Debido a la alta demanda de proteína animal, se vuelve necesario aumentar el número de aves alojadas en el campo, con el único objetivo de producir un producto final de calidad.
- Sin embargo, la producción de estos animales no se inicia con la recepción de los pollitos, sino con la correcta selección y el adecuado proceso de incubación de huevos fértiles.
El proceso de desarrollo de los pollitos comienza con el cruce adecuado entre reproductoras y gallos, y como resultado de esto, se espera obtener huevos con características que favorezcan el desarrollo embrionario y, por tanto, la producción de pollitos viables.
En este contexto, factores como la nutrición maternal, la composición interna de los huevos, la calidad externa de los huevos, la carga microbiológica, el estatus del desarrollo embrionario y las condiciones de almacenamiento de estos huevos en un ambiente controlado desempeñan un papel fundamental en el éxito de la incubación.

Además, diversos parámetros asociados al equipo utilizado influyen en el éxito final del proceso, tales como la temperatura, el volteo adecuado de los huevos, la humedad relativa, la eliminación de gases tóxicos, así como la limpieza y desinfección previas de la incubadora.
- En el caso del uso de incubadoras de etapa múltiple, el ajuste de la temperatura se realiza mediante el calor generado por los propios embriones.
En este tipo de proceso, los huevos se encuentran en diferentes etapas de desarrollo, lo que requiere el manejo de distintos rangos de temperatura, niveles de oxígeno y la adecuada eliminación de gases como el amoníaco y el dióxido de carbono, con el fin de satisfacer las demandas metabólicas de los embriones.
Algunos autores indican que los embriones más avanzados producen temperaturas que favorecen el proceso de incubación, pero que, a su vez, generan un ambiente que provoca estrés térmico en los embriones en etapas menos desarrolladas, aumentando la mortalidad embrionaria y, en algunos casos, ocasiona una maduración tisular inadecuada debido al estrés oxidativo que afecta a las células en desarrollo.
- Además, es fundamental considerar el impacto de la contaminación microbiológica sobre la calidad de los huevos.
En incubadoras que operan con etapa única, es posible ajustar el proceso a huevos que se encuentran en el mismo estadio de desarrollo, lo que favorece un ambiente físico mejor controlado.
Araújo et al. (2016), al trabajar con incubación en etapa única y múltiple utilizando huevos provenientes de reproductoras de diferentes edades, observaron que no hubo diferencias en la tasa de eclosión al considerar las variables edad, tipo de incubadora y eclosionabilidad. Esto demuestra que, independientemente del equipo utilizado, ambos tipos de incubadoras pueden satisfacer los requerimientos de los embriones.
- También observaron que hubo una diferencia en la tasa de eclosión relacionada con la edad de los progenitores, dejando en evidencia que esto se debe a la disminución en la calidad de la cáscara del huevo, lo cual interfiere directamente en la acción de los parámetros físicos de la incubadora sobre el desarrollo de los pollitos.
Uno de los factores señalados por estos autores es la ventana de nacimiento, que se ve afectada por el tipo de incubadora. Al hablar de ventana de nacimiento, se debe considerar el momento en que eclosiona el primer huevo y las horas restantes en la nacedora que se incluirán dentro del proceso, para la clasificación de pollitos viables al momento en la eclosión.

En este contexto, si consideramos a aquellos pollitos que eclosionan en las primeras horas, se observa una deshidratación más rápida, un uso acelerado de los sustratos presentes en la yema y un secado más eficiente del plumón, lo que lleva a que estos pollitos sean considerados de mejor calidad en comparación con aquellos que nacen en las últimas horas de la ventana, al momento de realizar el análisis de calidad.
Mesquita et al. (2021) notaron una diferencia en la pérdida de peso de los huevos al final de la incubación, siendo mayor en incubadoras de etapa múltiple, lo cual podría estar relacionado con la regulación del calor por parte de los huevos en estadios embrionarios más avanzados.
- Los autores no observaron diferencias en cuanto al peso del pollito al momento de la eclosión ni en relación con el porcentaje que representa el peso del pollito respecto al peso del huevo.
Sin embargo, identificaron diferencias significativas al evaluar ciertos parámetros en el momento de la extracción de la nacedora, como el peso al nacimiento, peso corporal sin la yema, el peso corporal sin la yema en relación con el peso del huevo y el tamaño del pollito, siendo todos estos valores superiores en pollitos provenientes de incubadoras de etapa única.
Además, los autores señalaron una mejor calidad en los pollitos provenientes de incubadoras de etapa única en comparación con los de etapa múltiple.

Diversos autores también relatan que la temperatura dentro de una incubadora varía según la posición de las bandejas, y que el desarrollo de los embriones está asociado con las microregiones existentes dentro de la incubadora.
Tejeda, Melhoche y Starkey (2021) no observaron diferencias en el consumo de alimento, conversión alimenticia, ganancia de peso ni la mortalidad final después de 41 días de crianza de las aves, en función de la ubicación de la bandeja de huevos dentro de la incubadora.
Algunos estudios demuestran que, a medida que aumenta el tiempo de almacenamiento de los huevos, también se incrementa la pérdida de peso de estos debido a la deshidratación, además de observarse embriones en diferentes etapas de desarrollo. Esto ocurre, en muchos casos, debido a la necesidad de reunir un número específico de huevos antes de iniciar el proceso de incubación.
Por esto, surge la necesidad de trabajar en ambientes controlados, aplicando el “cero fisiológico”, un proceso que busca regular el desarrollo embrionario de manera adecuada, garantizando una menor deshidratación del huevo y, en consecuencia, una ventana de nacimiento más reducida y una mejor calidad de los pollitos.

Bilalissi et al. (2022), al investigar los efectos del tiempo de almacenamiento de los huevos y las condiciones de ventilación en incubadoras sobre el desempeño de pollos de engorde, verificaron que el peso de los huevos disminuyó a medida que aumentaba el tiempo de almacenamiento (7 vs. 18 días).
Al comparar los pesos de los huevos al inicio de la incubación, los huevos almacenados durante 7 días presentaron un peso superior en comparación con los almacenados durante 18 días, independientemente del tipo de incubadora (ventilada o no ventilada). En cambio, no se observaron diferencias en el peso de los huevos cuando se compararon los mismos tiempos de almacenamiento (7×7 o 18×18), sin importar el tipo de ventilación.
Lo que sí se observó fue una mayor tasa de eclosión en los huevos almacenados durante 7 días, así como un mejor peso y calidad al nacimiento, independientemente del tipo de ventilación de la incubadora.

Tras lo expuesto, se evidencia la necesidad no solo de conocer los factores físicos que interfieren en el proceso de incubación, sino también de reflexionar sobre cómo estos factores, en conjunto con la genética, nutrición y microbiología, pueden favorecer mejores tasas de fertilidad, eclosión y calidad de los pollitos tras el proceso de incubación.
- Pensar en la incubación implica conectar toda la cadena productiva, buscando alternativas para maximizar la producción y garantizar la competitividad en el mercado avícola.
🔒 Contenido exclusivo para usuarios registrados.
Regístrate gratis para acceder a este post y a muchos más contenidos especializados. Solo te llevará un minuto y tendrás acceso inmediato.
Iniciar sesiónRegístrate en aviNews
REGISTRARME