La incubación de carga única depende del sistema de HVAC
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En resumidas cuentas, el sistema HVAC soporta el mayor peso de la climatización en las plantas de incubación de carga única y ayuda a que las incubadoras funcionen con un rendimiento óptimo.
La importancia de la climatización va más allá del acondicionamiento del aire para incubadoras y nacedoras, ya que el control de las condiciones del aire en cada sala de la planta de incubación de carga única, desde la recepción de los huevos hasta el despacho de pollitos, es fundamental para obtener unos resultados de incubación óptimos.
La incubación de carga única depende del sistema de HVAC
A pesar de que la industria de la incubación comercial ha optado durante mucho tiempo por la (exitosa) metodología de la incubación de carga múltiple, se requería un nuevo enfoque para satisfacer la creciente demanda mundial de carne de pollo, mientras se cumplen unos niveles más estrictos de bioseguridad, y optimizar la eficiencia y la rentabilidad de la inversión de la industria.
Además de tener que formar al personal en la metodología de trabajo de la carga única, también se precisan maquinaria y equipos adaptados, incluido un sistema HVAC con las dimensiones adecuadas.
Un sistema HVAC eficaz y personalizado resulta indispensable para una carga única eficiente, ya que esta tecnología soporta el mayor peso de calentar, refrigerar, humidificar y deshumidificar el suministro de aire fresco de las incubadoras.
Esto facilita la labor de las incubadoras a la hora de ajustar el entorno de los embriones para lograr unos resultados óptimos de la planta de incubación.
EL SUMINISTRO DE AIRE ADECUADO EN CADA FASE
La mayor ventaja de la incubación de carga única es, posiblemente, que se pueden ajustar las condiciones ambientales a las necesidades del embrión en cada fase de desarrollo, desde el huevo hasta el pollito.
Esto no solo aumenta la incubabilidad y la uniformidad de los pollitos como resultado de la mejora de la ventana de nacimiento, sino que también resulta más sencillo garantizar la bioseguridad en la planta de incubación.
El sistema HVAC garantiza en todo momento el suministro de un volumen de aire climatizado correcto a las salas de nacedoras e incubadoras, tanto en términos de temperatura como de humedad.
Esto permite que las propias nacedoras e incubadoras ajusten la temperatura y el flujo de aire, y proporciona unas condiciones ambientales óptimas y uniformes dentro de las máquinas.
CUALQUIER LUGAR Y CLIMA
Las condiciones climáticas exteriores no solo varían entre regiones, sino también entre estaciones y momentos del día. Por eso, Petersime diseña y fabrica sistemas HVAC basados en datos climáticos geográficos históricos que tienen en cuenta tanto las temperaturas mínima y máxima reales como las variaciones de los niveles de humedad durante un periodo determinado.
En México, a una altitud elevada, las temperaturas pueden oscilar fácilmente de –4 a 45 °C, mientras que los niveles de humedad absoluta pueden ascender desde los 0,7 hasta los 24 g/kg.
Un sistema HVAC bien diseñado ajustará las condiciones del aire de la planta de incubación calentando el aire en invierno y refrigerándolo en verano, al tiempo que ajustará el nivel de humedad según lo precise el proceso de incubación.
AUMENTO DE LA BIOSEGURIDAD: ADIÓS A LA CONTAMINACIÓN CRUZADA TRANSMITIDA POR EL AIRE
El sistema HVAC también filtra el aire fresco entrante. De hecho, Petersime recomienda usar dos niveles de filtrado de aire: en primer lugar, un prefiltro G4 para excluir las partículas visibles para el ojo humano (>10 μm) y, en segundo lugar, un filtro principal F7 que bloquee el polvo fino y las partículas que superen 1 μm.
De este modo, la planta de incubación capta únicamente aire limpio, mientras que el aire sucio se retiene en las salas designadas hasta que se extrae del edificio.
Un sistema HVAC bien diseñado aumentará el nivel de bioseguridad de la planta de incubación, ya que un flujo de aire controlado por presión puede crear distintas presiones en distintas salas.
La presión máxima debe mantenerse en la sala de incubadoras y la sala de vacunación, donde la limpieza es crucial, mientras que la presión mínima se reserva para las áreas de lavado y aquellas áreas donde se almacenan las cestas sucias. Siempre que se abra una puerta, el aire se trasladará desde las salas más fundamentales y limpias a las salas sucias, y nunca a la inversa.
COSTES ENERGÉTICOS BAJO CONTROL
Una planta de incubación bien climatizada no consume necesariamente más energía.
Siempre que se haya fabricado adecuadamente, un sistema HVAC personalizado puede ayudar a las plantas de incubación a consumir la mínima cantidad de energía posible.
De hecho, el mismo sistema de control de la presión controla la cantidad de aire necesaria y únicamente suministrará dicho volumen concreto, por lo que no se desperdicia aire climatizado.
Es más, en los climas fríos, es posible recuperar calor de los embriones en desarrollo, ya que a partir del noveno día, los embriones pasan a la «fase exotérmica», en la que comienzan a producir más calor. Un sistema HVAC sostenible puede utilizar este calor para precalentar el aire exterior frío que entra en la planta de incubación, por lo que se reduce considerablemente el consumo energético de la caldera y el chiller. De hecho, el de este último a veces puede eliminarse.
Confíe en Petersime para el sistema HVAC de su planta de incubación