La inflamación es la respuesta del cuerpo a las lesiones celulares y la etapa final del proceso de estrés, independientemente de su origen o naturaleza (biológica, ambiental, nutricional, física, química o psicológica).
El estrés y la inflamación son mecanismos de defensa inespecíficos (respuestas innatas) que involucran a hormonas, neuropéptidos, células inmunes y a los mediadores moleculares que son esenciales para la supervivencia y los procesos de recuperación en todos los seres vivos.
Durante una situación de estrés, las hormonas (adrenalina y glucocorticoides) preparan a todas las células del cuerpo para “luchar o huir”.

Si el estrés continúa, estas hormonas permanecen en circulación, manteniendo al animal en un “modo de supervivencia” crónico.
Bajo el estrés, el animal reduce su crecimiento, y la intensa respuesta al estrés oxidativa causa problemas de inflamación crónica.
El estrés oxidativo daña las membranas de las células y las mitocondrias y, en consecuencia, compromete la fisiología celular en todos los tejidos y órganos. Por estas razones, el estrés crónico y la inflamación son considerados como los “asesinos secretos”.

MICROBIOTA INTESTINAL Y EL SISTEMA INMUNITARIO

Además de encargarse de la absorción y digestión del agua y los alimentos, el tracto gastrointestinal alberga una comunidad microbiana diversa y compleja conocida como microbiota intestinal.
Estudios recientes sugiren que la microbiota intestinal supera el número de células somáticas en ~10:1, y contiene ~300.000 genes frente a los 23.000 genes del pollo. Además, el sistema nervioso entérico (llamado el segundo cerebro) tiene más de 100 millones de neuronas, lo que excede el numero de éstas en el sistema nervioso periférico.

El intestino produce más de 20 hormonas diferentes y aproximadamente el 80% de las células inmunes del cuerpo se encuentran en el tejido linfoide asociado al intestino (GALT). Se estima que hasta el 90% de todas las enfermedades están vinculadas al intestino y a la estabilidad de la microbiota intestinal.

En los animales de producción, el estrés crónico y la inflamación tienen un impacto negativo significativo en su salud y rendimientos. Los pollos de engorda no son una excepción, especialmente si consideramos que en las aves la bolsa de Fabricio es un órgano linfoide primario, responsable de la proliferación y diferenciación de las células B (inmunidad humoral), y parte del GALT (tejido linfoide asociado al intestino).
Durante el estrés crónico e infl...

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