de mayor crecimiento tienen menos problemas locomotores cuando las reproductoras se alimentaron con mayores restricciones entre las 14 y las 20 semanas de vida.
MANEJO DE LA INCUBADORA
Tampoco se debe olv idar que un incremento de la temperat ura en los embriones en la última fase de su desarr ollo hará que se produ zca una reducción en la absorción de los nutrientes, con el signo visible en los pollitos de presentar un s aco vitelino de tamaño más grande de lo normal.
TEMPERATURA
Unas altas temperaturas en la última parte de la incubación harán incrementar la asimetría de los huesos de l as patas o una incubación con temperatura algo baja, aumentará la aparición de osteocondrosis en los cartílagos y podrán incrementarse las infecciones por Enterococcus.
TRANSPORTE
El transporte inadecuado de los pollitos desde la incubadora a la granja puede desencadenar situaciones de estrés que harán aumentar los problemas locomotores en las aves. Por tanto el control de esta fase también debe ser exhaustivo.
REDUCCIÓN DE ESPACIO
Un factor que influye en el aumento de cojeras es la restricción demasiado severa y prolongada del espacio para el arranque de los pollitos en el inicio de su vida
La falta de ejercicio junto a una cama en malas condiciones incrementa el problema de las pododermatitis y por supuesto el de los trastornos locomotores
La reducción de espacio hace que las aves se acostumbren a utilizar pocos metros cuadrados de superficie para vivir, con lo que se acostumbran a moverse poco, pasando mucho tiempo sentadas y haciendo lógicamente poco ejercicio.
ALIMENTACIÓN
La adicción de precursores de vitamina D3 en los primeros piensos de las aves puede ayudar mucho en la prevención de algunos problemas locomotores.
ILUMINACIÓN
Un último factor que también influye en la aparición de problemas de movimiento es la iluminación de las naves, de la que se tiene que tener en cuenta no sólo el número de horas de luz, si no la intensidad de la misma y el tipo de luz que se utiliza. Solo la experiencia del día a día nos indica que la intensidad de la luz debe ser alta los primeros días para favorecer el arranque y que dicha intensidad debe disminuir poco a poco según los pollos vayan creciendo. Muchas veces el establecimiento de un programa de luz intermitente ayudará a disminuir las cojeras en lotes sucesivos.