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DESAFÍOS Y PROYECCIONES DE LA AVICULTURA MEXICANA EN MEDIO DE LA PANDEMIA

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El presidente del Consejo Directivo de la Unión Nacional de Avicultores de México, UNA, Juan Manuel Gutiérrez hizo un llamado al Gobierno a establecer “reglas del juego parejas” y reducir las importaciones, para poder generar un mayor impulso a la producción mexicana.

 

Trascender es la palabra clave que guía el liderazgo de Juan Manuel Gutiérrez, como presidente del Consejo Directivo de la Unión Nacional de Avicultores de México, UNA. Hace más de un año, cuando asumía su cargo, explicó que para lograr esto se debe reflejar en muchos aspectos, uno de esos el impulso de los mercados sin frontera, pero siempre en la base de reglas claras y terreno parejo, y esto es lo que hoy lo mantiene inquieto.

Gutiérrez es la voz de 42 asociaciones de productores y 3 secciones de reproductoras, de huevo, pollo y pavo. Es el líder de una de lo que considera una de las “cúpulas” de la industria mexicana, en un mercado que contempla 335 productores. Es el presidente de una organización gremial que permite -desde su mirada- realizar todas las gestiones necesarias, tanto con el gobierno como con los organismos internacionales.

En entrevista en exclusiva con AviNews América Latina, entrega los detalles de las principales perspectivas económicas de la avicultura mexicana, la solicitud del gremio de disminuir las importaciones, el relacionamiento con las autoridades y los desafíos de la industria avícola frente a la pandemia.

¿Qué lugar ocupa la avicultura mexicana en el contexto internacional?

La industria avícola mexicana es muy importante en el entorno internacional, dado a que somos el cuarto productor internacional del huevo y ocupamos el sexto lugar a nivel mundial en la producción de pollo.

¿Cuál es la participación de la industria avícola dentro de la economía de este país?

La industria avícola dentro de la economía de México aporta el 0,96% al PIB nacional, tiene una participación del 15% en el PIB agropecuario y al PIB pecuario contribuye con el 36,6%. En el tema de empleos, especialmente en el área rural, se generan cerca de 1,3 millones de empleos directos e indirectos. En cuanto al valor de la industria, antes era del orden de los 8 billones de dólares, y tras la última devaluación del peso mexicano de casi 30%, se obtiene un valor actual de 6,5 billones de dólares. La avicultura ostenta el 63% del total de la producción que se consume en México, que es 90 kilogramos aproximadamente, considerando pollo, huevo, cerdo y bovino -las demás especies, como ovino, caprino, borrego, son un mercado más pequeño-.

Con respecto al tamaño de la parvada, ¿cuál es la población avícola en estos momentos en México?

La parvada avícola está compuesta por una capacidad instalada en pollo parrillero del orden de 308 a 310 millones de pollos ciclo. Mientras que para gallinas de postura, está entre los 160 a 165 millones de aves, teniendo una repoblación anual de pollitas de un día en alrededor de 100 millones cada año.

¿Qué volumen alcanza la producción total de productos avícolas?

El volumen de producción total, considerando huevo, pollo y pavo, es de 6,4 millones de toneladas aproximadamente. En el desglose se producen cerca de 3,5 millones de toneladas de carne de pollo y 2,9 millones de toneladas de huevos. Estas cifras indican que el nivel de autosuficiencia en el consumo de huevos es de 98% y en carne de pollo se sitúa en cerca del 85%.

Actualmente, ¿cómo está distribuida la avicultura mexicana?

El país tiene 32 estados, de los cuales 19 estados tienen avicultura. En los estados de Jalisco, Puebla, y Sonora está concentrado aproximadamente el 75% del sector de huevo. En el caso del pollo parrillero son 5 estados los que ostentan el 51,3% de la producción, la cual está un poco más repartida, en estos momentos, el principal estado en productividad es Veracruz con cerca del 14%, seguido por Aguascalientes, Querétaro, La laguna y Jalisco.

En lo referente a la demanda, ¿cuál es consumo de productos avícolas?

Somos el número uno a nivel mundial  en el consumo de huevo con  23,26 kilogramos per cápita anual.

Esta cifra es del año pasado, pero esperamos poder mantenerla este año. Ese objetivo no es fácil, desde que estábamos en 15 kg a 16 kg decíamos que ya era difícil incrementarlo y cada año hemos ido agregando algunos gramitos hasta llegar a este nivel.

México es muy eficiente en el tema de huevo, ya que aquí hay una vocación muy fuerte. Además, tenemos una cultura, una tradición de muchos años de consumo de huevo, entonces todo eso ha abonado mucho a que cada vez el huevo sea un platillo preferido en la mesa de los mexicanos.

En el caso del pollo, el consumo aparente es de 33,12 kilogramos. La industria de pollo está haciendo grandes esfuerzos por tratar de superar cada vez más el reto de sobrepasar los 40 kilogramos de consumo per cápita. Dado que en la mayoría de los países latinoamericanos se ha logrado esa cifra con mucho éxito y también nosotros queremos estar dentro, ser parte de ese éxito que ellos han tenido.

¿Cómo se está trabajando para lograr ese objetivo?

Para poder llegar a obtener ese éxito, estamos trabajando mucho en el tema de inversiones y necesitamos también que el gobierno nos apoye, otorgándonos facilidades para que nuestra economía de la industria del pollo también pueda seguir creciendo.

Con respecto a las materias primas, ¿son nacionales o importadas?

La industria avícola tiene un consumo de alimentos balanceados muy importante, alcanzando los 16,5 millones de toneladas. De las cuales entre el 60% y 65% son granos forrajeros principalmente de maíz. Sin embargo, el 50% de ese maíz y, el 20% harinas y productos de oleaginosas proviene de Estados Unidos.

Aunque, los precios han bajado en términos generales, el tipo de cambio nos sigue afectando y haciendo que los costos continúen altos, pero aun así puedo decir, que México es muy competitivo, al estar tan cerca de los Estados Unidos, el principal productor de maíz en el mundo. Pues hace que de alguna manera los costos de base o fletes de acarreo sea nuestro sobrecosto, pero en contra de ellos tenemos otros, muchos beneficios en términos de competitividad

En cuanto a exportaciones e importaciones, ¿cuál es la situación mexicana de los productos avícolas?

México es básicamente un país importador, exportamos muy pocas piezas de pollo, productos de valor agregado, productos precocidos o cocidos, pero son cantidades muy pequeñas.

En el tema del huevo, hace muchos años antes del 2012 cuando tuvimos la contingencia de influenza aviar, México estaba exportando cada vez más, tanto huevo fresco como ovoproductos a países desarrollados y esto cerró algunos mercados.

Este es un reto que tenemos como mexicanos, trabajar fuertemente en que el país y cada uno de los estados se vaya certificando como estados libres de influenza aviar, para que podamos ser reconocidos por diferentes partes del mundo para poder exportar.

En caso de huevo importamos muy poco, en promedio entre 2% y 3% de la producción nacional

En cuanto al pollo, aquí ingresa fuertemente el pollo de Estados Unidos, dado a que tenemos frontera abierta con este país. Estados Unidos nos envía la pierna y el muslo del pollo ya que les interesa producir la pechuga porque tienen mercados de alto valor. Entonces para producir más pechugas, ellos envían piernas y muslos a México, debido a que nuestro país es consumidor de estos productos. Sin embargo, aquí se origina un problema.

En este punto se visualiza una dificultad, ¿qué sucede con el ingreso de pollo estadounidense?

El problema, es que hemos demostrado que los precios a los que ingresa este pollo a México está por debajo del costo, es decir precios dumping. Esto ha quedado acreditado ante los juzgados internacionales, nuestro gobierno debería estar cobrando cuotas compensatorias a esas piernas y muslos que entran y no se ha cobrado. Hoy estamos trabajando también en un amparo, buscando la manera de que eso se pueda llevar a cabo porque lo que pedimos nosotros es mercado justo, queremos competir en un piso parejo.

Otro tema que ha estado en la palestra es el cupo de importación, ¿en qué los ha afectado?

Desde el 2013 al 2019 estuvo abierto un cupo de importación a terceros países por 300 mil toneladas que después se amplió a otras 55 mil toneladas, principalmente fue aprovechado por Brasil. Sentimos que no es necesario.

Esto ha limitado el crecimiento de la industria mexicana de manera muy importante y no nos deja despegar porque ese producto que ingresa a nuestro país también es a precios bajos, por debajo del costo. Debido a que son productos avícolas que sobran como es el caso de la pechuga en Brasil y de las piernas y muslos en Estados Unidos.

Mientras, nosotros tenemos el pollo nacional más barato, si ellos traen pollo entero a México, no pueden competir contra el pollo nacional. Debido a que el pollo mexicano es mucho más competitivo. Prueba de lo anterior es ¿por qué no envían pollo entero?

Lo otro, México es tan competitivo que los únicos países que envían producto a México son Estados Unidos y Brasil, dado a que son países líderes en términos de costos ya que tienen la producción de granos y soja.

“Somos competitivos, pero necesitamos el apoyo y la alianza de nuestro gobierno para poder trabajar en ello y que el pollo que está llegando de fuera se produzca en México con inversiones y con mano de obra mexicana para que realmente represente un beneficio para el pueblo de este país, de otra manera los únicos que están ganando son los intermediarios, porque ni siquiera se transmite el precio más barato al consumidor y ese es un tema que lo tenemos perfectamente estudiado”.

 

¿Qué relación tienen los avicultores con el gobierno federal?

Tenemos tiempo trabajando con ellos, a nivel de Subsecretaria de Agricultura en México, existe muy buena relación.

A pesar de que la comunicación sí se da, los resultados no se han podido concretizar, hemos enviado tres cartas, también hemos solicitado reuniones para abordar estos temas que son gravemente fuertes para esta industria, al grado que hay muchas empresas que están al borde de cerrar. A consecuencia de que no han podido desplazar sus productos y se están descapitalizando de manera muy importante sobre todo en este momento.

Por otra parte, en estos últimos meses la entidad gubernamental realmente ha estado muy concentrada en los temas de la pandemia.

Sin embargo, nosotros no podemos darnos por vencidos vamos a seguir insistiendo, tenemos que continuar haciendo

propuestas para ver de qué manera esta industria puede salir adelante.

Con respecto al coronavirus, ¿cómo se ha visto afecta la industria nacional?

Tras esta pandemia, los patrones de consumo han sido muy similares al resto del mundo por la crisis.

Con respecto al huevo en la segunda quincena de marzo cuando se instaló “quédate en casa”, la gente comenzó hacer compras para abastecer sus despensas, comprando mucho más huevo que en una demanda habitual, subiendo los precios.

Por lo que, tuvimos que salir hablar con los medios, para comunicar que estaba garantizado el producto, cosa que así sucedió y en el mes de abril ya se normalizó.

Para el caso del pollo, con el cierre de restaurantes, hotelería y catering, que representan aproximadamente el 30% de la venta del producto, la gente del mercado del pollo está tomado sus propias medidas para realizar sus ajustes en particular, adaptarse a esta demanda y a los nuevos retos que vendrán.

La parte logística ¿cómo se ha visto afectada durante esta pandemia?

En el tema de logística hemos trabajado en estrategias de desplazamiento para garantizar el abastecimiento de los productos avícolas en el mercado, donde los productores han cumplido de manera regular con todos los canales de distribución con que operan.

Por otra parte, la ventaja es que hemos sido decretados por el gobierno como una industria esencial, lo que ha permitido facilidades para la movilización y para el trabajo.

Durante este tiempo de pandemia, ¿se han cambiado alguno los protocolos de bioseguridad?

La industria ha establecido protocolos, mejorado alguno de estos, si bien es cierto que es un sector que trabaja con medidas de bioseguridad por la necesidad que tenemos de tener nuestros animales sanos, hoy en día se trata de salud humana. Entonces, hemos tenido que trabajar mucho con el personal en cuanto a las máximas medidas para su protección, siguiendo las recomendaciones de la OMS, de nuestros gobiernos federales y de la Secretaría de Salud.

En el sector avícola en México, ¿cómo se ve el futuro con esta crisis?

Es una muy buena pregunta, que todo nos hemos hecho siempre, pero para saber qué vamos a hacer, primero tenemos que saber hasta dónde va a llegar esta situación y eso es lo más importante. Si pensamos que cuando en junio se comenzó a retomar la “normalidad”. Donde comenzamos a vivir una nueva forma de vida y de trabajo. Sin embargo, pensando en que se vaya retomando con una naturalidad, estimo que, si sabemos entender y leer lo que está sucediendo, saber que el desempleo va a generar la baja de ingresos y por ende le va a pegar fuertemente al consumo y, por tanto, cada quien tendrá que hacer sus propios ajustes.

Este sector en particular, en el corto plazo está siendo muy perjudicado, pero a mediano o largo plazo no debería ser un sector muy golpeado, si sabemos actuar. Debido a que tenemos productos, huevo, pollo y pavo, de primera necesidad, muy nutritivos y accesibles. La población va a seguir necesitando de la oferta de este tipo de productos y tenemos que ser capaces de suministrarlos y para esto necesitamos ser conscientes, apretarnos el cinturón, tenemos que buscar de qué manera las empresas tienen que sanearse en la medida de lo posible. Dado a que vienen cada vez tiempos más difíciles y si no hacemos los ajustes necesarios, pues esto nos puede llevar a condiciones mucho peores.

Creo que tenemos que hablar de las enseñanzas que nos deja esta situación, esta pandemia. Debido a que lo más importante es saber qué nos deja una crisis porque si sabemos entender y valorar, esto nos puede dejar cosas muy positivas, tanto en lo personal como en lo profesional y en las empresas. Muchas empresas, nunca pensaron que sucedería esto. Por lo tanto, hay que estar diversificado, no depender de un solo negocio, de un solo producto porque eso nos puede llevar a pasarla muy mal. Creo que es conveniente saber y conocer lo que está pasando y seguir trabajando en la integración vertical, ser cada vez más eficientes, en términos generales, creo que hay que pensar que lo que no puede suceder, va a suceder.

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