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Evolución del IPC en avicultura

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Todo negocio debe tener en cuenta que cada año hay un incremento en el coste de la vida, el habitualmente denominado IPC, que el que nos refleja es el encarecimiento de la vida cada añoo  y que la repercusión que tenemos se limita a costarnos más dinero el hacer lo mismo cada día.

Del mismo modo cada año debería aumentar la cotización el valor del IPC en avicultura simplemente para mantener el valor adquisitivo de los diferentes actores implicados en la producción de carne o de huevos.

A menudo la estrategia que se ha debido de utilizar es radicalmente opuesta. Hemos aumentado la capacidad de nuestras granjas para poder tener más ingresos y suplir la pérdida de nivel adquisitivo con una mayor producción global. En lugar de aumentar la rentabilidad de nuestro negocio se ha aumentado la cantidad de trabajo, obligando a mantener más controles en la granja por si acaso.

Según los datospublicados por el MAGRAMA el índice de precios percibidos por el ganadero (IPC sobre el ganadero) ha disminuido notablemente, algo más del 5 % en los criadores de pollo y del 33%  en el sector de huevos.

Así, tomando como base el año 2005, en los criadores de pollo han aumentado el 138% y el sector de ponedoras un 122%, mientras que el IPC general ha subido un 22,8% en el mismo periodo. Sin embargo si lo valoramos desde la perspectiva del año pasado  la bajada ha sido muy importante.

En el mismo periodo el índice de precios pagados por los alimentos del ganado por el ganadero ha sufrido un incremento del 135%, manteniendo en el mismo periodo por tanto para la avicultura de carne una situación de equilibrio, pero sin embargo para el sector de ponedoras una importante pérdida de margen del 13% en apenas 8 años.

A nivel del consumidor la carne de ave  (-1%) y los huevos (-3.6%) han repercutido muy decisivamente en el contenimiento del IPC alimentario Español, que sólo ha crecido un 0.3% durante el 2013, debido fundamentalmente al aumento de precios de frutas, verduras y cereales.

Aunque como se puede observar en la tabla, no guarda ninguna relación las diferencias anuales pagadas por el consumidor con las diferencias de precios apercibidos por el ganadero, siendo estas siempre magnificadas (hacia abajo, claro).

 

 

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