La mayor restricción se suele aplicar entre las semanas 8 y 16 de vida de la reproductora, siendo esta fase crítica para el desarrollo de estos animales (Hocking et al., 1993).
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La restricción del alimento es necesaria ya que estos animales no son capaces de regular su consumo para obtener un peso y composición corporal que les permita una óptima producción de pollitos (Richards, 2003). Por el contrario una restricción muy severa también conduce a una pérdida productiva (Wilson and Harms, 1986).
Pese a las grandes mejoras obtenidas en las últimas décadas en eficiencia alimenticia, ganancia de peso y rendimiento cárnico de los pollos (Havenstein et al., 2003), los cambios en el manejo de la alimentación y los pesos objetivos de las reproductoras no han cambiado de la misma manera. Como consecuencia, podríamos afirmar que la presión de selección está causando una mayor restricción nutricional en las reproductoras pesadas.
La restricción de alimento es especialmente severa durante la recría, donde los consumos suponen solamente entre un 30 y 50% de su capacidad de consumo (De Jong et al., 2002).
La mayor restricción se suele aplicar entre las semanas 8 y 16 de vida de la reproductora, siendo esta fase crítica para el desarrollo de estos animales (Hocking et al., 1993).
Sin embargo, esta restricción puede dar lugar a una pérdida de bienestar que altere la producción de las reproductoras (Mench, 2002), lo cual suscita una creciente preocupación en el sector. La posibilidad de reducir los grados de restricción y reducir los efectos de la sensación crónica de hambruna en reproductoras pesadas ha sido estudiado intensamente, a través de:
Durante la cría, la restricción del consumo supone entre un 30-50% de la capacidad de consumo
Las reproductoras pesadas se encuentran cada vez más restringidas, si lo comparamos con su potencial genético, por esa razón, el hambre, los trastornos metabólicos y las estereotipias son más comunes a nivel comercial.
Se realizaron cuatro pruebas de investigación en el centro de investigación de avicultura de Trouw Nutrition Poultry Research Centre Spain.
Dos de las pruebas se hicieron durante la fase de recría (de 0 a 19 semanas) siendo la principal diferencia entre estas pruebas la presentación del pienso (harina vs migaja) y el objetivo recomendado el peso (BW) al final de la fase de crianza.
El lote que se recrió con pienso en migaja continuó para realizar el estudio en la fase de producción hasta la semana 50 de vida.
Por último, se llevó a cabo un estudio de la descendencia para evaluar si las estrategias nutricionales efectuadas en las reproductoras tenían algún efecto sobre la progenie. Se utilizaron reproductoras Ross308 en todas las pruebas.
La restricción de la alimentación en reproductoras pesadas ha provocado que el hambre, los trastornos metabólicos y las estereotipias sean cada vez más frecuentes
Las dos pruebas realizadas en el periodo de recría, de 0 a 19 semanas de vida (RP6 y RP7) se diseñaron para probar la hipótesis de que al usar dietas diluidas y permitir un mayor crecimiento a las reproductoras, se podría obtener una mayor uniformidad de los pesos, un aumento de la sensación de saciedad, una reducción de las estereotipias y una potencial reducción de la mortalidad.
Las pruebas tuvieron un diseño factorial 2 x 2 -Tabla 1- con dos efectos principales, la dieta -control vs diluida- y el peso de los animales -estándar vs alto-.
Durante las 3 primeras semana de vida se administró a todos los tratamientos el mismo pienso granulado. A partir de la semana 4 se empezaron a dar los distintos piensos. Cada tratamiento consistió en cinco réplicas de 170 reproductoras por réplica.
Los distintos pesos objetivos se obtuvieron al administrar distintas cantidades de pienso. La variación del peso tuvo una tendencia a ser menor en aquellos animales con mayor peso, sin que el tipo de dieta tuviera ningún efecto.
En las dos pruebas de la recría se observó que los animales recriados a pesos altos y con dietas diluidas tardaron más tiempo en finalizar el pienso -Gráfico 1- que se les administraba una vez al día.
Tabla 1. Resumen de los tratamientos estudiados en el periodo de recría de las reproductoras
* Recomendaciones peso estándar RP-6 – Aviagen 2008 y RP-7- Aviagen 2012.
En general, se observó al comparar ambas pruebas, que los animales pasan más tiempo comiendo cuando se les administra el pienso en harina.
Gráfico 1. Efecto de la dieta (izquierda) y el peso de las reproductoras (derecha) en el tiempo que tardan las reproductoras en comer durante la recría
TEST DE VELOCIDAD DEL CONSUMO DEL PIENSO
Para tratar de evaluar la saciedad y la motivación a comer de los animales, se realizó a las 11 semanas de vida un test de velocidad de consumo de pienso. Este test mide la cantidad de pienso que se consume en 2 minutos en dos regímenes de alimentación, restringido (régimen estándar al que estaban sometidas las reproductoras) o ad libitum (después de un periodo de adaptación de 5 días).
En los Gráficos 2 y 3, se observan los resultados en la prueba RP6 (pienso en harina) y RP7 (pienso en migaja). Los resultados muestran que los animales que consumieron dietas diluidas, durante un régimen de alimentación restringido, comieron menos durante los primeros minutos de acceso al pienso, lo que indica un mayor nivel de saciedad. Por el contrario, cuando los animales pasan a un régimen ad libitum, todos los tratamientos se comportan de la misma manera.
Gráfico 2. Test de velocidad de consumo RP-6
Gráfico 3. Test de velocidad de consumo RP-7
A lo largo de las dos pruebas se realizaron determinaciones del comportamiento de los animales, registrando el % de animales que estaban realizando determinadas actividades durante el periodo en el que los animales tenían acceso al pienso (mañana) o después de haberse terminado su ración (tarde).
Se observó una clara diferencia entre el porcentaje de animales realizando distintas actividades relacionadas con el picaje entre la mañana y la tarde. Además, de forma consistente se obtuvo que el porcentaje de animales picando elementos fijos (estereotipia) fue menor cuando se les administró dietas diluidas -Gráfico 4-.
Gráfico 4. Efecto de las diferentes dietas y pesos de las reproductoras en el % de animales realizando actividades de picaje sobre elementos fijos
Los animales recriados en el estudio RP7 se mantuvieron para estudiar el efecto de mantener durante la puesta un peso alto. Los machos se introdujeron a las 21 semanas de vida a un ratio de 1:11. Los machos fueron recriados siguiendo sus recomendaciones de peso (Aviagen 2012) y se alimentaron, durante toda la fase de producción, con un pienso distinto que el de las hembras. Durante toda la puesta se controló el número de huevos producidos diariamente.
Dos veces por semana se mandaron huevos incubables a una incubadora multicarga para controlar el número de pollitos nacidos por tratamiento. NO se observaron diferencias entre tratamientos en el porcentaje de huevos incubables, pollitos nacidos ni mortalidad de reproductoras -Tabla 2-.
Sin embargo, las reproductoras con mayor peso durante la puesta y la recría alcanzaron un mayor porcentaje de puesta que aquellas que se mantuvieron en los pesos recomendados por la casa de genética. Además también los huevos puestos por las reproductoras de mayor peso fueron estadísticamente mayores -Tabla 2-.
Además de los parámetros productivos, también se observó durante la puesta, que las reproductoras con mayor peso tardaron más tiempo en comer, lo que se tradujo en un menor porcentaje de animales realizando actividades relacionadas con el picaje.
Tabla 2. Resultados productivos entre reproductoras con distinto peso objetivo (20-50 semanas)
Este estudio se realizó para evaluar las estrategias propuestas para alimentar a las reproductoras durante el periodo de recría y puesta (Tabla 1), en su descendencia. A las 29 semanas de edad de las reproductoras, se enviaron huevos de los distintos tratamientos a una incubadora de carga única.
Para esta prueba se alojaron un total de 6.048 pollitos de un día, cada uno de los cuatro tratamientos constó de 42 réplicas con 36 pollitos por réplica. Todos los animales recibieron el mismo programa de alimentación de tres fases, con un pienso de arranque (0-9 días), cebo (9-22 días) y retirada (22-37 días). Las diferencias observadas se resumen en la Tabla 3.
Tabla 3. Efecto de la alimentación de la reproductora en su descendencia
Los pollos procedentes de animales recriados con dietas diluidas presentaron los mismos resultados que los que venían de reproductoras alimentadas con piensos normales. Sin embargo, sí se observó una tendencia (P=0,0634) a reducir la mortalidad un 25% de los pollos procedentes de reproductoras recriadas y mantenidas con pesos más elevados que los estándares -Gráfico 5-.
Gráfico 6. Efecto de la reproductora en la mortalidad de la progenie
Utilizar dietas diluidas y mantener los pesos de las reproductoras altos, aumenta el tiempo que los animales tienen la comida disponible, provoca una menor motivación al consumo indicando una mayor saciedad, y además reduce las estereotipias vinculadas al picaje. Cuando el pienso se aplica en harina en vez de en migaja el tiempo que el pienso está disponible para los animales es mayor, sugiriendo que este tipo de alimentación podría tener mayor efecto en la saciedad de los animales y en la reducción de estereotipias en los animales.
Recriar y mantener las reproductoras con pesos mayores que los recomendados aumenta el porcentaje de huevos producidos sin alterar el porcentaje de huevos incubables ni el porcentaje de nacimientos. Mantener las reproductoras con pesos mayores se traduce en un 2,6% más de pollitos producidos.
El tipo de dieta suministrada a las reproductoras no produjo ningún efecto sobre su descendencia. Por el contrario, cuando las reproductoras se recrían y mantiene con pesos altos la mortalidad de su descendencia se reduce en un 25% comparado con los pollitos de reproductoras que siguen los pesos recomendados.
Las estrategias de nutrición de reproductoras descritas en este artículo, son fruto del trabajo de investigación desarrollado internamente por Trouw Nutrition, para mejorar el bienestar y la producción de las reproductoras pesadas. Las recomendaciones obtenidas de este proyecto así como los cálculos necesarios para adaptarlas a las circunstancias de cada cliente están disponibles en NutriOpt.