El líder gremial asegura que uno de los principales desafíos que mantiene la producción avícola de la región es la Influenza Aviar. En cuanto a las proyecciones de la asociación señaló que deben impulsar la producción de las proteínas animales, tanto del pollo como del huevo, y el consumo de los productos avícolas. Además, otorgar un mayor valor agregado a estos.
El actual presidente de la Asociación Latinoamericana de Avicultura, ALA, Joaquín Fernández Cuerdo, ha pertenecido a este gremio durante 47 años, desempeñándose en diferentes cargos a lo largo de su trayectoria. Desde sus inicios, asegura que la gremial ha sido un aporte en sus conocimientos y, además, le ha permitido contribuir a la avicultura de su país, Uruguay, y de Latinoamérica.
Fernández dice que una de sus principales motivaciones de pertenecer a esta entidad es que la avicultura tiene una función social en Latinoamérica, ya que tiene como desafío alimentar a la población más vulnerable con proteína animal de la más alta calidad nutricional a un precio asequible. Asimismo, destaca la generación de empleos que produce el sector, cumpliendo un importante rol en las zonas rurales, ofreciendo un trabajo digno que es recompensado con un salario que permite vivir honradamente.
Con respecto a su nominación como presidente de esta entidad gremial, por el período 2022-2024, señaló que se siente muy honrado y orgulloso de representar al sector avícola Latinoamericano, dado que es un reconocimiento importante y un gran reto, sobre todo ahora que tiene que lidiar con la problemática de la influenza aviar que ha ingresado a la región.
¿Cuáles son los objetivos de la Asociación Latinoamericana de Avicultura?
En ALA, dentro de nuestros objetivos está la producción de carne y huevos en condiciones de inocuidad. Esto implica, además que los mismos lleguen a cubrir las necesidades de los diferentes mercados, en lo que llamamos seguridad alimentaria, y que lo haga a un precio competitivo.
Los productos avícolas son generalmente las proteínas más baratas y de mejor equilibrio nutritivo a disposición del público.
En cuanto a bienestar animal, ¿Qué postura tienen los avicultores latinoamericanos?
Para alcanzar los máximos parámetros productivos es necesario salvaguardar la salud y confort ambiental de las aves para que puedan expresar todo su potencial genético.
Por ello, nos apegamos estrictamente a las regulaciones internacionales al respecto, como es la Organización Mundial de Sanidad Animal, OMSA, cuyos reglamentos rigen los diferentes aspectos de la sanidad en la producción animal.
En cuanto al Bienestar Animal, la OMSA tiene un reglamento relativo a las aves de producción de carne, donde el concepto básico es que:
- Si están saludables, bien alimentadas y mantenidas, hay una producción eficiente, independientemente del sistema que se utilice. todas las medidas van en pro de la comodidad de los animales sin afectar su producción industrial.
En línea con lo anterior, ¿Qué posición tiene ALA con respecto a las demandas de los consumidores?
Nuestra asociación es clara con respecto a la calidad de vida de las aves, pero también a la libertad del consumidor a que su leal saber y entender decida qué tipo de producto desea consumir.
Sin embargo, para ALA es muy importante por sobre todo dar la opción a la población de que con menos recursos pueda adquirir un producto proteico como lo es la carne de pollo y huevo a precios accesibles.
Por lo tanto, cualquier medida regulatoria que limite la producción aumenta los costos y expone a las aves a mayores riesgos sanitarios y tendrá un fuerte impacto sobre la seguridad alimentaria.
Por ello ALA insta a que se utilicen los criterios científicos, sociales y económicos en la promulgación de leyes y reglamentos cumpliendo con las normas internacionales de las cuales nuestros países Latinoamericanos son signatarios.
La industria avícola latinoamericana ha crecido sostenidamente, ¿Cuáles han sido las cifras del sector en los últimos años?
En los últimos cinco años ha aumentado significativamente el consumo tanto de pollo como de huevo. Es así como en el año 2022, la producción de carne de pollo fue de 28,22 millones de toneladas, y el consumo promedio llegó a los 33,4 kilos per cápita. Mientras, la media mundial de consumo es de aproximadamente 12,5 kilos por habitante anual y en la Unión Europea el promedio es de alrededor de 24 kilos.
- El Latinoamérica, el país más consumidor de carne de pollo es Perú con 55 kilos por persona al año, y en general en todos los países de nuestra región ha aumentado en los últimos años.
En el sector de postura, el consumo de huevo se ubica entre los 170 a 180 per cápita al año y pretendemos llegar en corto tiempo a los 250 huevos per cápita anuales. No obstante, hay países que superan ampliamente las estadísticas como México, Colombia, Argentina, entre otros.
En cuanto a los precios, ¿Cuáles son los principales retos que está enfrentando la avicultura y a qué se debe el incremento de estos?
En estos momentos, hay países de Latinoamérica que han tenido brotes de Influenza Aviar y esto encarece el precio. Por otra parte, tenemos el incremento de los precios de los cereales por la guerra en Ucrania y la sequía en Sudamérica. Así mismo, la inflación, el aumento de costo de la energía, combustibles, insumos, logística, fletes, mano de obra, entre otros.
Lo anterior no ha sido un impedimento para que la población pueda adquirir nuestros productos, tanto el pollo como el huevo, a precios asequibles, siendo las proteínas animales más barata que se producen a nivel general. Esto, se puede demostrar por el aumento en el consumo de los últimos 5 años.
¿Cuáles son las principales problemáticas que afectan a la industria avícola de la región?
Una de las cosas que nos está afectando, por ejemplo, es el tema del bienestar animal malentendido.
Después está el tema de los veganos, haciendo propaganda y trabajando en contra del consumo de nuestras proteínas por las redes sociales. También debemos entender que la gente joven tiene un concepto diferente al que tenemos las personas mayores. Entonces este es un desafío que tiene la avicultura de conocer sus gustos para poder convencer a las nuevas generaciones que están en cambio permanentemente, mostrándoles productos atractivos y hasta cómo presentarlos en las góndolas de los supermercados.
¿Cuál es el nivel de tecnologización de Latinoamérica?
En cuanto a la producción de huevos quizá a América Latina le falte todavía llegar a una escala a nivel tecnológico. Pero, por ejemplo, en cuanto a la producción de alimentos, nosotros estamos en primer nivel, en ese sentido estamos muy bien y se está creciendo. Ha habido una gran transformación, un fuerte cambio, hay mucha gente joven que se está incorporando a la industria y están contribuyendo con muchos avances tecnológicos en los galpones y en la cadena de producción.
Desde a mediados del año pasado se han presentado focos de Influenza Aviar en diferentes países de la región ¿de qué manera afecta esta enfermedad a la avicultura latinoamericana y qué medidas se están tomando desde ALA, de los productores?
Este es otro tema que nos preocupa profundamente, ya que la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad, IAAP, está castigando a la mayor cantidad de países de América,
Ante esta situación, ALA propone extremar muy fuertemente las medidas de bioseguridad en nuestras granjas.
¿Cuál ha sido el apoyo de las autoridades gubernamentales sanitarias para enfrentar esta situación?
En América Latina todas las gremiales han trabajado aunadamente con las entidades sanitarias de cada país para proteger a la población avícola y adoptar las medidas correspondientes en post de salvaguarda la avicultura de la región.
En cuanto a las exportaciones, ¿en qué etapa se encuentra está región? ¿Cumple con los estándares internacionales?
Por supuesto que sí, hay varios países de América Latina que están exportando y que cumplen con los estándares productivos que exige el mercado a nivel mundial, como es el caso de Brasil, Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, entre otros.
En América Latina tenemos una meta trazada a 10 años, donde el objetivo es lograr exportar por lo menos el 10% de la producción tanto de pollo como de huevos.
¿Cuál es el principal activo que tiene la avicultura latinoamericana y de diferenciación con otras regiones del mundo?
Bueno tenemos una avicultura que en este momento está con problemas por la Influenza Aviar. Sin embargo, antes estaba prácticamente libre de todas las enfermedades, no había epidemias, situaciones de enfermedades que provocaran desniveles importantes en la producción en ningún país.
Además, somos privilegiados dado que nuestro continente que tiene mayor cantidad de agua dulce, tenemos un excelente grano, suelo y buenas carreteras con excelente acceso para transportar el alimento.
Todo esto repercute en un producto noble, sano, inocuo y a un precio asequible para nuestra población más vulnerable.
Por otra parte, la industria avícola latinoamericana genera una gran fuente de empleos, cumpliendo un rol social en nuestra región. La gran ventaja de la avicultura es que tenemos gente trabajando en las empresas, desde el ingeniero, profesionales de primer nivel a personas que han tenido poca instrucción, pero que dentro de la avicultura tienen una fuente laboral donde pueden vivir honradamente con un jornal que la empresa está dispuesta a retribuirle por un trabajo digno.
¿Cuáles son los desafíos y proyecciones para la avicultura latinoamericana?
Un desafío es llegar a un consumo de 250 huevos por habitante al año a nivel mundial y en Latinoamérica deberíamos superar los 300 huevos per cápita anual, pero estamos lejos de eso.
En cuanto a tendencia, estimo que más del 30% del huevo se venderá cocido, inclusive saborizado con diferentes sabores y presentaciones.
Además, considero que habrá una mayor captación de esta proteína animal por parte de los ambientalistas, dado que es la producción animal que tiene la menor huella de carbono e hídrica y, en síntesis, es la más amigable con el medio ambiente.
Estos son los desafíos y la proyección que visualizó y es el deseo de todos. Para lo cual, se está trabajando desde la Asociación Latinoamericana de Avicultura para lograr esos estándares y metas en nuestra industria. Es decir, aumentar la producción y el consumo de los productos avícolas y otorgar un mayor valor agregado a nuestros productos. La avicultura latinoamericana va a ser el alimento del mundo en el futuro.