Una recría exitosa será la principal clave para obtener unos niveles óptimos de producción del lote.
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Llegamos a la semana 15 de vida de nuestro lote y se va aproximando el momento de trasladar nuestras reproductoras.
Es un momento único y de gran desafío donde multitud de factores van a tomar relevancia y cualquier error puede dar al traste con el trabajo realizado anteriormente o con el futuro desempeño del lote.
Vamos a entrar en la etapa de producción donde todos esperamos siempre alcanzar y exceder las metas de rendimiento, pero…
¿Cómo llegamos a la línea de salida de esta nueva etapa? ¿Están todas nuestras aves listas y en las mismas condiciones?
Una recría exitosa será la principal clave para obtener unos niveles óptimos de producción del lote.
Se debe de tener en cuenta que:
Hay que Garantizar y extremar las medidas de bioseguridad durante todo el proceso.
Los objetivos de desempeño y recomendaciones nutricionales de las aves deben de estar siempre actualizadas.
Antes, durante y después del traslado debemos de tener presente el concepto de CONDICIÓN CORPORAL, que engloba:
El objetivo primordial será por tanto mantener o mejorar la “UNIFORMIDAD DE COMPOSICION CORPORAL” ya que los lotes con baja uniformidad de condición corporal previa al traslado dan lugar a un elevado número de aves a descartar, pobre desarrollo reproductivo y mayor % de mortalidad en producción.
PRE-TRASLADO
Debemos de establecer un Plan de Traslado dos semanas antes de iniciar el traslado y que continuará hasta cinco días después de efectuarlo con el monitoreo de las aves para garantizar que se han establecido bien en la nave de puesta.
72 h antes del traslado:
Organizar al equipo de captura. Dar orientación e instrucciones claras
48 h antes de la captura:
Informar al transportista del número total de animales.
Pedir suficientes jaulas/contenedores cajas para todas las aves.
Tener en cuenta las condiciones climáticas.
El responsable debe de tener todos los registros completos antes del traslado para que la llegada de las aves se haga de una manera organizada.
Minimizar las diferencias ambientales entre ambas naves, muchas veces nos olvidamos de precalentar en invierno.
DURANTE LA CARGA Y EL TRANSPORTE
Se trata de un momento muy estresante para el animal donde el productor es el responsable de la captura y debe estar presente para supervisar el procedimiento, contando con un equipo experimentado, bien entrenado, bien equipado y de tamaño suficiente.
TRASLADO
El traslado de las aves no debería hacerse ni antes de las 18 semanas ni después de las 23 de vida. Cuando trasladamos a naves con control del fotoperiodo la recomendación es entre los 147 y 154 días, pero cuando se trata de trasladar a naves “abiertas” (sin control de luz) se recomienda trasladar a partir de los 154 días.
Otras pautas a tener en cuenta son:
DESARROLLO FISIOLÓGICO & FOTOESTÍMULO
Vamos a realizar el primer incremento del fotoperiodo basándonos en el desarrollo de nuestras aves, una manera muy rápida y eficaz de comprobar que tan preparadas y uniformes están de cara al inicio de puesta. Mediante la medición del espacio entre los huesos púbicos, si más del 80% de las aves muestran dos o más dedos de espacio el lote estará preparado para pasar de 8 a 11 horas de luz. En el caso que la proporción sea menor al 80% no deberíamos sobrepasar las 10 horas de luz.
En el caso de trasladar antes de los 154 días de vida a naves abiertas en épocas del año con elevada intensidad lumínica y más de 12 horas de luz naturales es recomendable establecer desde el primer momento de la recría una curva de pesos que termine la fase de recría con al menos un 6% de peso por encima del estándar.
Muy importante es conocer las características de los sistemas de iluminación de los que disponemos en nuestras granjas. Cualquier desajuste de estos 3 parámetros afectará al comportamiento de las aves y habría que corregirlo de inmediato:
El efecto que el control del Fotoestímulo va a tener sobre nuestras aves:
INCREMENTO EN NIVEL DE ESTRÓGENOS
POST-TRASLADO
Realizada la transferencia se debe de evaluar el llenado de buche, tanto en la hembra como en el macho
Llegados a este punto no debemos de comprometer la composición corporal de las aves, si hay un grupo de aves con pesos superiores a los deseados debemos de llegar a la fase de producción estableciendo una curva de peso paralela superior al objetivo, no podemos reducir raciones de piensos buscando pesos estándares en esta fase del desarrollo de nuestras aves. Hay que tener en cuenta que las aves no deben volver a su objetivo si tienen sobrepeso en esta etapa, esto resultará en una pérdida de condición, lo que tendrá un impacto negativo en la producción de huevos.
Para las aves con bajo peso, es posible aumentar los niveles de alimentación y el aumento de peso.
CONCLUSIÓN
Manejar reproductoras se ha convertido en todo un arte y un desafío en el que hay que prestar atención especialmente a un sustantivo: “UNIFORMIDAD”. No dejar de actualizarse y comprender las áreas claves expuestas en este artículo, pues todas ellas juegan su papel hacia la obtención de los mejores parámetros productivos.