La densidad puede afectar más a la temperatura corporal que a la temperatura del aire
Es frecuente pensar que las aves grandes tienen mayor tendencia a sufrir estrés por calor principalmente debido a su tamaño, ya que produce más calor que un ave de tamaño pequeño. Un ave de mayor tamaño tiene un ratio superficie/volumen más bajo, lo que implica que esencialmente tiene menos centímetros cuadrados de superficie por cada kilo de carne productora de calor, haciendo que sea más difícil disipar el calor a través del aire.
Un pollo de engorde de gran tamaño tiende a tener mejor plumaje que un ave pequeño, por lo que tiene mejor aislamiento térmico en comparación con un pollo pequeño
Densidad de alojamiento de las aves
Si bien el tamaño de las aves es un importante factor que contribuye al estrés por calor, la densidad de alojamiento de las aves es lo que tiene mayor influencia
Figura 1. Corral con baja densidad de pollos de engorde
La reducción del movimiento de aire alrededor de las aves conduce a un incremento en la temperatura y humedad del aire en sus proximidades, reduciendo aún más su capacidad para disipar el exceso de calor.
Figura 2. Corral con alta densidad de pollos de engorde
La Figura 3 ilustra la temperatura corporal profunda de siete pollos de engorde de gran tamaño colocados en corrales de investigación a la densidad extremadamente baja de 5 – 6 kg/m2 –Figura 1–. Hubo un movimiento de aire mínimo sobre las aves de 7 semanas de vida – nave sin ventilación de túnel ni ventiladores– y el sistema de enfriamiento evaporativo no se utilizó.
Durante los dos primeros días del estudio, la temperatura de la nave permaneció en un rango de 23,8-25ºC. A pesar de que la temperatura de la nave era aproximadamente diez grados superior a lo recomendado habitualmente en pollos de 7 semanas de vida (18ºC), la temperatura corporal de todas las aves se mantuvo dentro de lo que se considera normal (41,1ºC). Incluso cuando la temperatura aumentó hasta algo más de 26ºC al cuarto día del estudio, la temperatura corporal profunda de las aves solo aumentó en 0,5ºC , con la excepción de un ave cuya temperatura aumentó en aproximadamente 1ºC.
Figura 3. Temperatura corporal profunda en aves criadas a una densidad de 0,6 m2/ave (0,05 kg/m2)
Las aves no exhibieron ningún signo de estrés por calor durante el estudio y es poco probable que un incremento mínimo de la temperatura corporal al 3er- 4º días del estudio afectara negativamente a la gananci...