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Como el mayor insumo en la producción de carne y huevos, el agua finalmente está recibiendo la atención detallada que se merece para optimizar la productividad y sanidad de las aves.
El agua puede actuar como vector de muchas enfermedades con impacto en los rendimientos de las operaciones avícolas.
Una breve lista de los patógenos aislados de los sistemas de agua incluye el Cólera Aviar, Bordetella, E. coli, Salmonella, Influenza Aviar, Salmonella, Campylobacter y Estafilococos.
EL BIOFILM
Si las tuberías por donde transita el agua están sucias, se puede desarrollar un biofilm (bio-película) en su interior. Este biofilm se forma por la acumulación de un gran número de microorganismos resistentes.
El biofilm puede incluso crear una barrera que protege a estos microorganismos contra los desinfectantes usados diariamente esperando pacientemente, hasta que no haya ningún desinfectante presente, para liberarse a través del suministro de agua. Investigadores de la Universidad de Auburn demostraron que la vacuna viva contra la laringotraqueítis aviar puede adherirse al biofilm y que esta vacuna puede mantenerse viable hasta tres semanas después.
Una vez que los patógenos se incorporan al biofilm (dentro de las tuberías de distribución de agua, los tanques de almacenamiento, los reguladores y los bebederos de los galpones) estos pueden contribuir a la aparición de problemas de salud en parvadas subsiguientes.
Para complicar más las cosas, los suministros de agua pueden ser únicos en cada granja.
Cada fuente está compuesta de un conjunto propio y único de minerales o contaminantes lo que complica el proceso de identificación y resolución de problemas relacionados con el agua.
En ocasiones puede parecer un tanto desalentador tratar de implementar un programa rentable para el manejo del agua, sin embargo, esta es una prioridad para las compañías avícolas que se han avocado a cumplir con esta tarea.
El consenso es que estos programas tienen un retorno significativo para la salud y productividad de las aves.
Las claves para el éxito de los programas de manejo de agua pueden resumirse en cinco puntos:
EVALUAR LA GESTIÓN ACTUAL DEL AGUA E IDENTIFICAR OPORTUNIDADES
Esto implica inspeccionar con un ojo crítico todos los aspectos del sistema desde el suministro hasta el último bebedero y determinar en dónde puede haber riesgos que deben ser corregidos.
¿Cuál es la fuente (el origen del agua)?
¿Es un pozo profundo o poco profundo?
¿Es la fuente un reservorio abierto (como un río o un estanque de retención) o el agua es traída de otro sitio?
Cada tipo de fuente tiene sus propios riesgos que necesitan ser manejados para ayudar a preservar la calidad del agua.
Es importante prestar atención a los suministros de superficie o a los pozos poco profundos, que en general, pueden ser de mayor riesgo de contaminación microbiana particularmente después de inundaciones.
Esta lista de verificación puede ser parte del proceso de evaluación del sistema de agua y establecer un programa de manejo para reducir riesgos y evitar la introducción y proliferación de microorganismos patógenos.
CONOCER LAS CONDICIONES DEL AGUA
No sólo debemos conocer la cantidad de E. coli y coliformes sino también el total de bacterias aeróbicas totales (APC) puesto que este es un claro indicador de contaminación. Varias investigaciones han vinculado la contaminación por pseudomonas en los suministros con un rendimiento deficiente. De tal forma este es otro microorganismo comúnmente diagnosticado cuando existen problemas de rendimiento.
Una buena regla para interpretar los resultados microbianos es que cualquier E. coli o coliforme presente, así como más de 10,000 unidades formadoras de colonias de bacterias totales por mililitro, justifican tomar medidas para el saneamiento del sistema de agua y para mantener una buena calidad de manera consistente (Tabla 1).
Además, se recomienda hacer pruebas en los bebederos de las aves.
La comparación de los resultados al final de una línea de bebederos con los de la fuente permiten saber si la calidad del agua se esta perdiendo y la necesidad de tratarla.
Un perfil de minerales incluye:
… así como la alcalinidad y pH son muy útiles para identificar problemas que pueden ser creados por el agua (Tabla 2).
No existe el agua pura a menos que haya sido destilada y desionizada o tratada por medio de ósmosis inversa.
Los contaminantes en el agua son muy parecidos a la ropa de las personas y sirven como indicadores de la identidad propia de la misma.
La mayoría de los contaminantes tienen niveles aceptables y los valores de estos pueden estar relacionados con ciertos problemas.
Los problemas típicos incluyen contaminantes (hierro y manganeso) que promueven patógenos como E. coli, salud intestinal (sodio, cloruro, magnesio y sulfato), reducción del consumo (pH bajo con menos de 50 ppm de alcalinidad o exceso de alcalinidad >300 ppm), fallas en el equipo tales como bebederos tapados, fugas, o incluso tuberías selladas (calcio, magnesio, hierro, manganeso, sulfatos).
Aunque una prueba anual pudiera no ser factible, esto puede ayudar a establecer tendencias cuando la calidad del agua cambia debido a inundaciones, sequías u otras actividades como la minería y procesos industriales cercanos a la fuente de suministro de agua para las explotaciones avícolas.
DESARROLLO DE UN PROGRAMA CON SUPLEMENTOS
Esto puede ser tan simple como elegir un ácido inorgánico en lugar de un ácido orgánico para reducir el pH del agua con niveles elevados de alcalinidad y pH por encima de 8.
Esto también puede significar que para agua ácida (pH <4,5) con baja capacidad de amortiguación (alcalinidad <40) esta pueda necesitar bicarbonato de sodio como amortiguador y para mejorar el consumo.
Las opciones para el saneamiento también deben ser un buen complemento para el agua.
Elija desinfectantes que sean compatibles con el pH o utilice productos estabilizados para superar la pérdida del desinfectante durante condiciones de bajo flujo o agua estancada.
En ocasiones el control de ciertas enfermedades puede requerir el uso de más de un producto de saneamiento.
DESARROLLAR UN PROGRAMA CONSISTENTE DE SANEAMIENTO
A menudo surge la pregunta,
¿cuánto cloro, dióxido de cloro o peróxido de hidrógeno es suficiente?
Aunque existen buenos puntos de partida para los niveles de desinfectante en el agua potable, la prueba final debe es la verificación de los niveles microbianos.
Estos deben estar bajo control sin la aplicación excesiva de desinfectantes hasta el punto de que las aves no puedan beber adecuadamente.
Al regularizar un nivel residual de cloro libre con un resultado aceptable de la prueba microbiana, el personal de producción tendrá la validación de que este está siendo efectivo.
Un programa diario de saneamiento del agua asociado a un programa de limpieza a fondo de las tuberías de agua entre parvadas ayuda a minimizar el riego de formación de biofilm.
LA CALIDAD DEL AGUA DEBE SER UNA PRIORIDAD PARA TODOS
Las empresas con los programas de agua más exitosos consideran que su calidad es una tarea importante y la convierten en parte de la cultura del equipo.
Del nivel gerencial hasta el empleado que cuida de las aves diariamente, se debe reconocer que el suministro de la mejor calidad de agua posible hace la diferencia, y por lo tanto, todos deben estar alerta para prevenir desviaciones del programa.
Proporcionar a las parvadas la mejor agua posible no es una garantía de resultados, sin embargo, cuando se carece de ella esto se convierte en una invitación para tener problemas con el equipo, la salud de las parvadas, y la producción de huevos y carne.
Pudiera parecer abrumador comenzar un programa sólido y permanente para asegurarse la calidad de agua, pero esta misión que requiere tiempo y planificación no es un lujo sino una necesidad para optimizar el rendimiento de las aves modernas.