Para leer más contenidos de Avinews Julio 2015
Los huevos puestos en la cama deberían tener una mayor contaminación respecto a los de ponedero, sin embargo, no es cierto que haya una correlación clara entre su aspecto y la carga bacteriana en su superficie.
Así, en el caso de los “huevos limpios”, normalmente tendrán una carga bacteriana de menos de 3×102 unidades formadoras de colonias (ufc)/cm2.
Sin embargo, hay casos en que la contaminación puede llegar a 105 ufc/cm2, sin que se observen restos de heces o materia orgánica en su superficie.
El ponedero es uno de los puntos de contaminación principales
Una vez que se produce la contaminación de la superficie del huevo, ésta comienza a disminuir progresivamente de forma natural.
Esto es debido principalmente a la acción antibacteriana de las proteínas y lípidos componentes de la cutícula y a que la cáscara NO es un medio óptimo para el crecimiento bacteriano.
Diferentes estudios han identificado en la cutícula varias proteínas como lisozima C, ovotransferrina, ovocalixina y ovocleidina que tienen actividad antimicrobiana.
En la cáscara encontramos proteínas con actividad antimicrobiana
Asimismo, en los flecos situados entre el ponedero y la cinta transportadora, donde en muchas ocasiones queda retenido el huevo, la media fue de aproximadamente 3 log ufc de E. coli/ ponedero.
En el caso de la cinta transportadora de huevos, se tomó una muestra con un hisopo de arrastre que se mantuvo en contacto con la cinta en movimiento durante 3 minutos.
Por último, se tomaron muestras de las manos de los granjeros, la cual consistió en un hisopo de arrastre con el que los granjeros se frotaron las manos durante 2 minutos.
La media de la carga de E. coli fue de 2,5 log ufc/hisopo para la cinta transportadora y de aproximadamente 1,5 log ufc/hisopo en el caso de las manos de los granjeros
En el laboratorio se realizó una prueba para determinar la evolución de la contaminación por Escherichia coli en la superficie del huevo.
Para ello, se mantuvieron 60 huevos sumergidos durante 30 min. en una suspensión de E. coli con una concentración de 8,5×107 ufc/ml. Los huevos se dejaron a temperatura ambiente y se analizaron 20 huevos a las 3 horas, 18 horas y 48 horas tras la contaminación.
La contaminación en la superficie del huevo disminuye progresivamente de forma natural
Gráfico 1. Porcentaje de huevos contaminados externamente e internamente a diferentes tiempos tras ser contaminados artificialmente por inmersión en una suspensión de E.Coli
La cutícula en el momento de la puesta aparece como una gruesa capa de líquido viscoso. Pasados unos pocos minutos ya es una capa seca, pero al contrario de lo que se pensaba, aún no está estructuralmente consolidada.
Transcurre aproximadamente unas seis horas tras la puesta para que la cutícula actúe como una barrera física eficaz frente a las bacterias
Imagen 2. Prueba de viablilidad con Tetrazolio. La coloración indica dónde se realiza la “respiración
Esto se observó en un experimento en el cuál se analizó la contaminación interna de 120 huevos tras la inmersión en una suspensión de Escherichia coli.
Además, se valoró la calidad de la cutícula por colorimetría para determinar en que huevos la contaminación se debía a una falta de la misma.
Los resultados se recogen en el Gráfico 2, en el que se observa como la contaminación va disminuyendo a medida que la cutícula esta más estructurada.
En los huevos con cutícula seca la contaminación se relaciona con una mala calidad de cutícula, mientras que en los huevos recién puestos hay una proporción de huevos contaminados que posteriormente presentaron una cutícula de buena calidad.
Se analizaron 40 huevos de cada uno de los grupos y se detectó contaminación interna en el 22,5% de los huevos no fisurados frente a un 47,5% en fisurados, aunque el porcentaje de huevos contaminados internamente por E. coli fue el mismo (10%) en ambos grupos.
Probablemente, los huevos con microfisuras que no se contaminaron fueron aquellos en los que la integridad de la cutícula no estaba alterada.
Por tanto, la contaminación se produce principalmente en las primeras 5-6 horas tras la oviposición, cuando la estructura de la cutícula no está totalmente consolidada.
Posteriormente, el número de bacterias en la superficie va disminuyendo con el tiempo, pero en los huevos con poros que no estén cubiertos adecuadamente por la cutícula, las bacterias podrán penetrar a través de ellos
EL PRINCIPAL PROBLEMA DE LA CONTAMINACIÓN SUPERFICIAL DEL HUEVO ES QUE ALGUNAS DE LAS BACTERIAS ATRAVIESEN LAS DIFERENTES CAPAS DE LA CÁSCARA A TRAVÉS DE LOS POROS Y CONTAMINEN EL INTERIOR DEL HUEVO.
Está contaminación interna dependerá de diferentes factores, algunos asociados al ambiente y otros a la cepa bacteriana, pero fundamentalmente estará asociada a la integridad de los componentes de la cáscara
Las bacterias se multiplican en el albumen y el vitelo y se produce la muerte del embrión.
Según el tipo de contaminación, pueden acumularse gases en el interior del huevo pudiendo llegar a producirse “huevos explosivos”.
Estos huevos suponen un gran riesgo ya que producirían la contaminación del ambiente de las máquinas de incubación y de la superficie de huevos
cercanos.
En todos los experimentos de contaminación artificial descritos anteriormente se analizó el contenido del huevo, no detectándose en ningún caso crecimiento bacteriano en vitelo y/o albumen.
Por tanto, en general la contaminación del vitelo y albumen se producirá en huevos con mala calidad de cutícula y/o con microfisuras o mala calidad de la cáscara.
Las bacterias atraviesan la cutícula pero no alcanzan el albumen, sino que quedan retenidas en las membranas internas de la cáscara.
Las membranas internas son dos capas formadas por fibras de proteínas, la externa pegada al interior de la cáscara y la interna que limita con el albumen.
Están pegadas una a la otra, pero a medida que transcurre la incubación se van separando en el polo obtuso para formar la cámara de aire.
Tienen una estructura muy densa que dificulta el movimiento de las bacterias hacia el interior del huevo.
Además, el albumen que limita con la membrana interna es una barrera muy eficaz para evitar que la contaminación alcance el embrión.
Así, el albumen es muy denso limitando el movimiento bacteriano y es rico en proteínas con propiedades antibacterianas que protegen de la llegada de bacterias al embrión.
Las bacterias se multiplican en las membranas internas. Cuando el pollo rompe la cáscara en la eclosión se infecta y difunde las bacterias al ambiente de la nacedora.
La temperatura, la humedad y la cantidad de materia orgánica que se produce en la nacedora favorecen la multiplicación de las bacterias y en consecuencia la infección de los pollitos recién nacidos
Imagen 3. Prueba de tinción de Tetrazolio en huevos. El cambio de coloración es un indicador de la contaminación de l huevo
Hay otros factores que influyen en la contaminación del huevo incubable como son la edad, genética, nutrición y manejo.
La edad es quizás uno de los de mayor importancia, ya que a mayor edad la calidad de la cuticula y de la cáscara empeoran.
1-Disminuir la contaminación en la granja y antes de la carga de la incubadora
Según nuestra experiencia, la desinfección de los huevos con vapores de formaldehído en la sala de almacenamiento de huevos sería suficiente para eliminar la contaminación residual de la superficie.
A mayor edad del ave , la calidad de la cutícula y cáscara empeoran favoreciendo la contaminación del huevo
2.- Aumentar la calidad de la CUTÍCULA
Las líneas que se están desarrollando para mejorar su calidad son:
3.-Aumentar la calidad de la CÁSCARA
Las principales estrategias para su mejora serían: